Ricordami Sempre

Capítulo 23

ANGELINA

Luego de entrar a casa y dejar a Bruno con la palabra en la boca, cerré la puerta tras de mí y me fuí a la cocina. Mi mente tampoco se creía lo que acababa de hacer, pero sí, lo había hecho, y no me arrepentía de nada. No sé cuales sean los problemas que halla tenido Bruno en el pasado, porque él nunca me los contó, pero bueno, no podía seguir fingiendo que estaba bien cuando estaba cerca de mí, no podía sonreír más cuando sabía que lo que sentía en ese momento era unas grandes ganas de abrazarlo contra mi pecho y tocarle el cabello como si no hubiera un mañana.

Mientras iba pensando estas cosas me obligué a buscar unas verduras y vegetales en la despensa, puse una cazuela con agua a hervir en tanto cogía un cuchillo y cortaba lo mejor que podía cada uno de los vegetales. Cuando los corté todos, los lavé bien para quitarle cualquier suciedad y luego los eché en el agua de antes junto a un paquete de fideos y otros condimentos. En eso escucho un sonido que se asemeja a mi móvil cuando le llega una notificación. Miré a la mesa y allí no estaba. Oh, si mal no recordaba, lo había dejado en el sofá antes de decidir hacer de espía. Voy al salón y agarro el móvil del sofá más cercano, cuando lo encendí ví que la notificación era de un mensaje, un mensaje de Perla.

— Perli
¡Hola amiga!, ¿Qué tal estas del golpe? espero que bien, las demás chicas también preguntan por tí, también tengo una cosa que proponerte, de seguro que te encanta.

Lo último que dijo me intrigó un poco así que me apresuré a teclear una respuesta.

— Angie
Hola Perli, estoy bien, ya no me duele nada, díselo también a las chicas. ¿Qué tienes que contarme? ya tengo curiosidad.

No pasó mucho tiempo antes de contestarme de vuelta.

— Perli
Que bueno que estes mejor Angie, se lo diré a las demás. Y pues de lo otro, se trata de Shine, nuestra compañera de clase, ella quiere estar en el equipo de animadoras, le hicimos las pruebas y es muy buena, además sabe hacer el último paso de la gran coreografía. ¿Qué te parece?

Cuando terminé de leerlo completo, sonreí, no me lo podía creer, me alegraba mucho la idea que Shine estubiera en nuestro equipo de animadoras, por lo tanto que se supiera ese paso me daba un aliento de vida, ya tenía a quien me reemplazara en eso. No quería volver a darme un golpe en la cabeza si lo intentaba y lo más importante, no quería defraudar al equipo con una coreografía mediocre.

— Angie
Me parece totalmente genial, por favor Perla ¿puedes encargarte de darle todas las indicaciones y enseñarle los pasos de la última coreografía?, si lo haces te amaré por siempre.

— Perli
Claro que puedo hacerlo, es pan comido, además sabes que igual me amarías por siempre. Bye bye, cariño.

— Angie
Bye bye, corazón.

Puse el móvil en la mesita frente al sofá y luego me recosté completamente en él, dí un suspiro de alivio y sonreí. Al menos algo estaba saliendo bien en mi vida después de todo.  El olor de mi sopa enseguida se regó por toda la casa signo de que ya había comenzado a cocinarse bien. Me levanté del sofá sin ningún deseo de hacerlo y subí las escaleras. Ya en mi habitación revisé mis gavetas y tomé un short y una blusa corta, las dos piezas de ropa color rojo carmesí, mi favorito. Recogí mi cabello en un moño sobre la cabeza y me metí en el baño, me saqué la ropa y luego lavé de mi cuerpo el cansancio, el malestar, la tristeza y sobre todo, pensé y sí que pensé mucho en todo. 

Al terminar mi baño y vestirme bajé a la cocina y me serví un cuenco de la sopa que había hecho, levanté el cuenco hasta mi nariz y aspiré el delicioso aroma, eso fué lo último que necesité para sentarme en una silla y comerme todo sin detenerme, cuando terminé me comí un segundo cuenco, me encantaba la sopa, bueno, a quien quiero engañar, me encantaba todo lo que comiera y me pareciera delicioso y afortunadamente la mayoría de cosas de las que había comido habían sido puras delicias.

— Angelina, esto estaba delicioso, felicitaciones amiga— me dije a mi misma para darme ánimos.

Cuando terminé lavé los platos y las cosas que había utilizado y los guardé. Por la ventana podía ver que ya casi era de noche. 
Me fuí al salón y por el camino tomé un libro que había en un estante, no sabía de que era pero, que más daba. Después de pasarme casi media hora fingiendo que me interesaba dejé de “leer” y subí nuevamente a mi habitación para buscar mi MP3 en una gaveta de mi escritorio y de paso también tomé un abrigo negro de mi guardarropa, si pensaba salir al menos debería ponerme algo más abrigado, aparte que tampoco voy a andar así de noche por la calle. Salí de mi casa y me puse el abrigo, luego me puse los auriculares y active la primera canción en mi MP3 en tanto lo colocaba en el bolsillo de mi short corto. Salí corriendo en dirección al parque a pasos cortos, no estaba acostumbrada a correr por las noches pero había algunos días en los que me era inevitable salir a refrescar un poco mi mente. La voz de Adele se escuchaba perfectamente en mis oídos mientras cantaba Someone like you y yo corría por el parque. Aunque era de noche no era tan tarde en realidad, el parque estaba iluminado en todas partes por grandes bombillas  y aveces pasaba una que otra persona. Había partes en las que el parque se veía un poco tenebroso, pero  no era nada de qué preocuparse.

Seguí corriendo un poco más aunque sentía que mis músculos ya comenzaban a cansarse, me paré bruscamente y  tomé aire para seguir corriendo.

— ¿Qué es lo que no me has dicho Bruno? ¿Qué te pasó en el pasado que aún no sé?—me pregunté a mi misma en voz alta, ahora sonaba Sweet Little lies, muy propicia para el momento no, aunque en realidad no sabía si Bruno me estaba mintiendo o me ocultaba algo, no es lo mismo. Caminé un poco más y luego volví a casa caminando y tratando de calmar mi respiración. No podía pensar más en esto, mañana tenía un partido al que ir y estaba en todo menos en eso. Hacía mucho frío y el abrigo obviamente no me cubría las piernas. Llegué a casa y me apresuré a entrar, me quité el abrigo y lo tiré en un sofá y me fuí corriendo a mi habitación. Me puse mi pillama de ositos y corrí a acostarme a dormir. Mañana era un día importante.



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En el texto hay: amnesia, romancejuvenil, fobia

Editado: 10.04.2022

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