La fiesta continúa en el salón de la mansión del Alpha. El ambiente se siente tan lleno de una hermosa vibra, pues creo, que al igual que nosotros, nuestros amigos y familia están que no caben de la alegría por nuestra unión.
Mady y yo seguimos bailando hasta que algunos de los invitados nos ofrecen un brindis. Nos acercamos a nuestra mesa y brindamos junto a ellos.
— Abraham, Mady, de todo corazón les deseo la mayor de las felicidades, que su relación siga siendo tan linda como hasta día de hoy es —comenta Alysa mientras toma su copa entre sus manos— Que sigan viviendo grandes aventuras, ¡ y que viva su amor! —finaliza.
— Muchas gracias, Alysa —responde Mady y ambas elevan sus copas— Ambos estamos muy agradecidos por lo que tú y el Alpha han hecho por nosotros, y me guardo muy dentro del alma todos tus buenos deseos.
— Bueno, Mady ya lo ha dicho, pero te lo repito, agradecemos demasiado su ayuda, Alysa —menciono y los 3 bebemos de nuestras copas.
— No hay nada que agradecer —dice con una sonrisa— por ahora los dejaré que seguramente quieren seguir bailando.
Una sonrisa cómplice escapa de sus labios, y tan pronto como se aleja, Mady tira de mi mano llevándome devuelta a la pista.
— No sabes lo feliz que me haces —aquellas palabras salen de mis labios automáticamente, y a pesar de que es algo que le repito a diario, Mady sigue reaccionando con una tímida sonrisa que ilumina su rostro.
— Me llena el corazón de alegría saber que es reciproco —dice y recarga su cabeza sobre mi pecho — nunca imagine un amor tan dulce como el tuyo.
Siento mi corazón latir con tanta fuerza, y con calma llevo mis manos hacia su delicado y bello rostro. Veo esos ojos tan llenos de vida que llegaron a hacer de mis días mejores, y con una sonrisa le robo un beso a mi amada. Sus labios responden a mi llamado devolviendo un tierno pero apasionado beso.
Todo a nuestro alrededor desvanece, y pronto solo estamos ella y yo, compartiendo de un íntimo momento que acelera mi corazón y me hace sentir derretir. Mady es como un sueño, la adoro tanto, es la mujer más maravillosa que conozco; y nuestra relación es como si todas aquellas historias de amor que alguna vez leí se reflejaran en nosotros, en nuestro amor. Que no es perfecto, hay altas y bajas, pero que siempre mantiene su respeto, que siempre mantiene su calidez.
Infortunadamente, no nos encontrábamos solos, y chocamos con otra de las parejas que bailaban a nuestro alrededor.
— Lo sentimos mucho —digo de inmediato, sintiendo como el calor ha subido a mis mejillas.
— Tranquilos —responde la dama con una sonrisa— también fue nuestra culpa.
Algo avergonzados, asentimos y caminamos de vuelta a nuestra mesa.
En cuanto nos sentamos, vemos a una pareja acercarse. Alex y Valentine vienen hacia nosotros con un regalo en manos. Nos ponemos de pie para saludarlos, y no puedo evitar que la curiosidad me gane, discretamente intento ver si la rubia ya lleva un anillo en su mano, pero parece ser que aún no.
— Tío, Mady —saluda Alex y Valentine se suelta de su mano para extender su brazo y saludarnos.
Al tomarla de la mano puedo sentir un par de anillos, pero no están en la posición que todos estamos esperando. Al soltar de su mano, llevo mi mirada hacia Alex, y este ni siquiera parece notarlo.
<<Vaya par>>
— Lamentamos no haber llegado a tiempo, fue un viaje largo y hubo algunos inconvenientes —dice Valentine sonando algo avergonzada.
— No tienen porque disculparse —menciona Mady y los envuelve en un fuerte abrazo— Nos alegra mucho verlos nuevamente, gracias por haberse tomado el tiempo de venir, chicos.
— No hay de que —dice Alex y parece recordar que aun lleva el regalo en sus manos— ¿Dónde puedo dejarles esto?
— Oh, puedes dejarlo aquí en la mesa —respondo — agradecemos el detalle.
— Les escribimos una carta expresando nuestros mejores deseos, pero igualmente, estando aquí frente a ustedes, personalmente, les deseo lo más lindo del mundo, he sido testigo de su tan bello amor y nos encontramos muy felices de que está unión finalmente haya sucedido —dice Valentine con una sonrisa— que la diosa les conceda una larga vida para que sigan disfrutando de su amor.
— Muchas gracias, Valentine —dice Mady al tomar de su mano— apreciamos mucho tus palabras y buenos deseos.
— Tío, sabe que no soy el mejor con las palabras, y bueno, tampoco quiero decir algo que no debería —dice y una ligera risa escapa de sus labios— pero los he visto convivir por tanto tiempo, tanto como amigos, como una pareja, y no cabe duda de que son hechos a la medida, que saben complementarse tan bien, que la eternidad les parecerá poco para vivir juntos, y si existen otras vidas, de todo corazón les deseo que la diosa les conceda vivir juntos en cada una de esas vidas.
Sus palabras realmente me llenan de emoción, sé que Alex es capaz de ver cosas que nosotros no, cosas que claramente no dirá, porque de ser así, ¿qué sentido tendría vivir?
— Muchas gracias, Alex, guardaré siempre con mucha ilusión esas palabras —estrechamos la mano con una sonrisa, y ahora que el me ve, llevo mi mirada hacia la mano de Valentine, haciéndolo sonrojar.