Riley, Rumbo a la locura.

2 - ETHAN REED

Mientras caminaba hacía su profesor Riley buscaba la manera desesperada de encontrar alguna excusa por todas las inasistencias que tenía a pesar de llevar pocas semanas de iniciado el ciclo escolar, tenía muchos deberes por hacer y que simplemente no había realizado porque no se le había dado la gana, al sentirse ya nerviosa comenzó a pensar en su padre y en la fuerte discusión que tendría con el si le mandaban llamar de la universidad, ya que el señor Mathers era quien estaba pagando.

—Riley le pedí que se quedará porque creo que sabe de lo que quiero hablar con usted ¿verdad? —pregunto el profesor de Riley mientras se sentaba en su escritorio y dejaba sus pies colgando.

—Me pondré al corriente, lo juro. —contesto Riley bajando la cabeza un tanto apenada pues no tenía ninguna excusa, ella simplemente no quería hacer ciertas cosas.

—Riley…si no te gusta esta carrera ¿Por qué estás aquí? Tu padre está malgastando su dinero, el piensa que tu estas estudiando y la realidad es que no. El ciclo pasado decidí aprobarte pero este no será así, te reprobaré.

En ese momento lo único que pudo pensar la joven fue en la paliza que le propinaría su padre si era suspendida, así que con lentitud tomo un banco y se sentó frente a su profesor.

—Señor Freenman, yo estudio por obligación de mi padre, yo no quiero esta carrera.

El profesor Freenman observo a Riley un momento. —Creo Riley que ya eres una joven adulta, tienes la edad suficiente como para tomar tus propias decisiones y si no te interesa a esta carrera confronta a tu padre.

—Si confronto a mi papá me va a moler a golpes profesor Freenman, quisiera solo escaparme pero él no me dejara en paz, soy como…como su presa. —dijo Riley con tristeza.

— ¿Y tu madre? ¿Ella te poya? ¿Por qué no poner una denuncia?

—Mi mamá es sumisa jamás confrontaría a mi padre y yo no quisiera dejarla sola a pesar de que ella jamás me defienda yo la amo, es mi mamá. Señor Freenman si usted avisa a mi padre en verdad, le juro que me molerá a golpes.

El profesor Freenman se quedó observando a Riley un momento, se levantó de su lugar y camino hacía la puerta del salón para cerrarla, también cerró las persianas y luego regreso hacía donde estaba Riley, se posiciono frente a ella y extendió su mano mientras en su rostro se reflejaba un rastro de oscuridad. —Tengo una propuesta para ti Riley Mathers ¿Te interesa escucharla?

Riley se quedó con la boca ligeramente abierta y un tanto atontada y sin mucha seguridad tomo la mano de su profesor quien la acerco un poco hacía el, frente a frente Riley llego a sentir su aliento muy cerca provocándole un cosquilleo no muy grato. — ¿Qué cosa?

—Antes que nada esto no podrás decírselo ni a tu sombra porque si no estarás en grandes problemas conmigo, segundo, mi propuesta es que salgas conmigo, a cambio te ayudo un poco para que mejores tus calificaciones y no te acuso con tu padre y así tú te evitas una golpiza.

Riley no pudo hacer más que quedarse perpleja ante la sarta de estupideces que estaba escuchando y por un momento solo se mantuvo mirándole intentando hacerse creer que todo lo que había escuchado era una muy ruin jugada de su cabeza. —Piénsalo esperare paciente.  —dijo después Freenman alejándose de la joven y caminando hacía la puerta de salón para abrirla, sin poder dejar de mirarle Riley salió del salón a paso lento aun perturbada y con miedo, sin poder creer aún que aquello había pasado.

— ¡Te ves mal Riley Mathers! Dime ¿acaso el profesor Freenman te acaba de hacer una de sus sucias proposiciones? —en ese momento Riley detuvo su andar de golpe y volteo hacía la voz que le llamaba, era aquel muchacho que momentos atrás se había burlado de ella. Extrañada se quedó mirándolo y pudo notar seriedad en el rostro del joven.

— ¿Quién eres? Odio que me tuteen extraños. —pregunto Riley mientras cruzaba los brazos y continuaba con su lento andar esperando que aquel joven le siguiese para continuar aquella conversación.

Y mientras el joven prontamente caminaba para quedar al lado de Riley ella pudo notar como las personas a su alrededor los miraban de manera descarada, juzgando casi a gritos.

—Me dirás entonces que te propuso el señor Freenman ¿o no? —pregunto de nuevo aquel muchacho prestando toda su atención a Riley, mirando fijamente su rostro esperando una respuesta e ignorando por completo a los demás.

—Entonces no me dirás quien eres ¿verdad? —respondió Riley intentando evadir la pregunta que aquel joven desconocido le había hecho.

—Si te lo diré, si me dices que fue lo que Ryder te dijo. —insistió el joven mientras arqueaba una de sus cejas.

— ¿Ryder? No estábamos hablando del profesor Freenman. —dijo Riley confundida.

El joven sonrió ampliamente de manera burlona. —Dios Riley Mathers ¡En verdad eres un estuche de monerías! No puede ser que no sepas el nombre de tus profesores en especial el del profesor Ryder Freenman.

— ¡Oh! Ya entiendo.

—Entonces.

—Entonces, entonces, entonces eres un irrespetuoso, te burlas de mí, me tuteas sin conocerme y ¿Por qué tanta insistencia con lo de Freenman? —dijo Riley comenzando a fastidiarse por la actitud del joven.

—Sé que soy molesto y sé que fui irrespetuoso pero Riley, necesito saber ¿acaso no escuchas todo lo que se dice de Freenman en los pasillos?

—No todo lo que se rumorea en los pasillos de la escuela es verdad, la mayoría son solo chismes ¿acaso tú crees que soy una puta? ¿O una loca?

—Para que lo sepas no creo nada de lo que hablan de ti, si te moleste en el salón fue porque soy un poco idiota a veces, te pido una sincera disculpa, pero Riley…lo que se rumorea de Freenman es verdad.

— ¿Sabes qué? ¡Vete a la mierda! —exclamo Riley ya bastante fastidiada y apresurando su andar para quitarse a aquel joven de encima, pero no iba a ser cosa fácil pues aquel joven la siguió.




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