ALEC.-
Había intentando concentrarse en otras cosas antes de siquiera deslizar la preocupación en Kyra en su mente. Quería pensar que todo estaba bien y que de haber algún tipo de problema, su Beta lo solucionaría. Alec, como rey, no tenia por qué preocuparse en nimideces con esa, ya tenía suficiente con sus propios problemas.
—Madre, por favor, solo quiero que estén tranquilos. Si lo mejor para ustedes es tomarse un descanso e irse de viaje por unos meses, está bien. Puedo enviar algún guardia con ustedes para que los cuide.
Su mamá negó rápidamente en una sonrisa cordial y le palmeó la mejilla, mirándole con cariño. Ese viaje ayudaría mucho a distraer a su padre después de las últimas aventuras que había tenido en zona vampírica. Estaba bien que se alejasen y se relajaran, lo único que le preocupaba era que pudieran atacarlos para intentar sobornarle de alguna manera, y su padre ya no era el mismo lobo fuerte de antes. No se lo había dicho, pero enviaría a uno de sus soldados a seguirlos de lejos para cuidarlos, solo por si necesitaban algo. De todas maneras en el mundo humano el riesgo sería mucho menor. Su mamá, por su lado, estaba más que contenta con ese viaje de un mes y medio por el mundo, y no veía la hora para salir de vuelo.
—Cuídate mucho, ¿sí? Vendremos mas pronto de lo que imaginas.
Alec suspiró profundo y asintió antes de depositar un beso en la frente de la señora. Era él quien debía estar preocupado.
—Cuídense ustedes, ¿sí?
—Es lo mejor para tu padre, necesita despejarse antes de regresar por acá. No queremos que vuelva a suceder otro problema con los vampiros, no se lo perdonarán esta vez.
Asintió distraído, viendo cómo sus padres se alejaban hacia la puerta principal, seguido de algunos lobos que los acompañarían hasta su destino final, y uno que otro camuflado para su plan de seguimiento. Sabia que todo iría bien, aunque le apetecía también hacer un viaje hacia cualquier parte solo para olvidarse de que era rey por unas semanas. En ese momento le resultaba difícil debido a las últimas revueltas entre lobos, vampiros y sobre todo el clan de brujos que parecían estar tramando algo muy grande. Los chupa sangre no le generaban mucho conflicto, pero los hechiceros parecían ser un grave problema. Después de la última guerra que ganó su padre, habían jurado vengarse por la muerte de su líder brujo, y prometido obtener el trono de las bestias.
Subió las escaleras hacia su despacho y solo había abierto las puertas cuando el aura de Quinn lo invadió por completo. Sabía que estaba allí por una razón, y esa razón tenía nombre.
—Sus heridas son graves —dijo Quinn bajo al lado del escritorio, como si hubiera estado esperándole por mucho tiempo—. El médico sugiere que la llevemos a la clínica de urgencia, dice que debería estar en en UCI.
Alecsander chasqueó la lengua, quitándole importancia y haciéndole un gesto con la mano para que se fuera. Poco o nada le importaba lo que podía sucederle, ya había salvado la vida de Kyra, por pedido de su lobo Ragnar, ahora ella debía hacer su parte y recuperarse. Es más, Alec había echo mucho yendo a salvarle, en contra de su voluntad y por La Paz mental de su lobo.
Además, conocía muy bien las intenciones de su Beta para saber lo mucho que estaba exagerando, y sinceramente tenía cosas mucho más importantes que hacer como descifrar el responsable de los últimos asesinatos desenfrenados alrededor de los pueblos aledaños. Tenía pendiente realizar el plan de estrategias, el plan de contingencias y revisar el balance contable del reino.
—Quinn, ve al grano, dilo ya —Le ordenó al verlo dudando un momento, de pronto muy interesado en un recuadro que había visto miles de veces.
—Sería más rápida la recuperación si ustedes establecen conexión, después de todo... ella es tu Luna. Tu poder es más que suficiente para curarla con solo tocarla. Siendo el rey lo harías en segundos.
Alec estrujó la pequeña figura de papel entre sus dedos al oírle y, sin dejar de mirarle, le sonrió con molestia.
—Que se vaya a UCI entonces. El hospital más cercano no está tan lejos de aquí.
"Eres un gran hijo de puta" —Le rugió la molesta voz de su lobo Ragnar en su interior—. "Nada te cuesta levantar tu trasero e ir a verla, prefieres andar metido entre las piernas de esa estúpida..."
—Alec, esto es muy serio, Kyra no está bien. La guardia real le hizo muchísimo daño. Tiene heridas en todo el cuerpo.
Sus ojos se cerraron un momento al sentir una ola de dolor envolverle el pecho, abrumando todos sus sentidos. Podía sentir el dolor de Kyra llenándole el cuerpo, ensordeciendo sus pensamientos de agonía.
Odiaba la ridícula conexión que su lobo tenía con esa mujer que de pronto venía a arruinarle todos sus planes. Odiaba cada segundo en el que tuvieron que traerla a su palacio, odiaba ese preciso instante en que tuvo que tocarla e iniciar la conexión que tenían juntos. Ahora estaba amarrado a ella hasta que encontrase la mejor manera de deshacerse de ese problema, sin que interfiriera en su poder natural como monarca. Eso era lo único que le importaba a él, el bienestar de su reino.
—Quinn, que se vaya a la clínica. Prefiero que se muera, así deja de ser una carga.
Cerró los ojos, ignorando la mirada de sorpresa de su Beta cuando abandonó la habitación. Quería olvidar esa ridícula necesidad que sintió cuando la atacaron, cuando sintió morir de preocupación al saberla herida, suplicando ayuda. Lo último que recordaba antes de convertirse, fue recorrer la biblioteca y saltar por el balcón hacia el bosque. Ragnar se encargó del resto, y sí que le había gustado. Ese lobo tramposo hubiera preferido quedarse al lado de ella hasta el amanecer, si no hubiera puesto mano dura. Era suficiente que Ragnar le diera tanto abrazo y besos asquerosos a esa mujer, no quería que su lobo se encariñase tanto con ella, eso lo haría todo más difícil. Más pronto que tarde terminaría deshaciéndose de ella, ese se había convertido en uno de sus prontos objetivos.