Revenge

Capítulo 2

Morgan
 

-Morgan, definitivamente tú no sirves para esto. -me regaña el profesor Tower- Debes deslizar los dedos con delicadeza sobre las teclas, debes verte sutil no que parezca que estás rascando algo.
 

Sus palabras me hacen enfurecer porque me habla como si no sirvo para nada pero no se ha dado cuenta que sí sé tocar el piano y sé hacerlo desde antes que empezara clases con él, que según mi queridísimo padre es el mejor profesor de piano de la ciudad. Anteriormente la señora Burke me daba clases de piano y aprendí a la perfección con ella a pesar de no ponerle empeño a las clases porque no me gusta y cuando Ben me pedía tocar algo para él lo hacía mal para evitar que me lo pidiera de nuevo pero mi plan no resuelto porque Ben me cambió de profesor y ahora tengo que aguantar a este viejo amargado.
 

-No me gusta el piano, ya se lo he dicho. -contesto y me mira de manera reprobatoria pero no me interesa.
 

Salgo de la estúpida clase a la que vengo por obligación, es una perdida de dinero porque ya aprendí a tocar el instrumento pero como no es mi dinero no me importa, parece una tontería pero lo que más le importa a Ben es el dinero y me llena de satisfacción hacer que lo pierda de esta manera. Paso por la tienda y me compro la ropa que me pondré esta tarde porque no quiero aguantarme a Benjamin jodiendome con eso, me vestiré bien pero a mi manera.
 

Me compré un suéter tejido en color negro, vaqueros claros y unas botas tipo militar que me encantaron porque tienen unos brillantes muy lindos, esa será mi vestimenta para recibir a la visita de hoy. Termino de maquillarme poniendo un poco de brillo en mis labios y reviso mi cabello de nuevo, me miro en el espejo y me gusta el resultado porque me veo muy linda, lástima que vayan a verme personas tan feas.
 

«Feas por dentro pero su exterior engaña con lo bonito que es.»
 

Me tomo una foto y se la mando a la abuela tocando el dije de mi cadena mientras lo hago. Pongo una sonrisa en mi rostro antes de salir y me dirijo al salón donde veo a Stella sentada en el sofá con su teléfono en la mano sonriendo. Cuando me acerco me mira de arriba a abajo.
 

-¿A qué hora piensas vestirte? -me pregunta viendo mi ropa.
 

-Estoy vestida, Stella. -respondo con fastidio- ¿Tanto mensajear con los niños te dañó la vista?.
 

-Te ves muy sosa por eso lo digo. -suelta malintencionada pero me importa un pepino lo que diga.
 

Mi teléfono vibra en mi bolsillo y lo saco para leer el mensaje de la abuela.
 

Abuela❤: Te ves preciosa, mi sol. El cabello te quedó muy lindo. Besos.
 

Solo me interesa la opinión de una persona y ya me la dió. Ben entra en el salón y se acerca a nosotras.
 

-Pudiste haber comprado otra cosa mejor Morgan, tenías suficiente dinero para gastar. -habla evaluando mi ropa.
 

«Otro que viene a joder.»
 

-Me gustó esto. -respondo sin darle importancia.
 

-La visita de hoy es importante y no puedes recibirla vestida así.
 

Inhalo y exhalo profundamente para calmarme.
 

-Agradece que estoy aquí para fingir que los soporto delante de una visita que me importa una mierda. -contesto y bajo la vista a mi teléfono para responderle a la abuela.
 

Se acerca a mí de manera amenazante.
 

-No me hables así, niña. -habla molesto.
 

-Entonces no me jodas con estupideces. -respondo y me siento.
 

-Ve a buscar a Dante, ya debería estar acá abajo. -habla Ben, pero yo no le hago caso porque no me habla a mí, desde ese día no deja que me acerque a Dante.
 

-¡Stella muévete, que te estoy hablando!. -dice impaciente.
 

Yo sigo con mi teléfono programando mis siguientes clases de español, después que le doy respuesta a la abuela. Me gustan los idiomas y estudio español actualmente con una profesora privada, seré políglota dentro de poco porque ya sería mi cuarto idioma aprendido cómo el francés y alemán, también el inglés qué es mi lengua materna.
 

-Que vaya Morgan -me señala- mis sandalias son muy incómodas para caminar.
 

-Pero no para modelarle a tus amantes. -susurro para mí.
 

Ben me mira porque me escuchó.
 

-Ve tú Morgan, apresúrate. -dice serio.
 

Me levanto con fastidio y voy hacia las escaleras, cuando llego a la puerta de la habitación respiro profundo y golpeo.
 

-Dante, debes bajar, Ben está esperándote. -digo queriendo marcharme y cuando me doy cuenta la puerta se abre, paralizándome.
 

-Hermanita ven aquí, entra. -dice de manera tierna pero a mí no me engaña.
 

-No, Ben quiere que bajemos porque ya va a llegar su visita.
 

-Entra. -repite empezando a molestarse.
 

Me toma de la mano haciéndome adentrarme a la habitación y cierra la puerta. Trato de estar lo más tranquila que puedo pero mi corazón parece que va a salirse en algún momento y me tiemblan las manos. Se acerca conmigo a la cama y me suelta para sentarse, dejándome de pie.
 

-¿Quieres? -me dice con una sonrisa en el rostro.
 

«No quiero, no debo y no lo haré»
 

Me repito las palabras cómo si fuera un mantra.
 

-No. Ben dice que ya es hora de que bajes, apresúrate. -hablo tratando de oírme tranquila.
 

-¿De verdad no quieres? -vuelve a preguntar sonriendo y trago saliva.
 

-Te dije que no. -respondo molesta.- Deja de ofrecerme drogas.
 

Se limpia la nariz y viene hacia mí.
 

-No te enojes, te pones fea y te ves muy linda hoy. -dice y me da un beso que me hace querer vomitar- Dile que ya bajo.
 

Salgo de allí y voy al baño para calmarme y después bajar a darle el mensaje a Ben.
 

-Dante dice que ya viene. 
 

Cuando termino de hablar tocan el timbre de la puerta principal y una de las chicas del servicio se apresura a abrir. Veo que dejan pasar un rubio alto muy apuesto que viene hacia nosotros y Ben se adelanta a recibirlo.
 




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