Balduino IV, Rey de Jerusalén, mejor conocido como “El Leproso”, gobernó con liderazgo y dignidad. Su mentor se dio cuenta de su condición cuando lo observó jugando con sus amiguitos a pincharse los brazos y no sentir dolor. Los cruzados de la época lo admiraban por su entereza y destreza a dirigir dicho reinado, pues pocos saben que fue coronado rey con tan solo trece años que y falleció a los veinticuatro. Un corto periodo de vida que inspiró a los que le sucedieron a seguir con la lucha de conservar la tierra santa.