Sergey
Yura se da la vuelta y me deja allí, su actitud ya me dió la respuesta que buscaba y es que le gusta la pequeña rubia, eso será algo digno de ver porque Morgan no es cualquier mujer, es la mujer que le va a plantar cara y le dirá sus mierdas cuando no tenga razón y eso es algo que a Yura no le gusta.
«Me voy a divertir mucho con estos dos.»
Por raro que parezca y a pesar de su situación aquí y de quien es, la rubiecita me cae muy bien, es como una hermana pequeña por eso quería partirle la cara a Nikolai cuando me dijo quien la había golpeado pero sé que ese golpe no se quedará sin cobrar porque en estas semanas que he compartido con ella me he dado cuenta de lo fuerte que es y de los conocimientos que tiene aunque ella crea que me engaña.
Entro a la cocina y la veo comiéndose una manzana.
-¿Terminaste grandulón?. -me pregunta mientras mastica.
«Parece una niñita.»
-Ve y prepara una maleta que nos vamos de viaje. -le digo y me mira con ilusión- No te emociones, no vas a tu casa.
Sus ánimos caen inmediatamente.
-No me importa no ir a casa solo quiero ver a la abuela. -me habla y se toca el dije de su cadena.
-Eso no lo decido yo, salimos en una hora. -le informo.
-¿A dónde vamos?. -pregunta tímida.
-Vas a estar bien, ahora muévete.
Me saca la lengua porque no le digo a dónde vamos y sale hacia la habitación.
-Darya prepárame una maleta con ropa adecuada para estar en San Petersburgo unos días. -digo y salgo de la cocina para ir a darme una ducha.
Una hora después ya estoy en la entrada esperando a Morgan junto con los primos, la veo venir arrastrando la maleta y entro para ayudarla.
-¿Por qué traes tantas mierdas?. -pregunto.
-No son mierdas, son mis cosas y no me dijiste cuánto tiempo íbamos a quedarnos a dónde sea que vamos por eso traigo todo, además es mejor que sobre y no que falte. -me responde y sale hacia la camioneta sin tomar en cuenta a los dos hombres que la miran.
-¿No te vas a despedir?. -pregunto porque quiero reírme un rato.
Me pone los ojos en blanco pero lo hace.
-Adiós. -habla sin mirarlos y se agacha- Hermoso lobo te voy a extrañar, adiós. -acaricia al animal- En la cara no Yarost'.
El perro se emociona y quiere pasarle la lengua por la cara.
-предатель. -dice Yura pero solo yo lo escucho y aguanto la risa.
-Ya vámonos rubia.
Se levanta no sin antes darle un beso en la cabeza al perro.
-Portate bien Morgan. -le dice Yura y esta lo mira con rabia dando la vuelta hacía el auto sin contestarle.
≈ • ≈ • ≈ • ≈ • ≈
Hace una hora que llegamos al apartamento y Morgan fue a darse una ducha, al poco tiempo sale con una sudadera que le queda como vestido, un chándal y unas pantuflas con forma de patas de dinosaurio.
-Me doy cuenta que ya te pusiste cómoda. -le digo viendo su atuendo.
-Así es, acá ni puedo salir. ¿Dónde estamos?
-San Petersburgo y antes de que preguntes solo puedo decirte que fueron órdenes de Yura. -me adelanto.
-Ok. -dice y pone los ojos en blanco.
-No hagas eso. -le digo serio- Es como si te fastidiara lo que te digo.
-No me fastidia lo que me dices, me fastidia que no me digas porqué estamos aquí. ¿Por qué tanto misterio? Me vas a matar y me dejaras tirada en un río de San Petersburgo. Por cierto, ¿Hay ríos acá? -pregunta.
-No digas tonterías, si quisieran matarte ya lo habrían hecho.
-¿Podrías llevarme a conocer la ciudad?.
-No puedo, tengo cosas que hacer. -le contesto.
-¿Y mañana si puedes? Es que presiento que me aburrire acá contigo todo el día.
-¿Podrías callarte por un momento? -le digo cansado de tanta cháchara que no me deja pensar.
«Mala idea.»
Un cojín aterriza en mi cabeza al terminar de hablar.
-Rubia, ven aquí. -le digo al ver que dobla el pasillo.
-Has tus cosas y déjame en paz. -me dice molesta y se encierra en su habitación.
Estoy pensando donde llevarla pero me desconcentra escucharla hablar. Después de un rato ya sé a dónde saldremos, voy a llevarla al festival de las noches blancas pero la despertaré en la madrugada para hacerla molestar, se ve muy chistosa cuando lo hace.
≈ • ≈ • ≈ • ≈ • ≈
Ya son la una de la madrugada y estoy listo para salir pero debo despertar a la rubiecita, seguro se levanta molesta, voy a su habitación y abro la puerta de manera silenciosa, está durmiendo de medio lado pero tiene todo el cabello en la cara. Me río por la maldad que le haré y agarro la cobija para quitársela de manera brusca haciendo que se despierte.
-Levántate y ponte algo decente. -digo viendo que casi se le ven las bragas y le lanzo la cobija a la cara para luego salir de la habitación.
-Sergey son la una de la madrugada, estás loco. ¿A dónde vamos a ir a esta hora?. -habla viniendo detrás de mí.- Grandulón que vamos hacer a esta hora en la ca…
Se queda callada viendo lo iluminado que está el salón.
Morgan
Ya no estoy calentita en la cama y gracias a eso me despierto entonces veo a Sergey frente a mi con la cobija en la mano y está listo para salir no sé a dónde.
-Levántate y ponte algo decente. -dice lanzándome la cobija a la cara y sale de la habitación.
Veo la hora y son la una de la madrugada.
«¿Está loco o qué?»
-Sergey son la una de la madrugada, estás loco. ¿A dónde vamos a ir a esta hora?. -digo mientras camino al salón tratando de calzarme mis patas de dinosaurio- Grandulón que vamos hacer a esta hora en la ca…
No termino de hablar porque la luz del día entra por el ventanal del salón.
-Lo siento, últimamente duermo muy bien pero no sentí que dormí tanto como para que esté amaneciendo. ¿Por qué el reloj dice que son la una de la madrugada? Hay que configurarlo nuevamente.