Capítulo 1
Marzo 28
¿Alguna vez has pensado en hacer cosas malas que pueden evitar otras mucho peores?
De un momento a otro justo llegando al puente, escuché como a lo lejos una sirena de patrulla comenzaba a resonar más y más acercándose a mí.
—¡Angie!, ¡No lo hagas! —escuchaba a lo lejos, tome el aparato que haría que todo estuviera bien
Mi idea era clara, explotar aquella puerta que haría que todo acabara como la ultima vez, que hizo terminar su vida… con mi vida.
—¿¡Crees que él estaría feliz de lo que harás!?— escuche a mi psiquiatra y me detuve.
La mire con decepción, no sabía si era por ella o por mí misma, pero la emoción estaba presente.
—Baja ese aparato, por favor…— se acercó a mí
—No…— caminé hacia atrás—Y si tengo que explotar con el puente para salvarlo no me importa— mis ojos se humedecían al recordar todo lo que había pasado
—Hay más soluciones, ¿¡okey!?— dijo algo exaltada y siguió —existe una posibilidad donde tú y él estén juntos y felices— me cegó…
Sabía que todo era un truco para que dejara de lado aquel puente que si no se destruía comenzaría una nueva guerra, pero no me importaba, ellos no vieron lo que yo. Y si en mi queda jamás lo harán.
—Solo quiero volver…— me derrumbé, caí patéticamente al suelo y solté el control, para después rápidamente llegará mi psiquiatra junto con un oficial y me alejarán del control
—Tranquila, todo estará bien— me tomo de las mejillas y me encerró en la patrulla, me inyectó algo que supuestamente me calmaria, mas no impedía que destruyera aquella idea de cambiar lo que ya estaba escrito, debo admitir que lo que me inyectaron me ayudó a querer hacerlo con más intensidad.
Pensé sanamente, no puedo estar tranquila sabiendo que sucederá otra vez, aunque ya no sea lo mismo… no quiero ver de nuevo como todo se echa a perder por mi culpa, así que me arme de valor
Golpeé la ventana de la puerta con mi cabeza para después hacerlo lo mismo con las esposas que me habían colocado hasta que logré romperla, dejando una leve herida en mi frente.
Los policías y la psiquiatra se encontraban lejos de la patrulla, con mi cabeza dándome vueltas localice el control, lo tenía un policía en la mano, corrí a arrebatárselo cuando en ese momento todos me voltearon a ver y corrieron hacia mí, pese a mi estado casi inconsciente corrí y evite a todos policías
Creí que nada se interpondría en mi camino, pero el tranquilizante comenzó a hacerse más fuerte conformé me acercaba al puente, hasta que me tropecé con mis pies cayendo el control a unos cuantos metros
Sentía como todos atrás seguían corriendo para atraparme, los gritos de los policías eran fuertes, pero mi cabeza al caer hizo que el ruido se ahogara, reaccione y comencé a acercarme al control arrastrándome hasta que lo tome y presioné el botón haciendo que todos guardarán silencio.
[…]
… Nada
¡¿QUÉ?!, C-COMO QUE NO PASO NADA, NO PUEDE SER, NO, NO…
Presioné el botón desesperada hasta que llegaron los policías y me tomaron de los brazos
—Señorita Angelline Montero queda detenida por intento de destruir el puente entre los reinos Amacendrado y Belazul, tiene derecho a guardar silencio— dijo un policía mientras yo forcejeaba con ellos intentando soltarme cuando repentinamente se escuchó un pitido que se repetía con más intensidad hasta que una fuerte explosión nos empujó y al momento de voltear vi lo que podría considerar lo más glorioso del mundo…
El puente había explotado y ahora todo estaría bien, por ese momento me enfoqué en las llamas de fuego que había formado tal explosión y solo pude sonreír, en ese momento todo se apagó…
El medicamento me noqueó de golpe.
Marzo 29 del 83, Belazul.
—¿Tienes idea de para que te hable? — Me pregunto el señor Rosales, para ser honesto no tenía ni la menor idea de para qué me hablaba, pero supongo que sería para agendarme algún caso.
Recién había terminado la carrera y él me había abierto un espacio para poder trabajar en su empresa.
—Espero que sea un caso sinceramente— dije rascándome un poco la cabeza, no soy una persona paciente y ya tenía 1 semana sin agendarme algún caso importante, siempre eran casos pequeños que no me impartían reto alguno.
—¿Sabes la diferencia entre Belazul y Amacendrado? — pregunto.
—¿Qué… tienen diferentes formas de gobierno-? — pregunté, que sinceramente hay muchas cosas diferentes entre ambos reinos, ¿qué tenía que ver conmigo?
—Exacto, Belazul es el único reino con república y democracia, el pueblo escoge al líder y el líder decide por nosotros, gracias a eso tenemos el mejor reino de todo Wisherland. — dijo mientras miraba por la ventana tomando una taza de café y siguió —Por otro lado, el reino Cendrado es una monarquía en la cual los más altos en estatus son lo que reinan, el pueblo no es escuchado y la reina Sofía vive en la gloria de sus paredes reales. — terminó para después sentarse en su banco.
—Te cité en mi despacho para comentarte esto— saco de su escritorio una carta y la lanzo sin importancia al escritorio —Adelante puedes leerla. — dijo mientras volvía a dar un sorbo a su café.
Al tomar la carta me percaté de que tenía un sello de la familia real, era una carta de la reina Sofía, la cual pedía trabajar en su reino como su asesor de leyes
—¿La reina Sofía quiere un abogado…? — pregunté, mi jefe solamente asintió con la cabeza y respondió —Ahí dice que de preferencia te quiere a ti. — dijo
—Pero… ¿Por qué?, ¿por qué me quiere a mí? — tenía más dudas que respuestas y al ver al señor Rosales podía ver cómo él también estaba igual de confundido.