Rey Vikingo: Regreso

Pasatiempo

Ezequiel se despertó y se dirigió al lago. Vio a las chicas dentro del lago, así que entró también para relajarse junto con ellas- comentó Ezequiel.

-¿Cómo es que sabían nuestra ubicación? Antes fue casualidad en nuestra base. Pero ahora estamos muy lejos.

-Recuerda que puede haber más de un traidor, seguro que les dijeron y nos siguieron- contestó Hilda.

-La era medieval es un fastidio. Viven en peleas.

De pronto apareció Fulker y se sentó en el borde del lago.

-Los estuve escuchando mientras venía. Yo sé quien pudo ser.

-¿¡Quién!?- preguntó Hilda.

-Ella, ella es la única que pudo.

-¿¡Qué estás diciendo!?- exclamó Hilda molesta. -¡Ella no fue!

-¡Es cierto, yo no fui!- exclamó angustiada.

-Es posible que si fuera ella, aunque también pienso lo contrario. Mejor no digo nada, quiero estar seguro.

-Todos estuvimos de acuerdo en que se podía unir.

-Lo sé, pero ahora creo que fue una mala idea.

Hilda salió del agua junto con Aila y se alejaron para que ella estuviera más tranquila. Ezequiel y Fulker seguían hablando sobre Aila.

-Mira, la trajimos con nosotros y luego aparecen esos tipos- expresó Fulker. -¿No te parece extraño?

-Te entiendo- añadió Ezequiel. -pero también pudo haber sido alguien más del campamento. No quería hablar sobre esto y él sigue con el tema.

-Yo seguiré pensando que fue ella.

-Está bien, pero cuando se demuestre que ella no fue, deberás disculparte.

-Lo que digas. No me importa.

-Que insoportable es a veces.

Fulker salió del agua y se fue a cazar algún animal, ya que no tuvieron tiempo de comer.

-Todo lo que ocurrió hasta ahora es emocionante y aterrador. Al principio no podía moverme por ese tipo llamado Folke, pero desde que toqué la daga puedo pelear sin tener miedo. Tengo que descubrir si esa piedra hizo esto posible o no, y cómo llegué.

Ezequiel salió del lago y fue con al árbol, Fulker se encontraba cocinando el animal. Cuando regresaron al campamento, Ezequiel fue a informarle a Rena sobre lo sucedido. Rena ya estaba cada vez más furioso debido a que querían matar a su hijo constantemente.

Pero estaba contento de que su hijo saliera ileso de una pelea, pero también le preocupaba de que su único hijo muriera y no tener descendencia. Por eso mismo decidió dedicarse a entrenarlo antes de que sea demasiado tarde. Hilda también decidió entrenar a Aila con ayuda de Fulker.

Mientras Ezequiel y el resto entrenaban todos los días, los esclavos trabajaban constantemente en las defensas para el campamento. Además del muro de estacas, estaban haciendo un pozo con estacas en frente de la entrada. En el transcurso del entrenamiento Ezequiel aprendía nuevas técnicas. Aila estaba aprendiendo muy rápido.

Ya había pasado varios días desde que habían empezado con el entrenamiento. Los esclavos ya habían terminado el pozo. La mitad hacían flechas, más escudos y entre otras cosas. El resto preparaban cubos de agua y guardaban provisiones de comida por si ocurría algo.

Había pasado una semana más, ya no había más señal del traidor. Ezequiel y el resto ya habían avanzado mucho con el entrenamiento. Decidieron darse un descanso por el momento. Ezequiel y el resto, se dirigieron hacia el lago. Entraron para relajarse y hablar un rato.

-Cuando ya seamos adultos abandonaré esta clase de vida para dedicarme a la caza y agricultura, también me gustaría formar una familia- comentó Fulker.

-No me lo esperaba- contestó Hilda. -yo soy todo lo contrario, quiero ser una guerrera, es para lo que nací.

-Igual yo- añadió Aila. -no creo que haya nacido para esto, pero quiero hacerlo.

-¿Por qué no me preguntan? Pero igualmente no sé qué hacer.

Luego de un rato regresaron al campamento para seguir entrenando. Al llegar, Rena preparó un festín por el cumpleaños de Ezequiel. Él no tenía idea.

-Ya tienes dieciocho, hijo mío- expresó Rena sonriendo. -ya eres un verdadero hombre.

Ezequiel estaba anonadado. Ahora sabía qué edad tenía en esta época. Hilda y el resto de las personas le felicitaban. Aunque Ezequiel se sentía mal por el hecho de estar usurpando el cuerpo de otra persona y vivir su vida.

Estuvieron la noche entera festejando. Más tarde Ezequiel y el resto se alejaron del campamento para pasar tiempo a solas. Hilda era la que más estaba contenta por Ezequiel.

-Ahora podrás heredar el mando de Rena- expresó Fulker. -Aunque su reino esté dividido en dos campamentos, es uno con los guerreros más fuertes.

-Así es- añadió Hilda emocionada.

-Lo entiendo- contestó Ezequiel. -pero no estoy interesado en tener un Reino.

Hilda y Fulker no se esperaban escuchar eso, les había sorprendido.

-Estuviste esperando este momento por años- comentó Fulker sorprendido. -¿Por qué ahora no quieres tener ese mando?

-También no lo entiendo- expresó Hilda. -¿Por qué no lo aceptarías? Es un gran honor.

-Entiendo a Erik- añadió Aila. -es un cargo muy grande.

-Te equivocas- expresó Ezequiel. -simplemente no me interesa, quiero ser un guerrero solitario.

A Hilda y Fulker no les gustó lo que había dicho Ezequiel, pero no querían pelear por ser un día importante. Rena se dirigió hacia Ezequiel para avisarle que al día siguiente iban a saquear un Reino cerca de ellos, como ceremonia. A Ezequiel le gustó la idea.

*

Ya estaban preparándose. Los esclavos hacían el trabajo mientras los vikingos bebían como calentamiento.

Ezequiel estaba en su jaima afilando su espada con molestia. Fulker estaba dándole de comer a su caballo para que tenga fuerzas. Hilda y Aila entrenaban.

Ya era momento de ir al Reino. La mitad de ellos se quedaron a cuidar el campamento. Ya todos estaban en sus caballos. Aila al no tener uno, subió con Hilda.

Mientras se dirigían al lugar, a Aila le parecía conocido el camino. Eso le preocupaba. Más seguían, más conocido le parecía.



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En el texto hay: reencarnación, vikingos, viajeneltiempo

Editado: 10.03.2025

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