Ricordami Sempre

Capítulo 11

ANGELINA

Cuando vi a George y David ahí parados cada uno con una maleta sonreí y caminé apresuradamente hacia ellos y luego les dí un gran abrazo a cada uno, no podía creer que estuvieran aquí. George era el mejor amigo de mi padre y el gerente y jefe de marketing en la empresa donde trabajaba antes, para nosotros era como de la familia por eso lo llamo tío George, suele viajar mucho a tantos países que ya he perdido la cuenta y tiene un hijo, David. Lo considero mi mejor amigo porque nos conocemos desde pequeños; yo, él y Perla nos llevamos genial pero a los 11 años se mudó junto con George a Francia y por eso no lo había visto hace mucho tiempo. Ellos vinieron para el velorio de mis padres pero yo no estuve  presente en nada de lo acontecido en ese tiempo, salí de mi casa un mes después de haberme enterado de todo, no tenía animos para nada. Pero lo que importa en este instante es que ellos están aquí y estoy bien feliz, mi estado emocional a mejorado mucho ahora que los tengo al frente.

— Nos sabes la alegría que me da de verte pequeña— me dice George dándome un beso en la frente como solía hacer cuando era mucho más pequeña, le sonrío con cariño.

— Y ustedes no se imaginan de seguro lo feliz que estoy de verlos.

— En serio te extrañé mucho Angie, has cambiado mucho— agregó  David.

— Y yo a ti más, además tú también has cambiado, un poco y no te reconozco— dije revolviendo su lacio cabello rubio.

Los dos me sonríen bien amplio mientras cogen sus maletas, abro rápidamente la puerta de la casa y ellos pasan y se sientan en los sillones cerca de la escalera colocando el equipaje justo a su lado y yo me siento en mi sillón rojo favorito.

— No se lo tomen a mal porque me alegra muchísimo pero ¿Por qué han venido?— les pregunto llena de curiosidad porque tío George solamente suele viajar cuando es algo muy importante o tiene alguna reunión de trabajo a la que asistir.

— Sobre eso, mira Angelina vine a avisarte que yo y David nos vamos a mudar definitivamente a Alemania, tendré un trabajo fijo allá que me han ofrecido, eso quiere decir que ya no tendré que hacer tantos viajes como antes y...— mira por un momento a David que mantiene sus manos en las rodillas con expresión tranquila— ..he visto a tus tíos durante el viaje que hice a Múnich y me han dicho que te comunicara que deberías considerar la idea de irte con nosotros para que residas allá definitivamente.

Me sorprendió un poco lo que había dicho porque de momento era una noticia que me dejaba en shock, vivir en Alemania definitivamente, pero al pensarlo un poco no lo creía tan mala idea, después de todo ya nada me ata aquí, mis padres no están para protegerme como antes y Bruno simplemente... ya no es una opción en mi vida, lo único que realmente me duele es Perla, ella es mi mejor amiga y pensar en no volver a verla me resulta demasiado triste. Después de pensar unos minutos los miro dudosa.

— ¿Pero eso sería cuando termine mi semestre no? porque no creo que sea buena idea que viaje a mitad de año— le comento sopesando mis opciones. Además pienso que tendría tiempo suficiente para disfrutar con Perla un poco antes de irme definitivamente.

— ¿Entonces si vas a ir a Alemania con nosotros?— pregunta David  con esos ojos azules mirándome emocionados a través de sus lentes que no le hacen menos atractivo para nada.

— Sí, voy a ir, pero solo si es cuando termine este año, entonces comenzaré allá mi universidad.

— Por supuesto que puedes terminar tu año, yo solo me quedaré esta noche porque tengo que volver a Alemania inmediatamente para poder arreglar todo lo concerniente a nuestra mudanza, pero David se queda una semana para hacerte un poco de compañía ¿Te parece?

— Está bien tío George, me molesta un poco que no me hallas avisado antes para prepararles una linda bienvenida porque solo te quedarás una noche pero te perdono porque David se queda una semana por lo menos— finjo que estoy un poco enojada entrecerrando los ojos de forma acusadora.

— Gracias por disculparme querida— bromea— además estoy segura que eres bien rápida en la cosina y cualquier cosa que prepares estará bien.

— Está bien, pero después no se quejen de que mi comida es lo peor que han comido en su vida. Están en su casa saben donde quedarse. La primera habitación no porque era de mis padres, la segunda es la mía así que pueden coger las dos contiguas— les digo antes de irme a la cosina con la bolsa de la comida de Loki aún en las manos. Guardé eso en el aparador y me decidí por unos macarrones con queso, se hace bien rápido y a todos le gusta. Me lavé las manos saqué todo lo necesario y manos a la obra.

Cuando terminé los macarrones llamé a mis invitados para la cena, ellos bajaron y se sentaron en la mesa con unas sonrisas que me resultaban bastante parecidas, por algo eran padre e hijo.

— Umm, esos macarrones huelen delicioso, no puedo esperar a probarlos— señala David.

— Y no eres el único— agrega tío George.

— Bueno aquí tienen la comida, me disculpo porque fué lo único que pude preparar, voy a darle de comer a Loki y luego me iré a bañar.

— No digas tonterías Angie,es una comida como cualquier otra, tus macarrones son deliciosos, además lo comíamos mucho en Francia.

— Pero que conste hijo, ninguno como este— agregó George finjiendo seriedad a lo que David lo miró con la boca llena de macarrones y levantó el pulgar. Me alegraba que sus bromas y comentarios hacían ver que al menos tenía la suerte de no estar tan sola. Reí mientras cogí la caja de  la nueva variedad de comida y le heché un poco a Loki en su cuenco que tal parece que tiene una alarma para avisarle cuando le sirvo la comida porque al momento apareció y comenzó a comerla.
Luego cogí mi mochila que la había dejado en el sofá cuando llegué y me fui corriendo a mi habitación.
Estando allí después de haber tomado la ducha me puse a realizar mis tareas y estudiar un poco los capítulos que se supone que daríamos el día en que falté.
Luego de un tiempo repasando mis apuntes miré el reloj, daban las 10:33 PM, era un poco tarde y se me había ido el tiempo en esto así que no había comido nada ni tampoco podía hacerlo sino me caería mal.
Bajo las escaleras en dirección a la cosina, todo está demasiado oscuro pero sé exactamente donde queda el refrigerador así que lo abro. Encuentro las sobras de los macarrones, algunos productos del súper, y al final veo unas frutas al fondo y me decido por coger una pera, es muy refrescante y liviana así que no será malo comerla antes de dormir. Salgo al porche y me siento allí mientras degusto mi pera que está muy buena; mis ojos no pueden evitar irse a la casa de enfrente y los recuerdos llegan como un manantial que baña todo a su paso.



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En el texto hay: amnesia, romancejuvenil, fobia

Editado: 10.04.2022

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