Rhydian

Capitulo 8: La familia Abbot

Mi padre y Dolores tomaron las cosas de una manera extraña. Ambos trataron de negar lo que había pasado y decidieron seguir con su vida.
"Ja, al parecer son expertos en eso" pensé en el momento.

No vi a Emyr ni a Rhydian el resto del día, y tampoco lo vi los 3 días que siguieron, casi me olvido de su existencia durante ese corto tiempo.
Pero, gracias a una discusión con mi padre sobre mi "comportamiento extraño en público" volví a ver a mi extraño amigo en el techo de la casa.

Yo estaba molesta, pues mi padre aún no entendía mi forma de actuar y parecía que en realidad no le interesaba entenderlo, solo quería que siguiera adelanta, que dejara de hablar de mamá y posiblemente que pareciera una niña feliz.
Sus palabras me enfurecían tanto que decidí tomar la foto de mi madre y subir al techo a tratar de pensar.

—¿Por qué todo lo que yo hago está mal?— le hablé a la foto —Yo solo expresé mi opinión sobre su "futuro matrimonio". Es una tontería, es solo una medida desesperada para tratar de olvidarte, lo sé.

—Tal vez si hubieras omitido las malas palabras, no hubieras llamado a la mujer loca juguete sexual, o tal vez si le hubieras dicho lo que sentías sin mencionar al espíritu vengativo de tu mamá que vendría a... ¿Qué dijiste? ¿Absorber el alma de Dolores?, tal vez tu padre no lo hubiera tomado tan mal— escuché la voz de Rhydian a mi derecha. 
No se vía alegre y entusiasta como lo tenía grabado en mi mente pero tampoco parecía triste, solo estaba tranquilo.

—No sé si hubiera funcionado igual— dije sonriendo un poco provocando que el también lo hiciera —¿Donde estabas? 

—Por ahí— dijo como si nada antes de voltear a verme, pero noté que su vista se desvió hacia la foto de mi madre —¿Es tu mamá?

—Si.

—Te pareces mucho a ella— dijo un poco más alegre.

—Lo sé— dije con algo de nostalgia.

—¿Puedo preguntarte algo?

—Ya preguntaste algo— Comenté Tratando de ser graciosa, pero no lo vi sonreír, en realidad parecía preocupado —¿Qué quieres saber?

—¿Cómo era tu Madre? ¿Cómo... cómo era ella contigo? 

—¿Para que quieres saber?

—Quería saber porque estás tan ansiosa por volver a verla. Cuando te conocí casi te matas para hacerlo.

—Bueno, es que cuando ella dejó este mundo las cosas en mi vida comenzaron a cambiar, mi papá, mis amigos, de repente todo era... diferente. No sé cómo manejar estos cambios, pues cuando algo me preocupaba o me atormentaba hablaba con mi mamá y ahora no puedo hacerlo. Siento que se fue antes de tiempo.

—Crees que la necesitas.

—Sé que la necesito, es mi mamá. Y gracias a ti sé qué hay una manera de verla.

—Debió ser lindo tener una madre cariñosa y comprensiva— comentó Rhydian. Podía ver en su rostro que se esforzaba por no abrir la boca, como si se tratara algo.
Sabía perfectamente que aquel comentario era una manera casi desesperada de decirme "quiero compartir algo contigo" Así que tratando de ser amigable me atreví a preguntar.

—¿Como eran tus padres?

—Ellos... no eran muy cariñosos conmigo— soltó de inmediato, parecía querer desahogar sus penas conmigo, y como yo no tenía algo mejor que hacer decidí escuchar por primera vez una historia de Rhydian, aunque esta vez no la contara como si fuera un narrador infantil profesional —Ellos no planeaban ni quisieron tenerme, fui, cito sus palabras "un terrible accidente".
La partera de mi pueblo me contó que sometió a mi madre cuando nací, pues ella intento apuñalarme en cuanto me vio. Se quedaron conmigo porque la partera y otras mujeres jóvenes idealistas de la comunidad amenazaron con quitarles la casa si ellos me mataban o me echaban a la calle siendo un bebé. No me mataron, pero si me insultaban, encerraban en un estúpido pozo seco cuando mi voz les irritaba y a veces, cuando se encontraban de mal humor, me golpeaban hasta dejarme sangrando en el piso— escupió con odio y vergüenza en sus palabras, parecía sufrir al recordarlo. Pero trato de parecer el simpatico Rhydian mostrando una convincente sonrisa antes de terminar —No fue una linda infancia, pero me gusta saber que no todos los padres eran así, como tú mamá.

—Ellos no te pusieron el nombre ¿cierto?— recordé lo que había escuchado durante el remolino de magia negra.

—No— me respondió con una voz un poco más aguda, como si aguantara las ganas de llorar, pero aún así me sonrió, creo que esperaba que el asunto terminara —Yo... saqué el nombre de una leyenda de este mundo, Rhydian era el nombre de un dios de un lago, creo. Me pareció tan singular que decidí pedirle a mis conocidos que me llamaran así.

—Debió ser una horrenda vida.

—Si, lo era— respondió riendo un poco —Pero mi tormento en esa casa terminó cuando mi padre murió— dijo llamando obviamente mi atención —Yo tenía 13 y me aterró la idea de que mi madre no supiera manejar tal pérdida y se desquitará conmigo como lo había hecho antes, así que esa misma noche robé un caballo y me aleje lo más que pude. Me parecía curioso que tu quisieras volver a ver a tu mamá, y en cambio yo deseaba no volver a verlos nunca. Olvide que no todos los padres son igual.

Nunca me había puesto a pensar que la actitud alegre, efusiva y algo metiche de Rhydian se debía a su falta de amor familiar hasta ese momento. Aunque solo llevaba una semana de conocerlo creí saber lo necesario sobre él (pues era muy transparenten) para pensar que solo era un chico maldito con complejo de Peter Pan ya que con su magia podía hacer lo que quisiera, como un Niño.

—Lo siento, espero no aburrirte. Es que... es agradable sentir que alguien me escucha— dijo sonriendo como siempre, como si su tristeza se hubiera esfumado al momento en que dejó de recordar sus extraños traumas —Pero ya es suficiente de esto, tu tienes una meta que cumplir ¿No es cierto? Hay que buscar una manera de que veas a tu mamá.

—¿Que dices?— su comentario me sacó completamente de onda.




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