Roach

1

 

Despertó a causa del dolor punzante de su garganta, parecía estar tragando cristales en vez de saliva, miro el reloj que se encontraba del otro lado de la habitación sobre una mesa; 6:30 pm. Se dio cuenta de que no solo le dolía la garganta, era el cuello, toda la circunferencia, como si lo hubieran estrangulado, la lengua, los ojos, parecía que estaban a punto de saltarle de las órbitas.

- ¿Dónde estoy? - se dijo a sí mismo.

Miro el techo, pero no le parecía familiar, los focos estaban cubiertos por una especie de lámparas de plástico, la cama era doble y estaba en medio de un cuarto rectangular. El sonido del teléfono le reventó los tímpanos.

-Bueno ¿diga? -

-Buenas tardes señor, tsss… Espero haya despertado mejor que ayer, tsss, estoy a punto de mandarle su orden de comida…-

- ¿Qué orden? Yo no ordene nada ¿Dónde estoy? ¿Quién es usted? - Contesto.

-Soy, tsss, soy la encargada del lugar, está usted en la suite especial caballero, espero la esté disfrutando, tsss. – Dijo la voz al otro lado de la bocina.

- ¿Especial? ¿Quién me trajo? No tengo idea de cómo llegue aquí… Ni siquiera sé si puedo pagarlo. –

- Oh no se preocupe por eso caballero, tsss, la casa invita, usted se lo ha ganado con esfuerzo y dedicación, tsss. –

- ¿Quién me trajo? - Insistió.

- Tsss, Usted ha llegado por su propio pie caballero – Contesto la voz de nuevo.

- ¿Le pasa algo? ¿Por qué hace ese… sonido?

- No sé de qué sonido habla caballero, tsss, su pedido ha salido ya, disculpe, pero tengo que colgar, es un lugar grande sabe, tsss tenemos muchos que atender y con los recién, tss, llegados es un caos…

- Oiga, oiga… Puta madre – Le habían colgado el teléfono.

Se había dormido vestido, pantalón de mezclilla, camisa blanca e incluso los zapatos aun puestos. Por más que trataba de recordar algo al respecto, todo estaba en blanco, ni siquiera podía concebir un último recuerdo de algo. Observo la habitación en busca de algún indicio, era una habitación rectangular, con la cama en el medio, dos buros a los lados, en los cuales se encontraba el teléfono y una lampara, una cabecera tras, al frente dos ventanales, junto al de la derecha un sillón de lectura con una alfombra caqui a los pies, al lado izquierdo una mesa de escritura con una silla. El baño estaba situado en la esquina izquierda de donde la cama y a la derecha, estaba la puerta de entrada que comenzó a ser azotada en ese momento.

- ¿Quién es? – Dijo sorprendido.

- Servicio a la habitación, tss caballero –

Se apresuró a la puerta para abrirla.

- Que rápidos – Dijo mientras abría la puerta.

- Servicio especial, tss, para clientes especiales – Dijo el camarero que más bien parecía campesino, llevaba un overol de mezclilla azul con una playera rayada y una gorra mal trecha, tenía las facciones estiradas y un ligero tic nervioso en el labio y ojo izquierdo.

- ¿Qué ha traído? – Le respondió mientras se buscaba en los bolsillos algo que sirviera de propina.

- Oh no es necesario caballero, tss, ya sé que no trae en este momento, algún otro día será – le extendió la charola cubierta por una bandeja metálica a las manos.

- Disculpe buen hombre, pero no tengo en este momento, estoy esperando que me llegue un dinero y prometo ponerme a la par la siguiente vez. -

- Ya lo creo, tss, caballero, no se diga más, mañana será – dijo el granjero mientras reía.

- Espero no parecer indiscreto, pero quiero preguntarle ¿Por qué hacen ese sonido? –

- No, tss, sé, tss de que está hablando ¿puede, tss ser más específico? –

- Olvídelo – Respondió mientras se dirigía a dejar la bandeja en el escritorio – ¿Puedo hacerle otra pregunta?

- Tss, claro –

- ¿Sabe cuando llegue? – Pregunto

- ¿No con exactitud caballero, tss, ya estaba cuando yo llegue? –

- ¿Cómo dice? – Dijo mientras dejaba la bandeja en el escritorio.




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