Yura
Despierto por el hundimiento del colchón y me doy cuenta que Yarost' está en medio de nosotros con el hocico casi en la cara sonriente de Morgan que le rasca las orejas.
-¿Qué mierda? -me siento al ver la imagen en mi cama y lo palmeo para que se baje- Bajate de la cama Yarost'.
Lo empujo pero el traidor se aferra a Morgan que lo abraza.
»¡Bájate! -le grito y no me hace caso.
-Déjalo, no está haciendo nada malo. ¿Por qué eres tan cruel con él?
-Lo dejo dormir en mi habitación pero no me gusta que esté en mi cama, solo yo la uso y tú eres una excepción. Haz que se baje.
Palmeo de nuevo al lobo para que vaya al suelo y ahora sí me obedece ya que Morgan lo suelta.
-Al suelo precioso, no puedes estar aquí arriba. -le dice de manera cariñosa y me levanto desnudo para sacarlo de la habitación. Cuando me volteo para ir a la cama Morgan desvía la mirada con las mejillas sonrojadas- Vamos a ducharnos.
La echo sobre mi hombro y se queja por mi falta de sutileza, entramos en la ducha y me mira la parte interna del brazo derecho dándose cuenta de mi tatuaje.
-No pensé que fueras religioso. -dice con ojos curiosos mientras me agarra el brazo para detallar el cristo en la cruz que tengo tatuado- No lo pareces para nada.
-Porque no lo soy, ese tatuaje solo representa el máximo puesto de la bratva. -sus ojos se abren asimilando mis palabras y traga grueso- ¿Entiendes la magnitud del poder que tengo? De cara a la gente soy uno de los mejores médicos a nivel mundial y presidente de la mejor y más grande clínica de dos continentes. -pongo un mechón de cabello tras su oreja mientras me mira atenta- Pero en las sombras, pequeña Morgan, soy el jefe de una de las organizaciones más grandes de la mafia, soy el Pakhan, lidero el mundo criminal de lo que era la antigua unión soviética para el mundo y aún sigue unida en el bajo mundo, que no es tan bajo porque quienes la conformamos no somos ningunos idiotas.
-Eres -carraspea y habla de nuevo- eres un…
-Un hombre muy peligroso y cuando me hacen enojar soy peor, devuelvo el golpe el doble de fuerte. -se va alejando y la atraigo pegandola a mi cuerpo- Por eso estás aquí, sin embargo fuiste una sorpresa porque odias a Dante tanto o más que yo y eso me gusta, me encanta que lo odies cómo lo haces.
-Me ha hecho mucho daño. -responde con la piel erizada.
-Lo sé y vamos hacer que pague por eso pero necesito que seas fuerte, no puedes dejar que el miedo te domine cuando estés frente a él.
-No, Yura yo… no puedo… me…
-Si puedes. -refuto- ¿No te has dado cuenta hasta donde has llegado desde que nos conocimos? Estabas en un calabozo y aun estando aterrada estabas dispuesta a darnos la pelea sabiendo que ibas a perder y ahora estás aquí en nuestra mansión como una más de nosotros. Eso tienes que hacer con Dante, no demostrarle miedo aunque estés aterrada porque se aprovechara de eso para hacerte daño de nuevo.
-Estoy aquí porque te conviene. -contesta seria y me da la espalda.
-Nos conviene a ambos, pequeña. ¿No creo que quieras regresar con tu querida familia o sí?
-Obviamente no quiero. -se suelta de mi agarre y se acerca para presionar el botón que suelta el chorro de agua fría que la hace gritar- ¡Aaahhh, está helada!
Me empuja queriendo escapar de chorro y no la dejo, al contrario lo programo para que caiga en toda la cabina de la ducha y vaya regulando la temperatura.
»Tengo frío, déjame salir. -me reclama.
-No seas cobarde, ya va a pasar. -digo mirando los labios ligeramente morados y temblorosos- Ahora date la vuelta, hay que lavarte.
-Yo puedo hacerlo.
No le hago caso y la volteo para que quede de espalda a mi a la vez que agarro la ducha de mano.
-Vamos a lavar esto. -meto mi mano entre sus piernas y apunto el chorro de la ducha a su coño- Hay mucho de mí aquí. -digo lavando su vagina como si fuera una niña.
-Yo lo hago. -habla con la cara totalmente roja y trata de alejar mi mano- Esto es vergonzoso, Yura.
-¿Por qué? Solo te estoy lavando, hay que dejarlo limpio para volver a ensuciarlo. -mi mano sube tocando la cicatriz de su vientre y se tensa inmediatamente así que la bajo de nuevo y sigo lavando- En algún momento tendrás que decírmelo.
No contesta y dejo la ducha de mano para lavar su cabello, se deja hacer hasta que termino y le pongo un albornoz para que se seque y le entrego una toalla para que quite el exceso de agua de su cabello.
-Gracias. -agradece sin mirarme.
-Ve a tu habitación, debemos bajar a desayunar. -asiente y sale del baño.
Cambio la temperatura del agua y me ducho pensando en la noche que pasé con Morgan, esa maldita mocosa me altera y descontrola de una manera que ni yo entiendo pero sería un hipócrita si no reconozco que hasta ahora ha sido la única que ha llenado mis expectativas y ha despertado a la bestia que está hambrienta por ella. Me ducho rápido y me visto para bajar a desayunar.
-Buenos días. -dicen todos al verme entrar y asiento sentándome en mi lugar.
-Rubia ¿Dónde estabas anoche? -escucho que Sergey le susurra a Morgan- Fui a buscarte y no estabas.
Se atora con la comida que tiene en la boca y empieza a toser, toma agua y cuando se calma ve al hombre a su lado totalmente roja y yo sigo desayunando como si nada.
-En mi habitación. ¿En qué otro sitio podría estar? -responde Morgan sin mirarlo y él sonríe.
-Entonces en la mañana… ¿También estabas en tu habitación? -vuelva preguntarle y ella asiente.
Podría quitarle a Novikov de encima para que deje de hacerle preguntas pero estoy disfrutando de verla ruborizada.
»Oh, creí haber visto tu habitación vacía y tu cama intacta cuando desperté en la madrugada porque la puerta estaba abierta. -dice con aire distraído pero sé que solo está jugando con ella.