Rivales | Edmund Pevensie - Caspian

Chapter XIV

Rey Peter: ¡Caspian! — Exclamó preocupado —¡No Tn detente!

Intentó detenerme, pero fui más rápida y antes de que la flecha impactara en Caspian, me coloqué delante de él y fui yo quien recibió la flecha.

Caspian: ¡Tn! — Intentó acercarse a mí.

Tn: ¡No se preocupen por mí váyanse ahora! — Exclamé preocupada a su vez que me quejaba por el dolor, por la flecha que tenía en el hombro.

Caspian: Pero Tn...

Tn: No pierdan tiempo, yo estaré bien— Lo interrumpí sabiendo lo que iba a decir.

Caspian dudaba en dejarme, pero junto con Peter salieron de ahí, no sin antes haber inmovilizado a la reina mientras ella gritaba y ponía resistencia... me dieron una última mirada y ellos se fueron, por mi parte yo me quedé... me armé de valor, puse mi mano en la flecha y con fuerza y sin dudarlo la saqué haciendo que me quejara de dolor... no era la primera vez que me disparaban y sé que tampoco iba a ser la última... en ese momento la campana de alerta sonó haciendo que me preocupara, rasgué un poco mi ropa e hice un amarre en mi hombro para que parara el sangrado.

En eso comencé a escuchar el grito te los narnianos y eso me alertó... se suponía que tenían que irse de aquí y escapar, corrí lo más rápido que pude y saqué mi espada, salí a donde se encontraban todos y comencé a pelear sintiendo dolor en el hombro...

Caspian: ¡Tn cuidado! — Exclamó preocupado.

Rápidamente me di la vuelta y vi que uno de los soldados iba atacarme por lo que me defendí, alcé la mirada y vi a Miraz observando todo, él le hizo una seña a un soldado y fue cuando vi que comenzaban a golpear donde se abría la reja... esto era mala idea... planeaban encerrarnos y matarnos aquí mismo...

Tn: ¡Peter! — Exclamé y él me miró —¡Tenemos que salir de aquí ahora!

Rey Peter: ¡No hasta que ganemos! —Siguió peleando.

Tn: ¡No lograrás nada así! ¡Esto ya es una batalla perdida! — Exclamé, pero él me ignoró.

En eso la reja comenzó a caer, vi que uno de los toros lo detuvo, pero sabía que no resistiría, miré a Peter y él sabía que tenía razón... ordenó la retirada y como pudieron algunos lograron salir.

Caspian: ¡Tn es hora de irnos! — Exclamó hacia mí, él ya se encontraba montado en su caballo junto al profesor y tenía el mío.

Tn: ¡Váyanse de aquí ahora! — Los miré y él negó.

Caspian: No pienso dejarte aquí— Sus ojos comenzaron a cristalizarse.

Tn: No hay opción... por narnia— Lo miré con los ojos cristalizados y le di una palmada al caballo, este salió corriendo.

Escuché que Caspian gritó preocupado, pero aun así seguí peleando y fue hasta que la reja se cerró y varios nos quedamos rodeados.

Miraz: A pesar de que tuviste la oportunidad te quedaste...— Me miró —¿Acaso ya esperabas tu muerte?

Tn: Si me he quedado es porque quiero proponerte algo— Lo observé seria.

Todos los narnianos que quedaban me miraron... no sabían lo que pasaría y eso era algo que también los inquietaba... Miraz dio la orden de que bajaran las armas y me miró con una sonrisa.

Miraz: ¿Y cuál es esa propuesta? — Preguntó.

Tn: Te doy mi vida a cambio de que dejes a los narnianos libres— Sugerí haciendo que todos me miraran con sorpresa.

Miraz: ¿Por qué solo aceptaría a una cuando puedo matar a todos? — Preguntó con una ceja arqueada.

Tn: Porque a pesar de todo, sé que necesitas que alguien guie al futuro rey... o quizás si prefieras que sea de sacrificio...

Miraz: No lo hare por eso...— Se acercó a mí y sonrió burlón —Lo haré porque sé que eres el punto débil de mi sobrino— Se alejó y miró a uno de sus guardias —¡Abran la reja y dejen que se vayan!

Volteé a ver a los narnianos y ellos me miraron preocupados, les regalé una sonrisa para calmarlos y una lágrima comenzó a recorrer mi mejilla... el soldado hizo lo que les dijo y abrieron la reja... todos los que quedaban me dieron una última mirada y se fueron quedando yo sola rodeada de telmarinos.

Miraz: Ahora querida Tn... sabrás lo que es el castigo por haber traicionado a tu pueblo— Me tensé al ver su mirada sombría —¡Llévenla al calabozo! — Exclamó y comenzaron a acercarse a mí.

Iba a poner resistencia, cuando recordé que esto era lo que me merecía... sabía que en algún momento tenía que ser castigada por todo lo que hecho... este era mi destino, al final de cuentas... era responsable de que varios narnianos hayan muerto durante mi tiempo en esas batallas... no me fijé y un soldado me golpeó con fuerza haciendo que me mareara... luego comencé a ver borroso hasta que vi todo negro.




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