Rey Vikingo: Regreso

Identidad y Lealtad

-¡¡Muere, hijo de puta!!

Estando por correr, Fulker lo detiene sujetándolo de la remera.

-¡No vayas, te matarán!

-¡Ya tenían pensado matarme!

-¡Sí, pero como no pudieron hacerlo antes ya no le interesas, así que déjalo!

-¡¡No!! ¡¡No me importa!!

Fulker lo noqueó golpeándolo en la nuca.

-¿Qué hiciste?- preguntó Hilda molesta.

-Salvarlo, fue la única manera. No quiero que mí mejor amigo muera, reaccionó ante la muerte de Rena, así que sigue siendo Erik. Por eso lo hago.

-¿Ahora qué haremos?- preguntó Izan serio. -¿Tendremos que pelear?

-No hace falta, no les servimos muertos.

-¿Qué hay de Erik?- preguntó Aila.

-Él sólo quería la muerte de Rena, antes Erik también era su objetivo, pero no creo que le sirva ahora su muerte, ellos querían debilitar a Rena. Estamos a salvo.

-Hijo- se quedó de pie a unos metros en dirección a Fulker. -vengan con nosotros y dejen a Erik. Él ya no es el heredero ni nuestro Rey, ahora Clemens lo es.

-Fulker, no lo hagas- expresó Hilda. -no vayas con esos traidores, no importa si es tu padre. Si mi padre estuviera vivo y hubiera hecho esto, tampoco iría con él. Por favor… Quédate…

-Tranquila… ¡No lo haré, padre!- el padre frunció el ceño con ira. -¡Yo le sirvo al Rey, le sirvo a Rena y a su heredero! ¡¡Sirvo al nuevo y verdadero Rey!! ¡¡¡Le sirvo a Erik!!!

Hilda sonrió emocionada y en lágrimas.

-¿De qué hablas, hijo? Él no es un verdadero Rey. No tiene ningún castillo ni una corona.

-¡No hace falta esas cosas para ser Rey! ¡Esas cosas son sólo cosas, no te hace un Rey! ¡Sí lo hace el liderazgo!

-Me decepcionas, Fulker. Bien, puedes quedarte con él, nosotros no los atacaremos. No se consideran amenazas, pero… Si Erik intenta algo contra Clemens, iremos a matarlos. Nunca olvides esto, Fulker.

-No lo haré, pero no nos importa, ¡¡Tarde o temprano vengaremos la muerte del difunto Rey!!

-Se nota que naciste de mí, eres terco. Adiós, hijo… Adiós, Fulker.

Clemens sonreía desde el campamento.

*

Se encontraban en la base con Ezequiel aún inconsciente.

-Maldición… Esto es una puta mierda- expresó Fulker. -¿Cómo pudieron traicionar a su Rey?

-Los escuchaste, dijeron que no era el Rey de ellos- expresó Astrid.

-Tú cállate, no hables- la miró con una mirada intimidante. -no eres mí gente.

-¡Oye, no le hables así!- exclamó Izan.

-¿O qué? ¿Me atacarás? No puedes matar ni a una mosca.

-No seré bueno con la espada o el arco, pero sí con los puños, malnacido.

-¿Malnacido? Tú eres un gemelo, hijo de Hel.

-¡No digas eso! Que sean gemelos no es algo malo.

-Eso es lo que tú crees.

“-¿Dónde estoy? Está todo oscuro… ¿Morí de nuevo? Pero, ¿Cómo sucedió? También me duele la cabeza… Espera, ¿¡Qué es ese brillo que viene hacia mí!!?-"

-¡¡Yo soy Erik!!- exclamó sentándose apenas se despertó. -Yo… Siempre fui Erik… Soy Ezequiel y Erik… Soy… Ambos…- expresó mientras apoyaba las manos en la cabeza. -¿Cómo es esto posible?- sus lágrimas le salían a chorro. -¿Quién soy ahora?

-¡Erik!- exclamaron Hilda y Fulker entrando a la base.

-¡Ezequiel!- exclamaron Astrid e Izan entrando.

-¡Mí señor! ¿Qué le sucede?

Ezequiel se secó las lágrimas.

-¿Desde cuándo me llamas así?

-Ahora que eres nuestro nuevo Rey… Creí que era adecuado llamarte así.

-Suena raro, no lo hagas más. Aunque no está mal que me diga así.

-Entendido.

-¿Qué haremos ahora, Erik?- preguntó preocupada. -ya... Ya no tenemos nada.

-Te equivocas, nos tenemos.

-¿Eso de qué sirve?- preguntó Fulker enojado. -¡Los únicos guerreros aquí somos nosotros tres!

-¡También lo somos!- exclamó Izan. -¿¡Te olvidas que Ezequiel nos nombró sus guerreros!?

-¡Quizás te hagas llamar guerrero, pero no eres uno! ¡Y ya no le digas así, se llama Erik!

-¡¡Cállense!!

-¿Erik?- expresó Hilda. -¿Qué te sucede?

-No importa cómo me llamen. Fulker, haremos que ellos sean fuertes, y ustedes aún más.

-¿Cómo lo haremos?

-Los entrenaremos todos los días hasta la noche sin escusas. Descanseremos dos horas durante el día, ni más ni menos.

-¿No te estás excediendo?- preguntó Aila.

-Está bien- contestó Fulker. -si no hacemos eso no duraremos mucho tiempo.

-Así es, pero no seremos sólo nosotros. Reclutaremos más gente.

-¿Cómo lo haremos?- preguntó Izan.

-Buscaremos jóvenes sin hogar sin importar su cultura, creencia o apariencia.

-¿Ningún adulto?- preguntó Hilda. ¿Por qué?

-Ya vieron lo que ellos hacen, ¿No? No quiero traidores. Pero primero hay que conseguir dinero, es obvio que no querrán unirse sin eso.

-¿Invadiremos pueblos?- preguntó Aila.

-Sí, también podemos reclutar a los jóvenes de allí.

-Bien... Sólo que será difícil- expresó Fulker.

-Comenzaremos con emboscadas y aldeas pequeñas. No máximo de cincuenta. Como el de Aila.

-¿Cuándo iremos?

-En una semana. Fulker entrenará a Astrid con el arco, así ataca de lejos, y Aila, enséñale a trepar los árboles. Hilda seguirá entrenando a Aila.

-¿Y yo?

-Yo te ayudaré a entrenar. Comencemos.



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En el texto hay: reencarnación, vikingos, viajeneltiempo

Editado: 25.03.2025

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