Rey Vikingo: Regreso

Un nuevo comienzo

Los vehículos pasaban por la avenida mientras las personas esperaban el paso. De lejos se veía a un hombre alto y delgado corriendo mientras gritaba.

-¡Mierda, mierda, mierda! Mí primer día como médico y llegaré tarde.

Debido a su alteración no se había percatado que el semáforo peatonal estaba en rojo. Lo cual cruzó la avenida al mismo tiempo que se acercaba un colectivo hacia él.

-¡¡Ezequiel!!- fue el grito de una mujer.

Ezequiel reaccionó y vio el colectivo yendo hacia él, se paralizó al instante. El chofer apenas lo vió, reaccionó con rapidez, pero no lo hizo a tiempo y colisionó contra él.

De pronto, despertó, despertó acostado en el suelo alterado y gritando durante unos segundos. Luego de haberse tranquilizado un poco, se sentó y miró con detalle a su alrededor. Había muchos árboles y pasto muy largo por todas partes. Era de noche, así que no podía ver mucho.

Sentía su ropa mojada y notó que estaba sentado en un pequeño lago. Con la ayuda de la luz de la luna se miró en el agua. Había algo extraño en su apariencia, parecía tener la cara de un adolescente. Se sorprendió asustado, no entendía qué sucedía.

Tenía curiosidad sobre su vestimenta, así que comenzó a mirarla con atención, aparentaba ser piel de animal.

-¿Qué... Está sucediendo?- indagó desconcertado.

Se levantó del suelo y comenzó a mirar hacia los lados en busca de un lugar donde podría pasar la noche. Al tener sólo la luz de la luna, le era complicado ver.

Luego de unos minutos, vio una choza. Mientras se dirigía hacia la choza dudaba si era seguro, ya que no sabía si aún había gente habitándola. Cuando llegó a la puerta, el nerviosismo le invadía debido a que no sabía qué o quién podría estar ahí, así que respiró para controlar los nervios.

Abrió la puerta despacio, con el cuerpo temblándole, logró abrir la puerta con éxito gracias a la luz de la luna que entraba por la ventana.

Se sintió aliviado de inmediato al ver que no había nadie. Apenas entró a la choza se sentó sobre el suelo. Miró con atención el lugar, y notó una especie de cama, sin pensarlo se acostó en ella. El cansancio que sentía era muy grande para pensarlo dos veces. Creyendo que era un simple sueño, creía que al dormir iba a despertarse en el hospital, así que no tardó en dormir.

Al despertar continuaba con los ojos cerrados por miedo de no encontrarse en el hospital. Movió las manos en el aire para saber si había alguien, no sentía a nadie, por lo tanto decidió abrir los ojos.

Los abrió con lentitud y dudas, cuando los abrió por completo vio que permanecía en la choza y comenzó a llorar desesperadamente mientras se revolcaba sobre el suelo. Llorando y pataleando contra la pata de una mesa que había en frente, se escuchaba un objeto moviéndose.

Curioso por el ruido se levantó a verificar qué lo provocaba, al levantarse vio un cofre con cerradura. Quería saber qué contenía en él, así que comenzó a buscar la llave hasta los espacios impensables. No la encontró, pero no tenía la intención de rendirse fácilmente, notó que el suelo era de madera y pensó que podría estar debajo del suelo.

Pateaba en todas partes sin parar. Luego de un rato sintió blando en cierto punto, no tardó en golpear la madera con el pie, que estaba demasiado duro. Frenó para tomar fuerza y le dió un golpe demasiado fuerte con el que logró romperlo. Allí estaba la llave.

Apenas agarró la llave fue hacia el cofre, cuando lo abrió vio una roca morada con un leve brillo. Por curiosidad la tomó, al hacerlo el brillo empezó a ponerse muy intenso provocando que Ezequiel no pueda ver nada.
Duró por varios segundos.

Al desaparecer el brillo, volvió a guardar la roca. No entendía que había sido ese brillo. La llave tenía un cordón, así que se lo colgó en el cuello luego de cerrar el cofre, y lo ocultó debajo de su ropa; cuando estaba buscando la llave había visto una lanza, un arco con varias flechas, un bolso que dentro de él había una daga y un odre de agua.

Decidió llevárselos, y guardó el cofre en el bolso. Aceptando que no era un sueño decidió sobrevivir sin importar lo que podía suceder en el futuro hasta regresar a casa.

Siendo ya de día pudo, al fin, apreciar el lugar donde se encontraba, era una hermosa llanura. Se acercó al lago para llenar el odre. Caminaba sin rumbo alguno sin saber a dónde podría estar dirigiéndose.

-¿Qué es todo esto? ¿Por qué me encuentro aquí? Pero lo que más me sorprende es que tengo la apariencia de un adolescente, ¿Estaré bajo el efecto de sustancias?

En el camino se encontró un ciervo tomando agua en un pequeño charco. Pensó en practicar con el arco, aunque sabía que se le dificultaría debido a que nunca había usado uno.

Dejó la lanza en el suelo y se preparó. Por alguna razón sentía que ya sabía usarlo, eso le dio intriga. Pero lo dejó pasar por el momento. Sin pensarlo dos veces disparó, para su sorpresa había acertado en las arterias del cuello.

No entendía cómo lo había hecho, contento de su logro agarró la lanza con rapidez y se dirigió hacia el ciervo corriendo con una gran sonrisa. Cuando llegó notó que al lado del ciervo había pisadas que aparentaban ser de zapato. Esas huellas le dio felicidad.

-Tal vez aquella persona me ayude a volver, ¡Al fin las cosas están saliendo bien, podré volver a casa!

Antes de hacerlo se centró en el animal, sacó la flecha con mucho cuidado para no quebrarlo. Luego de hacerlo, apoyó sus manos sobre el ciervo. Suspiró e hizo un grito demasiado fuerte con la intención de intentar levantar el ciervo, sorprendentemente logró hacerlo. Lo colocó sobre su espalda cerca de la nuca. Algo que le extrañó fue el hecho de haber levantado el ciervo sin ningún tipo de dificultad.



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En el texto hay: reencarnación, vikingos, viajeneltiempo

Editado: 10.03.2025

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