Ritual

Capítulo 6.

La muchacha sorbía sonoramente la sopa de la cuchara a través de sus cabellos enmarañados. Al parecer tenía mucha hambre, pero la comida estaba caliente y debía contenerse de tomar bocados más grandes. Mientras tomaba mi café, del otro lado de la mesa, intenté inspeccionarla con la mirada en busca de heridas. Estaba sucia pero no se veía ningún resquemor al caminar o moverse, como tampoco ninguna herida visible. Lo más probable era que estuviera sana. Un milagro considerando que llevaba una semana viviendo en una plaza con un collar tan llamativo como el que llevaba.

-Eso no parece bisutería -dije señalando el medallón púrpura ovalado que colgaba del centro de la cadena.

-No es -respondió escondiéndolo debajo de sus ropas- me lo regaló mi novio. Es un mago poderoso.

-Entiendo. ¿Y dónde está?

-¿Quién?

-Tu novio.

-Es...complicado. -respondió avergonzada, bajó la mirada y continuó con su sopa.

-Tu mamá está muy preocupada por vos. Cree que el señor Filippovič te lastimó.

-No. Él nunca podría… -dijo indignada, recuperando su altanería- Mi mamá nunca entendió nuestra relación.

-¿El señor Filippovič es tu novio?

-No oficialmente -respondió sonriente, como si fuera una obviedad- Pero cuando deje a su mujer…

-¿Eso te dijo?¿Qué iba a dejarla?

-Después del ritual, sí. Me dijo que si yo cumplía el ritual iba a convertirme en maga y así íbamos a poder estar juntos.

No pude evitar sonreír con malicia por su ingenuidad, aunque también sentía una profunda indignación por la crueldad de mi cliente.

-¿Nunca te explicaron de que se trataba el ritual?

-El padre Drozdov me lo explicó, sí. Pero me asusté. No podía apuñalar a ese pobre muchacho. Espero que Vladimir no esté enojada conmigo.

-¿Vladimir? -pregunté con picardía aunque sabía perfectamente a quien se refería.

-El señor Filippovič -se corrigió sonrojada.

-Entiendo -asentí y di un sorbo a mi taza de café.

-¿Usted es mago? -me preguntó cuando vio el tatuaje de una runa en mi muñeca.

-No. Soy investigador mágico.

-¿Qué es eso?

-Soy un detective privado especialista en magia.

-Pero, es humano, ¿no?

-No, tampoco. Soy lo que se llama un apadhvaMsaja.

-No me suena -dijo moviendo la cabeza en negación.

-Es una palabra sánscrita que significa mestizo. No es un término muy feliz -respondí con una sonrisa tensa- se usa de forma despectiva. Es la forma en que los magos se refieren al hijo de un hechicero y un humano.

-No sabía que eso fuera posible.

-Es poco común. En general se desprecian, por más que no lo digan.

-¿En que se diferencia de un humano normal?

-Tengo más tolerancia a los hechizos y los conjuros. Fuera de eso, soy tan mortal como cualquier humano.

-Debe ser difícil no se ser aceptado ni por unos ni por otros, ¿no?

-Es un poco solitario, sí, pero tuve suerte de dar con gente comprensiva.

Fue la primera y única vez que la muchacha hizo un gesto similar a sonreír. Asintió y continuó con su comida.

-¿Va a llevarme con mi mamá cuando termine de comer?

-Si es lo que quieres -respondí.




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