3 - DEFENSOR

En cuanto Riley se disponía a hacer la voluntad de Devon una voz intervino haciéndole volver el alma al cuerpo a la pobre y lastimada Riley.

—Déjala tranquila Devon. —dijo Ethan parándose frente a Riley mientras sin dejar de ver a Devon le daba su mano para ayudarla a sostenerse.

—Ethan, no te metas en donde no te llaman.

— ¿Te han dicho que eres un completo animal? Porque enserio lo eres. —Devon frunció el ceño muy enojado, arrugo el rostro mientras permanecía con su mirada fija en Ethan quien solo se mantuvo ahí a la vez que arqueaba una ceja.

— ¿En verdad estas defendiendo a esta zorra? —pregunto incrédulo.

Ethan resoplo bastante molesto y sin decir más con todo aquel enojo acumulado se acercó rápidamente hacía Devon para propinarle tremendo golpe en la cara que hizo que Riley se alejara de inmediato pues quería evitar a toda costa ser atrapada nuevamente por Devon durante la pelea que se avecinaba. Mientras ella trataba de recuperar el aire pudo ver como Ethan le daba un rodillazo en el estómago a Devon quien algo atontado observaba a Riley tratando de ir a por ella nuevamente.

— ¡Jamás te acercarás a ella! No mientras esté yo. —exclamo Ethan mientras le daba otra patada a Devon. — ¡Para que veas lo que se siente brabucón!

 La mirada de Devon se transformó de inmediato, estaba endemoniadamente enojado, se aventó hacía Ethan haciendo que el cayera al suelo y le dio un par de golpes hasta que Ethan logro levantarse volviendo a abalanzarse sobre él. Aquello parecía que iba a terminar en una masacre cuando de pronto con gritos el señor Freenman intervino tomando a todos por sorpresa, los mirones que se encontraban cerca se alejaron inmediatamente ante el temor de ser sancionados entre ellos Rachel.

— ¡Señores, señores! ¿Qué diablos se supone que están haciendo? Mmm… Esto tiene finta de Riley Mathers. ¿De nuevo provocando peleas señorita Mathers? —el profesor Freenman miro en dirección a Riley quien solo se quedó muda sin poder decir nada para defenderse.

— ¿Riley? ¡Fue Devon señor! Estamos dando este maldito espectáculo por culpa de Devon. —dijo Ethan en defensa de Riley, a quien después tomo del brazo con delicadeza para ayudarle, Riley noto como había algo de sangre en los nudillos del joven defensor.

 —Ustedes tres, Riley, Devon, Ethan, van a ir conmigo al aula en donde tendremos una gran charla.

El profesor Freenman comenzó a caminar y lanzo una mirada molesta a los estudiantes que estaban por ahí observando, Riley, Ethan y Devon caminaron hasta el aula en donde cada uno tomo un asiento, el profesor Freenman cerró la puerta y en cuanto lo hizo volvió a mirar a Riley. — ¿Qué les da Riley Mathers para que se peleen por usted?

Riley fastidiada por ser acusada injustamente de comenzar aquel pleito miro al profesor Freenman a los ojos, desafiante. —Ya le dijeron que yo no fui profesor.

—Yo comencé la pelea profesor, no Riley. —interfirió Ethan hablándole a Freenman con gran odio, mirándolo fríamente.

— ¿Así que fuiste tú Ethan Reed? —Freenman hizo una pausa y miro a Ethan con detenimiento como si tratase de recordarlo de algún lado. —Tu cara me parece muy familiar, ahora que te veo con detenimiento.

— ¿A si?

— ¿Eres hermano de Lía Reed no es así? Ella estuvo en esta institución hace varios años.

— ¿La recuerda profesor? —pregunto Ethan mientras arqueaba la ceja.

Freenman sonrió frio.  —muy vagamente. —Ethan trato a toda costa de contener su enojo y se tronó los huesos del cuello sin dejar de mirar al profesor. — ¿Y usted Devon? ¿No tiene nada que decir?

— ¿Qué puedo decir? ¡Este imbécil fue el primero en golpearme yo solo me defendí! Si va a regañarme por eso, hágalo no me interesa. —dijo Devon lleno de soberbia y mirando de reojo a Ethan, su actitud había sido de lo más cobarde al tratar a toda costa de lavarse las manos.

El profesor Freenman sonrió y se acercó a Devon. —Obviamente, no podía esperar menos de usted Devon. Escuchen los tres, no pueden, no deben dar esta clase de espectáculos… ¡Deben respetar esta institución! —dijo después observando a los tres jóvenes, en especial a Riley a quien no dejaba de ver de una forma un tanto morbosa. —Tienen suerte de que haya sido yo quien los vio y no un maestro más estricto, lo que hicieron no merece otra cosa más que la suspensión, tengan cuidado ahora retírense y por favor pónganse hielo. ¡Largo!

En cuanto el profesor dio la orden para que los jóvenes pudieran salir del aula, Devon a prisa fue el primero en cruzar el umbral de la puerta. A paso más lento le siguieron Ethan en compañía de Riley quien pudo notar a Rachel esperando a su inseparable novio, no pudo evitar quedarse mirándolos un momento, Ethan lo noto y le dio una leve palmada en el hombro a la joven para que volviera en si pues se había quedado completamente ausente mirándolos con mucho dolor, no por Devon si no por su melliza, Rachel.

Ahí parados Devon se acercó con su montón de amigos y pasaron a un lado. —Pagarás por esto Ethan, cuídate la espalda. —dijo mientras levantaba ambas cejas y rodeaba con su brazo a Rachel quien volteo hacía atrás una última vez viendo hacía Riley.

—Ven, vamos a mi casillero. —dijo Ethan mientras tomaba con cuidado la mano de Riley para llevarla hasta su casillero, estoando ahí mientras que Ethan acomodaba algunas cosas Riley no hacía otra cosa más que mirarlo apenada.

—Siento mucho haberte metido en problemas con Freenman, no debiste intervenir.

Ethan azotó la puerta de su casillero y se apoyó con ambas manos en él, mientras que bajaba la cabeza un segundo para luego mirar a Riley. —Devon es un animal, es agresivo, mujeriego, manipulador, es cruel. ¿Riley que paso?

—La hermana de Devon vino a molestarme y cometí el error de defenderme.

—Te molesta la hermana de Devon, te molesta Devon, te molestan los amigos de Devon, te joden la vida todos en esta cochina escuela. —Ethan hizo una pausa y miro fijamente a Riley como si no se atreviese a hablar pero al final lo hizo. — ¿Por qué tienes tan mala fama Riley Mathers? ¿Paso algo con Devon? ¿Por qué tienes fama de loca, de…? —Ethan pudo terminar lo que iba a decir por no querer hacer sentir mal a Riley. —perdón, no quise se grosero.