Yura
Al llegar al aeropuerto de Washington ya nos esperan las camionetas que nos llevarán a la casa en la que nos quedaremos. Morgan está mirando a todos lados con el miedo pintado en la mirada.
-Morgan camina rápido. -la regaña Nikolai caminando a la salida- Pareces una paranoica mirando a todos lados.
Estamos en su país y en el estado donde vivía, así que aquí cualquiera puede reconocerla e irle con el chisme a su familia. Nikolai y Sergey van en una de las tres camionetas que resguardan la mía y tengo al lado a Morgan que empieza a temblar al entrar en una de las urbanizaciones más lujosas de Washington que es donde nos quedaremos y casualmente es donde está su casa.
-Yo no puedo estar aquí. -dice a punto de llorar- No pueden verme. Yura vámonos, por favor.
-Cálmate. -le digo lo más tranquilo que puedo pero el que no deje de temblar y empiece a llorar me exaspera- ¡Maldita sea tienes que tranquilizarte!
La tomo del rostro y hago que me mire.
-Tengo miedo. -contesta y le creo porque puedo leer el pánico en su cara.
-Ocúltalo, no dejes que nunca nadie te vea de esta manera. -limpio sus lágrimas- ¿Entiendes? El pánico puede estar invadiendo tu cuerpo pero jamás lo demuestras, sé más fuerte y toma el control.
Seguimos en la misma posición y le acaricio la nuca para que poco a poco se vaya relajando porque tiene la respiración muy acelerada. Su mirada me incomoda y más aún después de lo que me dijo en el avión.
-Gracias. -agradece más calmada.
Asiento y me devuelvo a mi puesto a la vez que entramos en el garage de la casa y me bajo seguido de Morgan que viene tras de mí y queda de piedra al ver a las mujeres en el salón.
-¿Abuela? ¿Mary? -las llama y ellas la ven.
-¿Mi sol estás bien? -contesta su abuela.
-¡Abuela! -grita y corre hacia ella con una gran sonrisa en el rostro que hasta ahora no le había visto- Te extrañé tanto.
La mujer mayor la abraza y luego se une la otra que le acaricia el cabello, hablan entre ellas sin soltarse hasta que la abuela empieza golpearle el brazo mientras la regaña y la otra se ríe.
-¡¿Sabes lo preocupada que estábamos?! ¡Casi muero al saber que desapareciste! ¿Quieres que muera? -le grita mientras le pega y vuelve a abrazarla- ¿Por qué te fuiste?
Morgan me mira y sabe que no puede decir absolutamente nada.
-Yo… -trata de decir pero la acompañante de su abuela la interrumpe.
-Tu hermano ha estado tan preocupado, Morgan, no ha dejado de buscarte y tus padres tampoco. Ben fue a hablar con Sara para saber si no te habías comunicado con ella pero hasta ese momento no sabíamos nada de ti. -habla la tal Mary.
Ella se aleja de las ancianas, pálida, sin decir ni una palabra.
-Mucho gusto. -interviene mi primo tomándola de la cintura- Soy Nikolai Maximov, el esposo de Morgan.
Me largo porque no quiero escuchar el montón de tonterías que seguro le van a preguntar, me encamino hacia el estudio y Sergey ya está allí.
-He revisado los videos de hace un mes y Dante es un cliente regular del club, deja un buen dinero allí cada mes, viendo las veces que va y tomando en cuenta todo lo que consume, hay otros tipos importantes aunque no tan relevantes como él que no figuran en la lista de los VIP que hemos recibido. -explica y me enseña varias tomas con diferentes fechas donde se les ve entrar y salir.- Vaugh se reúne en ocasiones con dos hombres que no he podido reconocer porque siempre van cubiertos. También el dinero por el alquiler de los reservados y otra gran parte no está en las cuentas del club.
-Porque está en las cuentas de nuestro encargado. -concluyo serio y Sergey asiente- Si no hay rastro de sus visitas no hay rastro de su dinero y sino pongo el orden hacen lo que les viene en gana como ahora. Hoy nos vamos de fiesta, el Past' Volkaj tendrá un cambio de dirección. Un encargado muerto no se puede hacer cargo de un club tan lujoso.
Sergey sonríe.
-Como mandes, iré a prepararme. -me informa y sale del estudio.
Hoy no estoy para aguantar nada de nadie, así que iré a divertirme ya que hace tiempo no lo hago. Luke se cree muy inteligente pero no tanto como para darse cuenta que las cámaras de vigilancia que manipula a su antojo no son las que yo manejo, él solo tiene acceso a las que están a la vista de todos, y yo las que nadie puede ver ya que están camufladas entre las lámparas y objetos de decoración repartidos por todo el club, vigilo cada rincón; tengo información comprometedora de gente importante que va a “divertirse” en mi discoteca. Debo poner orden de nuevo en Estados Unidos, después que Katerina murió no presté atención a mis negocios en este país pero es hora de enfocarse nuevamente.
Enciendo un cigarrillo y me siento en el sillón mientras pienso en toda la mierda que se va a desatar si compruebo que los hombres con los que se reúne Dante en mi club son italianos. Termino de fumar y subo a mi habitación donde está Yarost’ despertando después de doparlo para hacer el viaje, se pone muy inquieto en un avión y por eso prefiero dormirlo mientras estamos volando, despertando hambriento cada vez que viajamos.
-Se despertó el bello durmiente. -se levanta y viene a mi sitio para que le rasque las orejas- Iremos de fiesta y cenaremos fuera.
Me meto en la ducha para quitarme un poco el cansancio del día, al salir ya mi ropa está en el armario y busco una franela negra y vaqueros del mismo color, termino de alistarme colocándome una botas militares.
-Yarost’. -lo llamo después que agarro una gorra negra y salgo con él hacia el salón donde Sergey debe estar esperando.
Está allí con Nikolai bebiendo un trago, sintiéndose molesto pero no le doy importancia porque él debe cumplir mis órdenes sea lo que sea. Sergey sonríe al verme de arriba a abajo y mi primo ni me mira.
-Vámonos rápido, creo que Nikolai quiere estar solo en la casa para consumar el matrimonio- dice el chico a modo de broma y el otro se le viene encima a golpearlo, terminan en el suelo como hacen en ocasiones cuando uno de los dos está molesto y se van a los golpes.