Rex Heaton

Capítulo 40: Lola

Estoy algo nerviosa por el enfrentamiento con mi ex. Espero que Cecilia y Carlos estén en lo cierto con respecto a su hijo y acceda a la petición de ellos sin generar drama.

Si me tengo que enfrentar a él en la corte, lo haré y pelearé, pero prefiero evitarlo porque el proceso puede durar meses. Sería mucho estrés para todos, en especial para mi hija y para mí.

En caso de los señores Leguizamón no logren nada, Cian y Rex tienen un plan B, que consta en tener a una de las ex de Maico como testigo para que testifique en contra de Maico, diciendo como la abandonó cuando supo que estaba embarazada y que perdió el bebé. Ella, a diferencia mía, tiene pruebas y testigos. Y está dispuesta a testificar si es necesario porque no le parece justo lo que está haciendo.

Cian hizo un buen trabajo encontrando algo sucio del pasado y como ella vive en Mendoza, no le costó encontrarla y hablar con ella. Aunque esperamos no tener que llegar a eso.

Quiero estar en paz con mi hija y con Rex, si decide quedarse después de que todo esto pase.

No hemos hablado sobre lo que pasará una vez que la situación con Valentina se arregle. Él está enfocado en esto y me da miedo su respuesta, por lo que he pospuesto la charla.

Mi único consuelo es que no se desligará de Valentina sin importar lo que suceda entre nosotros o no le hubiese permitido que lo llamara papá.

Falta un mes para navidad y espero que sea una buena navidad para todos. Rex no puede irse hasta marzo por cuestión de la herencia y espero que se quede después del plazo cumplido.

Willa decidió quedarse, pues dará clases de dibujo a niños en un taller de verano y luego ocupará el puesto como maestra de primer grado dado que la actual planea irse a vivir a otra parte. No es un puesto efectivo, pero puede serlo si ella demuestra ser una buena profesora.

Valentina está feliz porque será su maestra el próximo año cuando comience el primer grado.

Cian aun no ha decido nada y no lo hará hasta último momento. Él es muy hermético y es difícil saber lo que piensa, aunque Rex ha dicho que se ha abierto un poco. Creo que, de los tres hermanos, es quien más necesita ir a un psicólogo.

No puedo asociar al Cian cerrado y antisocial de ahora con el Cian divertido y relajado del pasado que Rex y Willa describieron. Espero que pueda volver algo de su personalidad pasada. Es cierto que cambiamos con el tiempo debido a nuestras experiencias de vida y situaciones de todas clases que pasamos, pero no se pierde la esencia y la personalidad por completo, a veces solo se suprime hasta que estamos listos para renacer. Tengo fe en Cian.

Observo las montañas con las puntas nevadas, amando los paisajes del fin del mundo. No imagino viviendo en ningún otro lado.

Los días de sol son aprovechados al máximo, al punto que negocios cierran para poder aprovechar esos días en temporadas bajas.

Los veranos parecen ser eternos porque puede haber sol hasta las diez de la noche y todos podemos disfrutar de paseos al termino de nuestra jornada laboral gracias a ello, incluso con la ciudad llena de turistas.

Mi lugar es este, también el de Valentina, al menos hasta que sea mayor de edad y decida lo que desea hacer. Espero que Rex también considere este su lugar. Él no es fan del calor y ha dejado claro que disfruta no encontrarse con mosquitos y humedad. Ya vivió aquí gran parte de su vida, así que no sería difícil que se adapte. Si bien esta vez puede generar buenos recuerdos.

—¿Nerviosa?

Alejo la vista de la ventana y la fijo en mi esposo.

—Sí.

Me toma de los hombros.

—Todo saldrá bien. A Maico no le importa Valentina. La quería para un objetivo claro y cuando sepa que no logrará nada, no tendrá problemas en renunciar a ella. Y si no lo hace, ya conoces el segundo plan. Sea como sea, él se irá.

—Gracias.

Sube las manos de mis hombros hasta mi rostro y se inclina para besarme.

—Deja de agradecerme. Valentina es nuestra hija y lucharé por ella. No te olvides que soy tu esposo.

Sonrío y lo abrazo. Quiero volver a decirle que lo amo y que puedo esperar hasta que él se enamore de mí. También debo preguntar si planea regresar a Buenos Aires en algún momento; Sin embargo, no digo nada. Disfruto del abrazo hasta que Maico aparece en compañía de su abogado.

Nos separamos y hacemos un duelo de miradas.

Mi ex tiene la cara algo hinchada y morada en la zona de la nariz. Todo por el puñetazo que Tyron le dio. Sé que fue a denunciarlo, pero la policía no le hizo caso porque no pudo probar que Tyron lo golpeó. Tanto Tyron y Willa lo negaron por completo.

Me reí cuando me contaron lo que pasó y me alegró saber que no pudo hacer nada en contra de mi amigo.

—Espero que esta reunión se deba a que cambiaste de opinión, Lola, y podamos hablar de la custodia compartida.

Me cruzo de brazos.

—Linda nariz.

Él se la toca y suspira.

—Gracias a tu amigo.

—No sé que de hablas, pero si es verdad, a lo mejor te lo merecías.




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