Morgan
Me mira con esos ojos cristalinos que me hipnotizan y… lo beso. Responde pegándome a su cuerpo y yo le rodeo el cuello con los brazos, dije que no volvería a acercarme pero no puedo evitarlo, me alza pegándome contra la pared y disfruto de sus labios sobre los míos, no se parece en nada a cuando Nikolai me besó porque… Reacciono inmediatamente y me separo de su boca.
-Lo siento, me volví loca, Nikolai está aquí y a pesar de no querer este matrimonio no quiero faltarle el respeto. -digo y me baja al suelo con expresión asesina para luego dirigirse a la puerta sin mirarme- Yura.
Me apresuro a tomar su mano pero se suelta de forma brusca.
-Prepárate para visitar a tu abuela, en pocos días nos iremos a Rusia. -informa y sale de la habitación.
Quiero abofetearme por ser tan idiota, lo beso y ¿me disculpo por faltarle el respeto a Nikolai? ¿Qué demonios me pasa? Definitivamente soy idiota. Me alisto para salir lo más rápido posible porque no quiero que Yura me vea ni tampoco encontrarme a Nikolai, aunque tampoco lo he visto desde hace días. Cuando estoy lista salgo de la habitación y me apresuro a la salida pero no tan rápido como quisiera ya que me encuentro a Sergey.
-Rubia, sígueme. -ordena y nos dirigimos al estudio.
«Espero que no esté Yura dentro.»
Yura está sentado en su escritorio y no me determina. El grandulón va hasta el escritorio y toma el teléfono que está allí.
-Es tuyo, solo tiene cuatro números grabados. -dicen entregándome el aparato- El de Yura, Nikolai, el mío y Jun que será tu guardaespaldas principal, sólo nos puedes llamar a nosotros y recibir nuestras llamadas. En todo momento sabremos dónde estás, así que no puedes apagarlo.
-Entiendo. -respondo y tomo el aparato.
Tocan la puerta y Sergey da la orden de pasar, entonces veo a un hombre de la contextura del grandulón ponerse a mi lado.
-Soy Jun Novikov, seré su sombra a partir de hoy, señora. -se presenta y asiento en respuesta ya que me intimida un poco.
-Hola Jun, soy Morgan.
-Jun te cuidará y será quien dirija a los demás hombres que estarán contigo. -habla Yura sin mirarme- Todos los movimientos de la señora me los dices a mí, no te separarás de ella por nada, ni aunque ella te lo suplique y si intenta escapar le das un tiro en una pierna.
-Así lo haré señor. -responde Jun y yo miro a su jefe.
-Oye, yo…
-Larguense. -me interrumpe el muy idiota y Sergey me hace salir sin poder decirle nada a su jefe.
-Ve, las camionetas están listas y esperando por ti.
Salgo y me monto en una de las camionetas con Jun en el asiento del copiloto, sabe el camino a casa de mi abuela y me emociona verla desde lejos en su jardín cuando llegamos así que me bajo de la camioneta y voy directo hacia ella.
-¡Abuela! -la llamo y se voltea con una sonrisa en el rostro, se limpia las manos de su delantal y la abrazo, feliz por verla.
-¡Mi sol que linda estás! Cuidado no quiero llenarte de tierra. -me aparta y verifica que mi ropa no esté sucia.
-Descuida, me alegra tanto verte. ¿Cómo has estado? -pregunto alegre.
-Hemos estado muy bien, saber de ti me calmo porque me tenías muy preocupada, no debiste irte de esa manera porque todos estábamos muy angustiados por ti. -me regaña- Hasta tu hermano vino a verme para saber si no sabía de tu paradero y tu padre está muy molesto contigo, no te dije nada ese día por estar tu esposo allí pero estuvo muy mal como te fuiste.
Me pongo seria de inmediato.
-No debes decirles nada abuela, no quiero verlos. A ninguno, solo a ti porque tú eres mi única familia.
Suelta un suspiro.
-Morgan, sé que Benjamin no es el padre más amoroso pero te quiere, entiendo que te sientas disgustada con Stella porque no ha sido una buena madre sin embargo…
-No abuela, no han sido buenos, ninguno ha sido bueno conmigo por eso no quiero estar cerca de ellos. Por favor apóyame.
-Morgan. -escucho la voz de Benjamín que sale de la casa y veo que viene hacia mí furioso- ¿Lo llamaste?
-Lo siento mi sol pero es tú padre y está preocupado. -contesta apenada.
-Aún parece que no conoces a tu hijo. -le digo y me dirijo a la salida pero no puedo ya que Ben me agarra del cabello.
-¡Benjamín, no! -escucho a mi abuela gritar- Déjala hablar.
Me voltea y recibo una bofetada que me manda al suelo.
-¡¿Sabes la vergüenza que pasé?! -escupe iracundo- ¡Por tu maldita culpa Carl y yo quedamos como unos imbéciles delante de todos nuestros clientes!
Me levanto y toco la mejilla sintiendo ese dolor que conozco bien gracias a él.
»¡Eres una maldita malagradecida!
Me alejo para que no vuelva a golpearme y la abuela trata de agarrarlo pero se suelta. Lanza otro golpe que alcanza mi boca y saboreo el sabor de mi sangre.
-¡Déjame en paz! -le grito- ¡Vete con tu hijo perfecto!
-¡Benjamín ya basta! -vuelve a gritar la abuela y siento que lo apartan de mí.
Veo a Jun apuntando con un arma.
-Aléjese o no respondo. -habla el guardaespaldas y me levanto- ¿Señora está bien?
-Estoy bien Jun, vámonos. -veo a mi abuela que llora y no me mira, me acerco y la tomo de las manos bajo la mirada furiosa de Benjamin que aún está siendo apuntado por Jun- Mírame, estoy bien pero por esto no quiero regresar.
-Lo siento, yo pensé que solo hablaría contigo. -contesto llorando y acaricia mi mejilla- Ve tranquila, hablaré con él.
-No voy a regresar con ellos, ya lo decidí. -la abrazo porque no me gusta verla así- Te quiero, vendré después.
Paso por el lado de mi padre y lo miro.
-¿Ahora andas con criminales? -pregunta.
-No es tu asunto con quién ando, nunca lo ha sido. Esta es la última vez que me golpeas, te juro que si lo haces de nuevo te devuelvo el golpe sin importar que seas mi padre, acabas de hacer que pierda la última pizca de respeto que te tenía. Vámonos, Jun.
-¡Morgan vuelve aquí! -grita y no le hago caso- ¡Te estoy hablando! ¡Morgan!