Riley, Rumbo a la locura.

8 - LA CITA

 

El camino de regreso a casa fue silencioso, Riley no quería decir ni una sola palabra mientras que Ethan la miraba de tanto en tanto de reojo sin tratar de insistir para conversar con ella. Al llegar a casa de los señores Mathers, apago el automóvil de inmediato, Riley quiso apresurarse a abrir pero Ethan sin decir nada solo sujeto su mano en señal de que se detuviera y luego él a prisa bajo para abrirle la puerta a Riley, la ayudo con cuidado a salir.

—Te ayudo. —dijo Ethan en voz baja, tomando las cosas de Riley. — ¿Tus llaves? —pregunto después mientras mirándola, arqueaba una ceja.

Riley sin decir nada abrió la bolsa delantera de su mochila y saco las llaves para entregárselas. Ambos caminaron juntos lo más silenciosamente posible, Ethan abrió la puerta y Riley lo primero que hizo fue observar las escaleras de su casa e inhalo profundo, bajo la cabeza y volteo a ver a su amigo, en medio de la oscuridad y le silencio Riley observo con detenimiento el rostro inexpresivo de Ethan. Sin decir nada el sencillamente la tomo entre sus brazos y cautelosa y rápidamente subió las escaleras para llevarla hasta su habitación, estando ahí se apresuró a dejarla en su cama y a cerrar la puerta.

—Lo que hiciste hoy fue demasiado arriesgado y debes admitir que yo tenía razón. Este arrebato tuyo salió mal, las cosas no se hacen de la manera en que las hiciste Riley, pero no olvidaré que arriesgaste tu vida por ayudarme, te expusiste demasiado por mí. No quiero que te vuelvas a exponer de esa manera ni por mí, ni por nadie. —mientras Ethan le agradecía a Riley ella pudo sentir de pronto como su mano se posaba sobre la de ella. —te estás volviendo en alguien muy importante para mí, no quiero que nada malo te pase, ¿okay?

—Solo quería ayudarte…yo, lo que hice fue estúpido, tenías razón.

Ethan sonrío de manera dulce y acomodo los cabellos rojos de la nerviosa y sonrojada Riley tras su oído. —No me hubiera perdonado si algo malo te hubiera pasado. —Riley lo único que pudo hacer fue sonreír tímidamente, no podía de dejar de observar el rostro de Ethan alumbrado únicamente por un poco de luz lunar. —Eres hermosa Riley. —dijo después el ojiazul sin dejar de mirarla, en ese momento lo primero que quiso hacer Riley fue vomitar a causa de el subidón de emociones que estaba teniendo en aquel instante.

—Ethan yo…

— ¿Tu que…?  —interrumpió a la pelirroja mientras fruncía el entrecejo.

  — ¿Qué diablos hacen? —de pronto Rachel entro a la habitación, tratando de no hacer tanto ruido para evitar que sus padres la escucharan, Riley pego un salto hacia atrás a causa del susto y se dejó caer en la cama. —Te he estado cubriendo todo el día, te mande como cien mensajes y no respondiste ninguno. —Rachel se encontraba visiblemente molesta y con las manos en la cintura observo a Riley fijamente, encendió la lámpara que estaba a un lado de su cama y se acercó a su rostro para verla con mayor detenimiento.   — ¿Qué le hiciste? —pregunto girando su mirada hacía Ethan quien confundido se alejó de Riley y sonrió atónito.

— ¿Perdón? ¿Qué es lo que estás queriendo decir? ¿Qué insinúas Rachel? —interrogo Ethan mientras se tronaba el cuello.

— ¡No insinúo nada! Te estoy preguntando directamente ¿Qué le hiciste a Riley? —Rachel se paró de frente hacía Ethan y lo reto mirándolo sin miedo, fijamente, Ethan molesto y tratando de mantenerse en control se humedeció los labios respondiendo así a la mirada acusativa de Rachel.

—En verdad que siempre…—Ethan pauso y volteo a mirar hacia otro lado. — ¿Siempre eres así de desubicada? —pregunto volviéndola a mirar. —no tienes ni idea de lo que dices.

—Eres un maldito. —respondió Rachel secamente para luego tratar de darle una bofetada a Ethan pero él inmediatamente reacciono y la tomo del brazo evitando que Rachel realizara su cometido.

— ¡Tienes un maldito problema Rachel! Eres mal educada, entras sin tocar y me acusas a diestra y siniestra eso solo muestra lo imprudente y atrabancada que eres, me acusas nada más porque se te da la gana sin permitir que Riley o yo te digamos que paso, es más fácil venirme a acusar. Eres muy, muy imprudente, así como estás reaccionando ahorita justo así debiste actuar cuando tu ex noviecito y sus amigos golpearon a Riley, así debiste defenderla no quieras venir a jugar el papel de la hermana sumamente preocupada y defensora que no te queda en lo absoluto.

Rachel miro a Ethan con furia. — ¡¿Cómo te atreves a hablarme así?! ¡Eres un grosero! ¡Bastardo hijo de puta!

Ethan se carcajeo provocando aún más enojo en Rachel. —La escuincla malcriada dice malas palabras ¡que cautivador! A diferencia de ti yo si defendí a Riley… ¡Porque la quiero! Yo si le di el apoyo que ella esperaba de su hermana. Si te molesta tanto que te digan tus verdades entonces piensa…piensa antes de hablar y acusar a las personas. ¡Piensa Rachel! Demuestra que no solo piensas en que labial se te mira mejor.

De pronto en el rostro de Rachel se plasmó un gran gesto de tristeza y de decepción al recordar lo que le había sucedido a su hermana anteriormente, se sentía culpable y sumamente avergonzada por no haber hecho nada por defenderla en ese entonces. —Te aseguro que no dejare que nada malo le pasa Riley nunca más, siempre que pueda evitarlo, siempre la voy a defender. Ahora lárgate. —pidió Rachel ya sin sonar tan altanera como lo había hecho anteriormente.

Dirigiendo una mirada más dulce hacía Riley sin decir nada mas Ethan rápidamente se marchó antes de que los padres de las mellizas Mathers se dieran cuenta de su presencia a tan altas horas de la noche. Estando ya solas Rachel tomo la mano de su melliza y la miro con tristeza.

— ¿Me dirás que te paso? —pregunto Rachel sonando en verdad preocupada por su hermana, antes de que está le respondiese se levantó de la cama y fue hacía el baño para sacar el botiquín de primeros auxilios, al volver mientras abría el botiquín una lagrima corrió por su mejilla. —siempre estas golpeada Riley, si no es en la escuela, es papá si no es papá es alguien de afuera, pero siempre tienes golpes Riley, siempre. —dijo Rachel llorando y curando las heridas de su hermana, de inmediato  Riley sujeto sus manos.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.