Rivales | Edmund Pevensie - Caspian

Chapter III

Me alejé de él y me acerqué a Caspian, vi que el enano iba a volver a atacar, pero se detuvo al ver el cuerno de la Reina Susan... miró a su amigo y luego nos miró, el sonido de los caballos captó la atención de todos haciendo que volteáramos a ver hacia esa dirección.

Tn: Mierda... nos encontraron— Hablé frustrada.

xx: Encárgate de ellos— Miró al otro y se fue en dirección a los soldados de Miraz.

No me fijé en qué momento el enano se acercó hasta que escuché que Caspian hizo sonar el cuerno, volteé a verlo y vi que era golpeado por el enano haciendo que se desmayara.

Tn: ¡Hey! — Lo miré molesta y me acerqué a él para atacar.

Nuestras espadas chocaron y empezamos a pelear, de un momento a otro él me quitó la espada, pero rápidamente retrocedí y con mi arco lo apunté.

xx1: ¡Espera! ¡Espera! — Habló un tejón saliendo de la casa —No queremos hacerles daño.

Tn: ¿Quién me lo asegura? Que yo haya visto él acaba de dejar inconsciente a mi mejor amigo— Los observé seria sin dejar de apuntar.

xx2: Lo hubiera matado— Mencionó y yo estaba a punto de lanzar la flecha.

xx1: ¡No hagas eso! — Exclamó colocándose enfrente del enano —Nikabrik será mejor que te calles— Él enano solo gruñó molesto.

No pude aguantar más con el arco y caí de rodillas mientras aguantaba mi brazo... había perdido sangre durante el camino que me comenzaba a sentir débil.

xx1: Hay que ayudarlos— Comentó mientras se acercaba a mí, me alejé un poco a la defensiva —Tranquila... no te haré nada— El tejón tomó mi brazo donde estaba la herida —Hay que curarla, morirá si sigue perdiendo sangre.

xx2: Bien— Asintió a regañadientes —Llevaré al desmayado y tu encárgate de la chica.

xx1: ¿Puedes levantarte? — Preguntó y yo asentí, vi que el enano llevaba a arrastras a Caspian.

Tn: Yo lo llevo— Dije, pero el tejón negó.

xx1: Ahora no cuentas con la fuerza necesaria para cargarlo y llevarlo.

Como pudo el enano entró a la casa junto a Caspian para luego dejarlo acostado, entre y vi que el tejón lo revisó y le colocó una venda en su cabeza, se acercó a mí y examinó mi herida.

xx1: Tengo que tratar esto— Caminó hacia donde creo que era la alacena y comenzó a buscar algo hasta que llegó con unas hierbas —Pondré esto en tu herida, pero debo advertir que te va a arder— Asentí e hizo lo que dijo y como era de esperarse sentí gran ardor.

Luego vendó mi brazo, le agradecí y fue cuando me dirigí hacia Caspian... me sentí culpable al no haberlo protegido... Sin pensarlo pasé mi mano por su mejilla, acariciándola suavemente, pero rápidamente la aparté y me reprendí... no podía permitirme sentir algo por él, a pesar de que ya lo hacía desde hace algunos años, me dirigí con el enano y el tejón, tomé asiento sintiendo sus miradas en mí...

Tn: ¿Puedo saber quiénes son? — Pregunté con cautela.

Nikabrik: Como ya dijeron allá afuera soy Nikabrik— Habló de mala gana, suspiré cansada.

xx1: Yo soy Buscatrufas— Se presentó.

Tn: Ustedes son narnianos— Hablé con sorpresa.

Buscatrufas: Así es— Asintió —¿Puedo saber ahora quién eres?

Tn: Lo siento— Asentí un poco avergonzada —Me llamo Tn.

Pasaron algunas horas, yo me encontraba afuera por si algo pasaba... quería estar alerta y no podía permitirme volver a cometer el mismo error de dejar que hirieran a Caspian... en ese momento un ruido por adentro captó mi atención y rápidamente entre, vi que Caspian estaba despierto y tenía un morrillo en la mano mientras que el enano tenía una espada... ambos apuntándose.

Nikabrik: ¡Te dije que nos deshiciéramos de ellos antes de que fuera tarde! — Exclamó sin bajar el arma, rápidamente saqué mi arco.

Tn: Yo no haría eso si fuera tu— Hablé seria mientras apuntaba con mi arco y flecha.

Buscatrufas: Ya sabes porque no lo hice— Se defendió y me miró —No les haremos nada... baja eso por favor— Pidió, pero yo seguí mirando al enano.

Tn: Si no baja su arma, no bajaré mi arco— Aclaré seria.

Caspian: Si van a votar, apoyo a tu amigo— Miró al enano, lo observé incrédula.

Nikabrik: Nos ha descubierto— Siguió discutiendo —No hay que dejarlo ir— Chocó su espada con el morrillo que tenía Caspian haciendo que me tensara.

Caspian: ¡No lo hagas Tn! — Exclamó y yo lo miré —Nosotros no les haremos tampoco daño.

Tn: Eso díselo al enano que tiene la espada— Hablé sin dejar de apuntar.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.