Capítulo 8

Yura

Estoy en el salón viendo a todos saludar a los Vaughn solo falta la pequeña que se está haciendo de rogar, mis hombres me dieron la entrada para pasar sin problemas pero hay tantas personas que es muy difícil que lleven el control de todos los presentes.

La festejada hace su aparición y se roba las miradas de todos los hombres allí reunidos, se ve preciosa con ese vestido azul rey que tiene una abertura de la pierna que se le ve increíblemente sexy. Recibe las felicitaciones de todos y corresponde de manera educada hasta que se acerca a su familia, recibe el abrazo de la novia del hermano y después se acerca él pero la rubia con rapidez se va y la sigo.

«Esta es mi oportunidad.»

Camino detrás de Morgan que entra a una terraza bastante alejada después agarrar una copa con champagne, se quita las sandalias y se sienta en el piso sin importarle arruinar su vestido, me quedo viéndola porque no parece una chica feliz con su fiesta de veinte años, incluso hasta llora.

«¿Qué mierda hago fijándome si se ve feliz o no?.»

Entro y ni siquiera me mira.

-¿Por qué estás tan sola?

Limpia sus lágrimas rápidamente y voltea a verme, lo hace fijamente como en el restaurante.

-Porque quiero. -me dice seria.

-Es tu fiesta, no deberías estar acá sola. ¿Qué van a decir los invitados? -le digo sentándome a su lado.

Cómo está mirando al frente aprovecho de echar el somnífero en su copa.

-Me importa una mierda lo que digan los invitados, además no conozco a ninguno. -toma un trago de su copa- Esta fiesta no es para mí, es para los lamebotas de Ben. -responde molesta.

«La nena quiere atención.»

-Yo no soy ningún lamebotas y menos de Ben.

«Vengo por ti, pequeña.»

-¿Entonces qué haces aquí?. Porque yo no te conozco.

«No me conoce y se quedó viéndome embobada por segunda vez.»

-Bueno solo quería saber si estabas bien. -hablo ocultando mi molestia y ella me muestra una pequeña sonrisa.

Toma un trago de su bebida y me mira otra vez.

-Gracias por tu preocupación, estoy excelente. -me miente- Por cierto, ¿Cuál es tu nombre? -me pregunta.

-Yura Maximov. -contesto extendiendo mi mano para estrechar la suya.

-Yo soy Morgan… Morgan Vaughn. -me dice estrechando mi mano.

Su mano es muy pequeña y queda completamente oculta por la mía.

-Lo sé -me levanto- Nos vemos pronto pequeña Morgan.

Salgo de allí dejándola sola, el somnífero empezará hacer su efecto dentro de unos pocos minutos, espero a que salga y me voy trás ella que se va sujetando de la pared para no caerse, al entrar al baño se para frente al espejo. Me acerco a ella y le rodeo las caderas con mis manos y me pego a su cuerpo.

-Te dije que nos veríamos pronto, pequeña Morgan. -hablo en su oído.

-Yura. -dice mi nombre y esa forma de decirlo me pone duro.

La sujeto antes de caerse, y se la doy a uno de mis hombres.

-Vámonos. -digo saliendo del baño y me arranco del cuello la maldita pajarita que me está asfixiando.

Tenemos todas las salidas vigiladas y la camioneta está estacionada en un punto ciego de la cámara. La meten en la parte trasera de una camioneta y yo me voy en la otra rumbo al aeropuerto. Cuando llegamos el avión privado nos está esperando, tengo los documentos personales de la niña que Roger me entregó hoy en la mañana, seguro su familia pensará que la escapada solo es una pataleta por parte de ella.

Rato después cuando estamos en el aire reviso a la mujer que duerme en la habitación del avión, tiene el vestido enrollado en los muslos, se le notan las bragas y la pálida piel de las piernas.

«Le debe quedar un bonito tono rojo después de azotarla.»

Me estoy poniendo duro de nuevo por verla de esa manera así que salgo de allí.

-¿Dónde está Leslie? -pregunto a uno de mis hombres.

-En el comedor.

Llego al comedor y allí está la mujer que busco. La abordo por la espalda poniendo su culo en pompa en la mesa que está ordenando, manoseo sus nalgas y sé que le gusta por la manera en que gime, subo su falda y me deja ver qué no tiene ropa interior.

-Siempre estás preparada -le digo azotando sus nalgas hasta que se están poniendo rojas.

-Para usted siempre señor. -responde con la respiración acelerada.

«Así me gusta.»

Bajo mi bragueta y me pongo un condón, paseo mi verga por su canal hasta que la embisto fuerte y comienzo a moverme para sacar de mi sistema la imagen que me puso duro. Leslie chilla disfrutando la manera en que me muevo, la levanto y le abro bruscamente la camisa para sacarle las tetas del sujetador y pellizcar sus pezones. Voltea su cara hacia mi queriendo besarme pero me aparto.

«Solo beso a la que me da la gana de besar.»

Sigo moviéndome hasta que ella llega al orgasmo seguida de mí que me derramo en el condón, me deshago del preservativo y subo mi bragueta.

-Señor… espero haberlo ayudado. -me mira con ojos perversos mientras se baja la falda.

«Lo hizo y merece una recompensa.»

Me acerco y le doy un piquito que la ruboriza, me hace gracia que le ocurra y cualquiera diría que hace unos minutos no estaba abiertas de piernas con mi verga hasta el fondo.

-Espero mi whisky. -le digo y salgo a tomar asiento.

Paso de nuevo por la habitación y veo a Morgan dormida tal cual la dejé.

«Mostrando las malditas bragas de nuevo.»

Entro a la habitación para arreglarle el condenado vestido para que no se le vea nada, cuando voy a acomodar la prenda siento su mano en mi muñeca.

-¿Qué haces? -habla adormilada.

Me suelto de su agarre, aún está un poco dormida y aprovecho para inyectar otra dosis aunque se resiste un poco pero no tiene la fuerza suficiente para evitarlo.