Revenge

Capítulo 7

Morgan

-Te pregunte qué estás haciendo aquí Dante, responde. -habla un poco molesto Ben porque no le gusta que lo desobedezcan.

-Solo vine a felicitar a mi princesa ¿Verdad Morgan? -me mira sonriente.

No contesto, ni siquiera lo miro.

-Me lo prometiste Dante.

-Y sigo manteniendo mi promesa. -dice tranquilo.

«Mentiroso.»

Dante sale de la habitación y Ben me suelta.

-¿Estás bien? -pregunta mirándome.

-¿Cómo puedes creerle? -le digo con lágrimas en los ojos.

-Me dió su palabra de que no lo volvería hacer.

-¡Es mentira Ben, abre los ojos! -grito molesta.

-¡Cállate! Estás hablando de tu hermano mayor. -suelta molesto.

-Esa porquería que acaba de salir por esa puerta no es mi hermano, mi hermano murió el día que me…

-Morgan ya, estás bien y es lo que importa. Ve con tu madre para que te midas el vestido que te compró para la fiesta.

-No sé quién es peor, si él o tú. -digo rabiosa.

Salgo de allí, porque las ganas de golpearlo me están ganando y a pesar de lo mierda que es Benjamín Vaughn, sigue siendo mi padre. Llego a la habitación de Stella que se está tomando un trago -como siempre- y revisa su teléfono.

-Stella, Ben dijo que me necesitabas. -hablo para que me preste atención.

-Morgan, cariño feliz cumpleaños. -se acerca y me da un beso en la frente y me abraza, le correspondo por no ser descortés pero sinceramente no me produce nada.

-Gracias Stella. -respondo alejándome de su cuerpo.

-Cambia esa cara, estás cumpliendo veinte años no ochenta. -soltó alegre.

«Con ustedes a mi lado me siento de ochenta.»

»Ya mi niña es toda una mujer, aún recuerdo cuando te tenía en mi vientre.

-Obviamente lo recuerdas, ya que esos fueron los únicos meses que compartiste conmigo. -digo con malicia.

Se pone seria y aunque a veces parece que le duele lo que le digo no lo toma en cuenta.

-Debes ver el vestido que te compré. Es hermoso, estoy segura que te gustará. -dice ilusionada.

«No sé para qué me tomo la molestia de abrirlo si sé que no me gustará, Stella no me conoce para nada y no sabe lo que me gusta.»

Lo confirmo cuando veo el vestido color rosa con flores en la parte de arriba del busto y al final de la falda, aparte parece un vestido para una chica de dieciséis aunque no es feo no es para nada mi estilo. Respiro profundamente para no hablarle mal.

-No me voy a poner eso, Stella.

-¿Por qué?. Es hermoso y te verás lindísima. -dicen mirándome.

-¿Qué crees que soy? ¿Barbie? Ni siquiera quiero ir a esa mierda de fiesta, me están obligando pero tampoco voy a ir como ridícula. -espeto tratando de hacerla entender.

-Te vas a poner ese vestido y es mi última palabra. -suelta molesta.

-¿Es que tanto coger y beber te dañaron las neuronas? ¿Cuando me has visto con un vestido rosa? Si quieres hacer el ridículo póntelo tú.

-Mira niña estúpida te vas a poner el maldito vestido porque pasé todo el día de ayer buscándolo para ti.

«Allí está la verdadera Stella.»

-No me hagas reír. Pasaste todo el día cogiendo con el jovencito de turno para después pasar por la tienda a buscar el vestido que habías apartado hace un mes. -doy la vuelta caminando a la puerta- Devuelvelo o póntelo para cumplirle la fantasía a uno de tus niños de que se está follando a la mamá de Barbie.

-¡Morgan!. -grita pero no me volteo a verla.

La dejo molesta en su alcoba y voy a la mía para darme una ducha y salir a comprar el dichoso vestido.

«Está loca si cree que me pondré esa ridiculez.»

≈ • ≈ • ≈ • ≈ • ≈

Ya en el centro comercial camino de tienda en tienda en busca del vestido, hasta que veo uno azul rey hasta los tobillos con una abertura que deja ver toda la pierna izquierda y en la parte parte superior tiene un corsé de pedrería con mangas tres cuartos sin escote.

«Ese es. Es perfecto.»

Entro en la tienda y al probarmelo me encanta cómo se adapta a mi cuerpo, lastima que no puedo ponerme zapatos bajos por la abertura de la pierna.

«¡Uy no! Tendré que usar tacones.»

Pago el vestido y voy por las sandalias. Compro unas con detalles azules que me fascinaron pero debo tener cuidado al caminar porque el tacón es muy fino, sin embargo son muy hermosas, llego a la casa y le doy las gracias Roger por llevarme y acompañarme a las tiendas, tiene muy buen gusto porque las sandalias fueron elección de él y son las que se ven mejor con el vestido.

≈ • ≈ • ≈ • ≈ • ≈

Estoy distraída pensando cómo peinarme y cuáles brazaletes usar con el vestido, entro a mi habitación y cierro la puerta con seguro, dejo las bolsas a un lado para ir al baño a preparar la tina porque necesito un momento de relajación. Al entrar al baño veo a Dante sonriendo y el miedo se hace presente cuando me agarra del brazo evitando que salga corriendo.

-Hola, Princesa. -me habla pegandome a su cuerpo- ¿Qué te dije?. Cómo siempre contigo todo es a las malas -me lanza en la cama- ¿Por qué te gusta hacerme molestar?.

-Da-dante, debo arreglarme porque sabes que Ben se enoja. -estoy aterrada, sabía que se pondría furioso por lo de la mañana- Suéltame.

-Shhh, tranquila Morgan. No voy hacerte nada, solo vamos a divertirnos. -dice empezando a soltar su cinturón.

«No, no otra vez.»

-Dante, por favor no lo hagas. Siento lo de esta mañana. -digo moviéndome para que se baje de encima de mí- Por favor, no lo hagas- susurro solo para nosotros y ya no puedo controlar las lágrimas.

-Princesa no llores. -dice limpiando mis lágrimas- No te haré nada, aunque si estoy molesto contigo porque Elizabeth se enteró de la cocaína. Ahora me jode con el tema de la rehabilitación por tu culpa.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.