Capítulo 4
Hace unos años después del trato con los cuidadores, estos parecían demostrar superioridad y poder entre los reinos; solían experimentar diversas armas que utilizaban en las guerras que tenían con el resto del mundo.
Una trágica noche, el país líder de los cuidadores, Estados Unidos, decidió probar un arma, la que mandaron en una avioneta; se desconocía el contenido.
Por el sureste se encontraba “la isla roja”, apodada así por sus múltiples manzanas, frutos y árboles del tono carmesí. Este reino era el que proveía y creaba el medicamento hacia las demás islas.
En la madrugada después de una Navidad, una avioneta se encontraba rodeando Wisherland. Los pueblerinos de todas las islas miraban aquella avioneta con miedo y terror.
¿No se supone que somos un sitio prohibido?, ¿Quiénes serán?, ¿Cómo lograron entrar en la barrera?, ¿Los cuidadores los abran visto?
Eran muchas de las preguntas que se hacían los pueblerinos: unos se escondían en sus hogares, otros observaban los cielos tratando de no perder de vista lo que parecía asecharlos. La avioneta voló rombo el sureste y sin quedarse mucho tiempo unas compuertas debajo de este se abrieron y dejaron caer varios contenedores que comenzaron a soltar un extraño líquido blanco con un brillo un poco singular el cual al hacer contacto con la isla ocasiono una inmensa cantidad de humo que hizo perder de vista aquellos árboles color carmesí…
De ahí en fuera lo que sucedió hasta la fecha solo es conocido por los habitantes del pueblo rojo.
Actualmente, Redlog es conocido como el pueblo que les brinda el entretenimiento a todo Wisherland. Los mejores periódicos, chismes, revistas, influencers, circos y programas de TV son los que se encuentran en el reino rojo, contando que tras el suceso de la avioneta, normalmente es común que haga demasiado frío y caiga nieve constantemente en las noches, la extraña apariencia que tiene de una “ciudad moderna” suele contrastar mucho con lo que era antes, siendo la 3ra isla con mejor calidad de vida para toda la población del reino. Redlog es uno de los mejores lugares para vivir en Wisherland.
Redlog, 1ro de Julio
Zona negra
—¡Alejo!, qué delicia que estés aquí— dijo Camilo al entrar a la habitación en la cual estaba un joven de cabellos castaños y ojos azules mar
—Buenas tardes— dijo sin tomarle mucha importancia mientras bebía
El joven Alejo Gibson era el segundo hijo de cuatro que había tenido la reina Sofía. Más a Alejo no parecía importarle nada del reino, A menos de que alguna puerta se le cerrará. De ser así, no dudaba ni un segundo en dar una mirada desafiante y llama a su madre.
—Dime que tienes buenas noticias sobre el comercio con los demás reinos— dijo Camilo —. Quítense, muchachas —dijo, quitando a las chicas que se encontraban “platicando” con el joven.
—No muchas, solo que prepares todo para el evento de reinos— tomó un poco de vino
Siendo un chico de 19 años, Alejo no era más que un chico que solía escaparse de casa y prevenir a los pequeños comerciantes de entretenimiento adulto de cualquier problema con la ley, pese a que si había tenido una educación de las mejores prefería quedarse bajo el ala de su madre y los “mandados” que les hacía a los comerciantes
—¿Qué le pareció mi idea de participar con ya sabes qué…? — preguntó intrigado
Alejo de forma antipática, se terminó la copa y sonrió —¿Qué estás demente si piensas meter mujerzuelas al festival? —respondió y antes de ver la reacción de Camilo. —Pero le gustó la idea del circo, ese que le mandaste— agregó
—Quiere que me muestres un ensayo de cómo se supone que es y así ver si lo agrega o no— dijo. Miró a una chica para ver si se acercará a él.
—Pues… mañana hay una función— dijo Camilo —Ven y así vemos si te parece—
—No, no… no es necesario, ya sabes que confío en ti — dijo justo al momento en el que la joven se acercó a él con unas copas perdiendo la atención
—Pero la reina no, quiero que mis ideas sean aceptadas por ella— dijo tratando de conseguir nuevamente la atención de Alejo —. Te pido que vengas, por favor.
Pasaron unas cuantas insistencias de Camilo para que Alejo aceptara asistir
—Bien, deja de joder, vendré a tu aclamado show, solo aléjate de mí. — dijo molesto, pues Camilo se estaba acercando demasiado a él, haciéndole puchero de un niño para convencerlo
—¡te aseguró que no te arrepentirás!, ¡las chicas son las mejores en su trabajo! Y.…— era lo único que escucho Alejo, pues Camilo al dejar la puerta abierta le hizo poder observar a una hermosa joven de cabello castaño rizado y ojos café, complexión delgada que con el vestido negro que tenía le hacía resaltar sus atributos.
Mientras Camilo hablaba, Alejo miraba a la chica, la cual notó la obvia mirada de Alejo y giró los ojos algo molestos, lo cual desconcertó a Alejo.
Se despidió distraído en las curvas de la joven y dejó a Camilo solo en aquella habitación
—hey, hola— dijo alcanzado a la chica y caminado de espaldas
—Hey— dijo la chica mirándolo confundida —¿Te conozco de algún lado? — preguntó
—De conocer a una chica como tú, sería muy afortunado— dijo mientras frenaba y miraba sus ojos. Alejo sentía la mirada dulce y brillante de aquella joven, la cual solo se quedó unos minutos viéndolo
—Jaja… qué menso— dijo sonriendo, lo rodeó y siguió caminando, desconcertado a Alejo
—Te gustó el primero— dijo hablando para sí mismo, se volteó y siguió caminando detrás de ella —y te podría gustar el segundo— dijo fuerte tratando de que la chica lo mirase
—¿Quién es ese otro? —preguntó sin voltear. —Yo— comentó seductoramente y se puso a su lado
La joven rio mientras caminaba
—¿Eso quiere decir que sí? —preguntó Alejo
—Tal vez con otros piropos te hubiera funcionado. —Caminó más rápido, saliendo del lugar