Rhydian

Capitulo 11: Sentimental

"¿Se terminó? ¿Se termino?" 
Estaba asustada y en realidad no sabía bien porqué, pues en realidad solo había sentido la lengua de aquel monstruo, ni siquiera lo vi, no sentí que me tragara, nada, solo... sentía miedo irracional.

—Oye, abre los ojos— era Rhydian, sentía como sostenía mis hombros y me sacudía un poco.

—¿Qué pasó?— pregunté al notar que me encontraba en mi cuarto sentada en mi cama.

—Excelente pregunta— Rhydian parecía emocionado. Mi peculiar amigo dio una vuelta y su ropa cambió, ahora traía un traje elegante como de profesor y unos lentes sobrepuestos. Tenía en la mano un señalador (no sé cómo se llaman) y con un chasquido de dedos creo una  clase de Pizarro en donde mágicamente apareció la foto de un enorme árbol con cara —Este es el árbol central de Afterlife, encargado de mandar a los... vivos a donde pertenecen. Tu, mi querida amiga, lo despertaste de su siesta con el olor de tu sangre. Por suerte, llegué para salvarte, pues el árbol, aparte de provocarte un temor irracional el cual lo alimenta, te hubiera tragado y mantenido en su interior hasta que... murieras o te volvieras parte de él, pero usualmente es alguien agradable, es sabio— dijo buscando hacerme reír, pero no lo hizo —En fin, me alegra haberte salvado, dicen que es una manera horrible y lenta para morir. Aunque Sugarcute dice que le divirtió derretirse, pero esa chica está loca— mencionó sonriendo un poco.

—¿Me salvaste?

—Si, y no te preocupes. Use mis geniales poderes para que cuando vuelvas a usar el armario aparezcamos Justo en el lugar donde casi... te... mueres— habló con cuidado antes de sonreírme y quitarse los lentes —Así vas a poder llegar a la fuente, según Kristopher casi llegabas.

—¿Quién es Kristopher?

—El cazador— me aclaró.

—Ah... claro— dije algo confundido —Bueno, gracias por salvarme— agradecí sinceramente.

—No es nada— dijo apareciendo junto a mi abrazándome, iba a alejarlo, pero él terminó alejándose sin mi ayuda, parecía confundido —Lily ¿Como supiste invocarme?

—El cazador me contó la historia de La Niña bruja— dije.

—Ah— Rhydian bajo la cabeza como si estuviera triste —Claro. La única persona aparte de ti que podía verme— parecía recordar buenos tiempos —Pero, Alison era bruja y por eso podía verme. ¿Tu eres bruja?

—No— respondí algo confundida, es que no me parecía  una pregunta habitual.

—Ja, que raro— mencionó —No había pensando en ella en mucho tiempo— dijo antes de ponerse a meditar y luego sonreír como si nada —Bueno, debes descansar, no trates de bajar las escaleras, las heridas en tus tobillos no te permitirán caminar muy bien, es como estar mareado, pero de un modo muy intenso. Chocarías con las paredes, te tambalearías sin razón y tendrás algo de fiebre.

—¿Que dices?— pregunté muy sacada de onda.

—Las enredaderas en tus pies tenían una sustancia extraña que te causara la conocida fiebre de Pounes, la sustancia sólo les afecta a gente viva, el árbol la usa para confundir a la presa y que sea más fácil de capturar y ser consumida por el árbol.
Debes descansar, dormir un poco y mañana estarás mejor— dijo chasqueando los dedos, usando de nuevo su magia haciéndome aparecer acostada debajo de mis cobijas, las cuales quite de inmediato pateándolas.

—No quiero dormir, son las 4 pm.

—Ok, en cambio ¿Que quieres hacer?

—Ponerme de pie— dije con algo de molestia mientras me paraba y caminaba hasta la puerta dándome cuenta de que todo a mi alrededor daba vueltas y que casi me caigo, pues el suelo parecía moverse, como si fuera una cama de agua o algo parecido. Logré sostenerme con la pared, bueno, choque con la pared.
"El maldito no mentía" Pensé de inmediato.

—Te lo dije— dijo ayudándome a mantener el equilibrio.

—¿Cuanto dura esto?

—Unas 9 horas— respondió.

—Ok... volveré a la cama— acepte dejando que Rhydian me llevara a mi cuarto —Pero quiero un helado y un sandwich de queso— quise aprovechar la situación, y por suerte para mi Rhydian acepto mis peticiones y caprichos, hasta me hizo sentir mal aprovecharme así de él, pero seguí así todo el día.

Narrador.

Después de varios postres en la cama, y obligar a Rhydian a ver Dos películas viejas de terror, Lily finalmente se durmió, dándole a Rhydian la libertad de andar por la casa buscando algo en lo cual entretenerse.

—La niña cree que me fuí— le habló Emyr desde la pared de las escaleras asustando un poco a Rhydian.

—¿Por qué no lo hiciste?— le preguntó Rhydian algo preocupado.

—Quiero ver como terminará esto— comentó.

—¿Sabes algo que yo no?— preguntó cruzando los brazos.

—Si— dijo presumidamente — Pero no te gustará saberlo.

—¿Por qué? ¿Que Sabes? ¿Que va a pasar?— preguntó con gran curiosidad acercándose a la pared.

—La buena noticia es que... si yo tengo razón finalmente tendrás lo que tanto haz anhelado. La maldición se romperá.

—¿Y la mala?— quiso saber con algo de miedo.

—Tú peor pesadilla se volverá realidad— contestó Emyr erizándole la piel a Rhydian —Y yo, ni nadie más podrá hacer algo para ayudarte.

Rhydian bajo la cabeza tratando de aguantar sus pequeñas ganas de llorar, pero era notoria su preocupación, pues sus labios temblaban —Por primera vez, en mucho tiempo, soy feliz. 

—Igual yo. Siento... felicidad— mencionó Emyr —Así que te daré un consejo. Olvida a esa niña, acompáñame a Europa y busquemos a alguien que pueda verte. 

—No puedo— dijo —Ella me agrada.

—A ti te agrada todo el mundo— lo regañó —Te esfuerzas mucho para no perder su amistad, y te aseguro que no valdrá la pena.

—No puede irme, no solo por ella, protejo a un...

—Lola ¿Que tienes?— era el padre de Lily, su voz atrajo la atención de Rhydian, quien de inmediato apareció en el cuarto.

El padre de Lily, Marco, estaba cambiándose su camisa formal por una muy causal, mientras que Dolores se encontraba sentada en la gran cama observando su teléfono con nostalgia y notoria tristeza.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.