Ricordami Sempre

Capítulo 19

ANGELINA

Después de pasarme toda la noche con ese persistente dolor de cabeza en la mañana ya me sentía mucho mejor. Me encontraba mirando el techo de mi habitación como si mi vida dependiera de ello, miraba los pequeños huecos que sobresalían en tanto me preguntaba si tenía algo importante por lo que levantar el trasero de la cama. De momento miré a Loki que dormía plácidamente en su camita y se me ocurrió una idea grandiosa.
Me levanté sigilosamente de la cama y me fuí a la ducha lo más rápido que pude. Luego de mi ducha me puse uno de mis tantos chorts holgados y blusas de tirantes, me recogí el pelo en un moño y cepillé mis dientes. Al fin lista arreglé mi cama con mucho cuidado de no hacer ruido y sonríe divertida. Aún con mi amplia sonrisa miré a Loki que todavía estaba durmiendo boca arriba. Lo cojí rápidamente entre mis brazos bien fuerte.

— Lokilú ¿Sabes qué día es hoy?— murmuré riendo y canturreando— ¡El día del baño!— cuando dije esto último, Loki como si me entendiera se salió de mi agarre y se fué corriendo a no se dónde, sé que había muchos perros que les encantaba bañarse con espuma y todo eso pero Loki no es uno de ellos, casi siempre cuando hay que bañarlo todo termina hecho un caos total en la casa. Y sí, hoy era día de caos. 
Bajé las escaleras de puntitas, aunque era en vano, cada vez que ponía un pie en algún escalón, este se estremecía y hacía un pequeño ruido que dudo que Loki en donde quiera que esté escondido no lo escuchara. Cuando llegué al final de las escaleras me puse las manos en la cintura y miré a todos lados con los ojos entrecerrados, no hubo ningún movimiento extraño así que me fuí en dirección al sanitario de la planta baja para preparar el baño de espuma, me encargaría luego de encontrarlo, siempre lo hacía.

En la mesa del comedor estaba sentado David comiendo unos panqueques, se veían súper deliciosos pero ahora tenía una misión que cumplir. Cuando me vió me miró confundido y volvió a darle una probada a sus panqueques.

— ¿Se puede saber porqué ví a Loki correr como si le persiguiera el diablo en dirección al sótano? ni siquiera probó bocado— señala el cuenco de mi escurridizo perro aún lleno de comida.

— Ya sabes lo que siempre dicen, camarón que se duerme se lo lleva la corriente— bromeé mientras me sentaba en la silla frente a él.

— ¿A qué te refieres?— me preguntó confuso. Aproveché para tomar un panqueque. Estaban tan deliciosos como pensaba.

— Lo que quiero decir es que Loki cree que si no encuentra antes un buen lugar donde esconderse, en menos de lo que canta un gallo lo estaré sumergiendo en una tina con agua— David sonrío y se echó a reir con diversión.

— Te voy a ayudar en tu tarea— murmuró. Cogió su plato y lo lavó, luego guardó el que tenía panqueques sobrantes en el refri y me guiñó un ojo como indicándome que estaba listo para la acción. Le hice una seña para que me siguiera, llegué al baño al final del pasillo entré y cuando el entró le dije que cerrara la puerta. Puse a llenar la bañera, en cinco minutos estaba lista, le pedí a David que me pasara el pomo que tenía jabón líquido, y cuando se lo eché un minuto después ya el agua tenía espuma por todas partes, sentada aún en el suelo me giré y le sonreí cómplice a David que estaba parado aún en la puerta.

— Ahora la parte más difícil del plan encontrar a Loki en donde sea que esté— indiqué mientras me volvía a poner de pie.

— Por lo menos tenemos una pista, se dirigió al sótano— David sacó su móvil del bolsillo de su chándal— Saca tu teléfono tengo una idea—  Saqué el teléfono de mi bolsillo trasero y lo encendí— Pon tu WhatsApp— puse mi WhatsApp me llegó una notificación de alguien pero decidí dejarla para verla después— El caso es que vamos a hablar por el WhatsApp por si alguno de los dos encuentra a Loki y así nos encontramos y lo agarramos juntos.

— Tienes buenas ideas Dav— le digo dando un pequeño golpe en su hombro. David abre la puerta y me indica por unas señas un poco raras que se va a la parte del sótano donde estaban las herramientas del auto y yo tenía que ir a donde estaban los trastes viejos que ya no se usaban.
Bajé las escaleras de forma lenta y cuando llegué al final de estas busqué el interruptor con la mano en la pared y cuando lo encontré llené de luz aquel cuarto oscuro. El lugar olía a puro polvo y moho, nota mental: limpiar el sótano. Todo cuanto mi vista podía ver estaba cubierto por una visible capa de polvo; algunos libros, cajas de cosas que mi madre había guardado ahí hace años, un par de sillas rotas y... 
Mi celular sonó tomándome totalmente por sorpresa, se movió entre mis manos y casi lo tiro al suelo, cuando estuvo de nuevo en su lugar suspiré aliviada y miré la pantalla, era un mensaje de David, me había olvidado de ponerlo en vibrar.

— David
Por aquí todavía nada, ¿Has visto algo tú?

Pinché el mensaje y me llevó al chat, puse el teclado y le respondí.

— Angie
Por aquí nada aparte del polvo, cambio y fuera.

Nisiquiera sé porqué contesté como si estuviéramos en alguna misión secreta, pero me parecía que sonaría cool y gracioso. Me había quedado en la parte de las dos sillas rotas de madera y ya luego veía un gran baúl abierto con algo adentro. Cuando miré bien ví que eso que estaba dentro del baúl era nada más y nada menos que Loki. Por lo que veo no era tan bueno para encontrar un escondite después de todo. Sonreí divertida y me acerqué sigilosamente. Cuando llegué allí tomé rápidamente la tapa del baúl, la cerré y me senté arriba para asegurar que no se valla a ninguna parte.  Abrí el móvil y le envié lo más rápido que podía un mensaje a David.

— Angie
Dav tengo a Loki conmigo, ven pronto a la parte de trastes viejos, no me queda mucho tiempo de vida.



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En el texto hay: amnesia, romancejuvenil, fobia

Editado: 10.04.2022

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