Odio mutuo
Oficialmente esta es la tarea más larga que he hecho en mi vida. Después de ocho hojas puedo decir que llegué a la última, no deseo algo más que terminarla.
—¡No! —exclamé.
Toby me miró sorprendido y preguntó—: ¿Ahora qué sucedió?
—Esta letra «y» parece una «g» —dije decepcionada.
—Eso no se parece en nada a una «g» —señaló Toby.
—Claro que sí. —Arranqué la hoja del cuaderno, lo que fue un error porque quedaron pequeños trocitos de hoja pegados al cuaderno y eso acaba de complicar más mi vida.
—¡Julia! ¡¿Qué hiciste?! ¡Estabas a punto de terminar! —gritó Toby.
—Esa letra estaba mal hecha —comenté—, no puedo entregar un trabajo así.
Empecé de nuevo a escribir todo lo que estaba en esa hoja. Toby se levantó de la mesa frustrado y se fue a ver televisión.
Mi propósito de vida es ser tan paciente como Tobías, mi hermano de 16 años que me soporta las 24 horas del día. A veces imagino que él piensa que fue un error que mamá y papá me adoptaran (aunque yo llegué primero al mundo), pero sé que muy en el fondo mi hermano me quiere mucho. Mamá me adoptó justo quince días después de que Toby naciera, dice que fue porque siempre quiso gemelos, así que me encontró a mí, alguien que nació exactamente el mismo día que su hijo biológico.
—¡Al fin! —dije cuando terminé.
—Al fin ¿qué? —preguntó mi padre mientras bajaba las escaleras con una canasta de ropa recién lavada.
—Terminé mi tarea —respondí.
—¿Tarea? No sabía que tenían tarea, ¿tú la hiciste? —le preguntó papá a Toby.
—Ehhh —dijo mi hermano.
—¡Tobías Montenegro! —dijo papá furioso— Haz esa tarea ¡ya!
—Sí señor —dijo Toby.
Obediente se levantó y trajo su cuaderno, se sentó a mi lado y empezó a escribir con bolígrafo color negro, no sé cómo logra escribir un día con negro y otro día con azul.
Me quité mis lentes.
—Ayer escribiste en ese mismo cuaderno con bolígrafo azul —señalé.
—Sí —dijo.
Me puse mis lentes.
—¿Crees que puedes terminar la tarea hoy? —le pregunté.
Me quité mis lentes.
—No lo sé, pero si no empiezo a hacerla papá se va a enfadar —comentó.
—Eso fue por no empezar desde temprano cuando yo lo hice —dije sonriendo.
Me puse mis lentes.
—Jul, ¿qué pasa? —preguntó.
—¿Por qué? —dije confundida.
—Te has puesto y quitado los lentes varias veces, algo te molesta.
—No...
Me miró levantando una ceja.
—Bueno sí —dije—, no soporto el hecho de que tu cuaderno sea una combinación de bolígrafo azul y negro. Lo siento.
Buscó un bolígrafo color azul en su cartuchera y dijo—: ¿Ya?
—Ningún hermano es mejor que tú —dije.
Subí a mi ordenada habitación a leer la tarea que acabo de terminar, porque soy la nerd de mi clase, simplemente tengo las mejores calificaciones del aula, no es que sea la típica nerd que no le habla a nadie y se sienta sola en el rincón de la clase, si tengo amigos.
Victoria, Lucas y Emiliano son mis mejores amigos desde jardín de niños. Emiliano es mi mejor amigo prácticamente desde que mis padres me adoptaron, nuestras familias siempre se han llevado demasiado bien, la madre de Emiliano fue compañera de mi padre durante todo el colegio.
Victoria ha estado enamorada de mi hermano desde que nos conocimos, pero ella no lo supo hasta que entró a la adolescencia.
La misma situación con Lucas, que ha estado enamorado de Camila desde siempre.
Tocaron el timbre de mi casa. Bajé a abrir, porque papá salió a comprar la cena y sabía que Toby no se iba a levantar.
Lo más probable es que fuera un vendedor ambulante, pero me di la sorpresa de ver a Victoria parada fuera de mi casa, sin paragüas mientras llueve como en la historia del Arca de Noé, bueno, no tanto.
—¡Tori! —exclamé.
No tuve tiempo de decir una palabra más, ella solo entro a mi casa, hizo un charco donde se quedó parada.
—Estaba por aquí cerca y empezó a llover —me explicó—, no tengo paragüas, así que empecé a correr hasta acá.
—Mi papá te va a matar, dame tus zapatos y corre hasta mi habitación —le dije. Ella se quitó los zapatos y empezó a caminar—. Tori, necesito que corras ¡corre!
Puse sus zapatos de muñeca detrás del refrigerador para que se secaran más rápido. Le di unas sandalias que nunca uso, una blusa vieja y un pantalón de pijama.
—¿Qué estabas haciendo por aquí cerca? —le pregunté a Tori cuando llegué a mi habitación.
—Mamá me pidió que recogiera su pedido de Avon —respondió.
Escuché las llaves y luego a papá entrar, unos minutos después alguien tocó la puerta de mi habitación. Abrí la puerta.
—Papá dice que bajes a cenar —dijo Toby, que estaba parado fuera de mi habitación sin camisa—. Hola Victoria.
—Hola Toby —dijo con dificultad.
Toby se acercó y me dijo al oído—: ¡Dios mío! No sabía que Victoria estaba en tu habitación y yo aquí sin camisa, ¡qué vergüenza!
No hice caso a su comentario. —Ya casi estamos abajo —respondí y cerré la puerta.
—Bendito sea el momento en que cortaron el árbol para hacer la madera con la que hicieron la cama en la que tus padres decidieron hacer lo que tuvieron que hacer para tener a semejante hombre —dijo Tori.
—¡Victoria!
—¿Qué? —preguntó, como si no acabara de decir lo que dijo.
Me reservé mis comentarios y bajamos al comedor.
—¡Hola Tori! —dijo papá cuando vio a mi amiga.
—Hola señor Montenegro —respondió ella.
—Papá, ¿Tori se puede quedar esta noche? —le pregunté.
—Claro, esta es como tu casa —le dijo a Victoria.
Para variar, Toby se sentó frente a Tori, esa mujer estaba a punto de babear. No sabía si por el pollo o por mi hermano.
Noté que todos tenemos nuestro vaso de refresco al lado derecho, excepto papá. Quise entrar en pánico, pero me resistí, fue como una tortura ver ese vaso del lado izquierdo durante toda la cena.