Revoluciones cotidianas.

El miedo de la escritora.

Mi imperio romano es esta necesidad

de querer escribir poesía ,

de intentar poner en palabras todo lo que me habita,

lo que permanece invisible .

Pero algo me detiene,

un temor silente a que los demás lean

aquello que no digo.

Porque escribir, es abrir puertas,

y al hacerlo, quien mira puede entrar,

ver como funciona mi cabeza,

como late mi espíritu,

y qué es lo que me hace ser.

Me aterra esa cercanía,

que descubran el por qué callo y el porqué de mis grietas.

¿Qué pasa si todo lo que soy se revela en un verso

y ya no tengo secretos?

Entonces, no temo a escribir, temo a que me lean,

y que, al leerme, sean capaces de verme tal como soy.



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En el texto hay: desamor, amor, poesía.

Editado: 26.06.2025

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