Escribir, leer, reescribir,
no por amor ni necesidad,
sino por el vacío que me devora.
Por la urgencia de deshacerme,
de romper mi alma, de quebrarla,
y ver si algo nuevo, menos oscuro, surge entre las ruinas.
Escribir para huir del monstruo que soy,
de este cuerpo que me asfixia con su peso inútil.
Escribir para no ser, ni yo ni nadie,
para desvanecerme, en la página vacía.
Mi mente ya no grita, ya no busca,
solo se arrastra.
Tanta tinta sobre mi, y sigo siendo la misma,
la que se derrumba en cada palabra que no la salva.
Escribir para no morir en el intento y seguir respirando,
en lo que podría ser , pero de lo que nunca fue.