Morgan
Cuando la balacera cesa y la adrenalina disminuye, mis manos empiezan a temblar incontrolablemente y empiezo a llorar.
-Maté personas. -digo sollozando al ser consciente de lo que acabo de experimentar- Soy… soy una asesina, yo los maté.
-Morgan es supervivencia, eran ellos o nosotros. -dice Yura serio- ¿Querías morir en medio de esa balacera?. ¿Crees que alguno de ellos iba a tener consideración contigo?. De haber podido hacerlo iban a matarnos sin remordimientos. ¿Lo entiendes?
-Tenía mucho miedo, no quería que nos mataran. -contesto limpiando mis lágrimas- E hice lo que me dijiste y lo que he practicado.
Me mira de una manera que no sé interpretar.
-¿Ellos o nosotros? -pregunta de un momento a otro.
-Nosotros. -respondo entendiendo sus palabras.
-Así es, siempre nosotros. -corrobora y me da un beso en los labios que me deja aun mas aturdida de lo que estoy.
Me ayuda a levantar y veo que Sergey y Nikolai se acercan con arma en mano.
«¿Me besó?»
-No vuelven a salir juntos. -dice Nik- Cariño, no te dejaré salir sola de nuevo. Te dejo una noche y le metes un tiro a un italiano… ¡Sin mí!
Traigo a mi mente de nuevo la cara de ese hombre que quería matarnos, ahora que lo pienso tranquilamente fueron varias las veces que lo ví en la casa.
-Me hubiera encantado verle la cara a ese idiota al ver quien lo hirió. -se burla Sergey.
-Ese hombre… Yo lo he visto antes. -hablo y los tres me miran.
-¿Qué dijiste? -pregunta Nik- ¿Lo conoces?
-No sé quién es pero si lo he visto, lo ví en casa varias veces.
-¿Qué hacía allí? -me interroga Sergey.
-No lo sé, solo lo ví en algunas ocasiones pero era él. -respondo sin mirarlos y dejan de insistir- ¿Nos podemos ir?
Yura asiente sin dejar de mirarme y se adelanta con los demás, me quito la sandalia que me queda porque no sé donde está la otra y los sigo.
-Morgan viene conmigo. -informa Yura y me señala la camioneta en la que entro, sube detrás de mí y arrancamos rumbo a la mansión- Sé que hay algo más, no nos contaste todo.
Respiro profundo y me preparo para relatar lo que oculté.
-No sé como se llama pero si lo ví algunas veces en casa con Dante, no tengo idea de qué hablaban porque cuando Dante estaba en casa yo me encerraba en mi habitación sin embargo en ocasiones debía salir y allí era donde lo veía. -lo miro y continúo- Una vez me ofreció drogas y yo acepté, la vez siguiente que volví a verlo me ofreció de nuevo, sin embargo, ya no eran gratis como la vez anterior.
-¿Follaste con él? -interroga brusco.
-No, le dije que no iba a tener sexo con él y eso lo puso furioso e intento forzarme en el salón de la casa, me rompió la blusa y trataba de besarme pero yo no me dejaba, luché con él hasta que Dante entró y se puso colérico al verme desnuda de cintura para arriba. -la vista se me nubla por las lágrimas- Muy en el fondo pensé aún sabiendo que sería imposible, pensé que Dante golpearía a ese hombre por lo que me hizo pero no fue así, -sollozo al recordarlo- me golpeó a mí y cuando se cansó de los puños se quitó el cinturón, rompió mi piel con cada latigazo que me daba y ese hombre solo estaba en el sofá riendo como si viera el mejor espectáculo de su vida. -me limpio el rostro- Por su culpa me gané las cicatrices que tengo en el cuerpo, estoy marcada porque el maldito que tengo como hermano casi me mata por darle a otro lo que según es suyo. -vuelvo a mirarlo y tiene la mandíbula apretada- Sé que lo sabes, tus palabras de esta noche me lo confirmaron.
Solo me mira durante un rato hasta que habla.
-Sabes que no soy bueno, no me asquea la sangre porque disfruto lo que hago como Pakhan de esta organización, he hecho muchas cosas que tú ni siquiera pensarías pero hasta yo tengo límites, pocos pero los tengo, que tu hermano se propasara contigo y que tus padres sean conscientes de ese abuso es uno de mis límites porque yo jamás hubiera pensado en hacerle esa atrocidad a Katerina. No estaba seguro pero exponerte a él aclaró más mis dudas y lo que dije esta noche terminó de confirmar lo que había concluido.
-Aborrezco tanto a Dante que quisiera matarlo con mis propias manos, quiero que pague por todo lo que me ha hecho pero solo pensar estar cerca de él me llena de pánico y me odio por eso. -hablo con todo el odio que guardo hacia él y por sentirme como me siento cuando lo tengo cerca- Quiero que se arrepienta de todo lo que me ha hecho al igual que ese hombre que se rió de mí mientras Dante me pegaba.
-¿Por eso le disparaste?
No puedo disimular mi sonrisa al recordar su cara de dolor al recibir el disparo.
»¿Disfrutaste al hacerlo? -me mira- No contestes, la expresión de tu rostro me dice que sí.
-Recordé cuánto se rió de mí y solo quise darle un poco de lo que sentí yo en ese momento, aparte nos quería matar y no dejaba de gritar, solo quería que se callara. -contesto y su expresión burlona me gusta porque no se burla de mí sino de ese hombre.
-¿Eres la misma llorona de hace un rato? ¿Eres la que estaba llorando por matar a los hijos de puta que querían acabarnos? -sonríe de nuevo- Va a tardar en recuperarse de ese disparo y estará muy enojado así que debemos estar alerta.
Asiento.
»Dante tampoco está contento y ambos van a venir por nosotros, el hombre de hace un rato es Piero Fiorentini y es el tercer hijo del capo de la mafia italiana. -lo miro sin poder creerlo- Dante está involucrado en su negocio de trata de blancas, trabaja con ellos hace años.
-¿Dante trafica personas? -rompo en llanto- ¿Lo dices en serio?
-No tengo porqué mentirte, Morgan. En el mundo criminal todos nos damos a conocer por lo que hacemos y tu hermano es muy bueno en su negocio.
-Tú…
-No, mi negocio son las armas y drogas. -responde con normalidad y sé que no es bueno como ya lo dijo pero con él no me siento en peligro como con Dante.- ¿Tienes hambre?