Suspiré pesadamente al sentir mi corazón latir desenfrenadamente totalmente asustado ante los acontecimientos de hace unos momentos . No dejaba de mecer mis brazos de un lado a otro los cuales servían de cuna para la pequeña criatura que yacía en ellos y la cual no paraba de llorar desconsoladamente ante el bullicio de las sirenas policíacas y de las ambulancias,hace tan solo unos minutos,en el edificio de enfrente,uno de los residentes del mismo había tomado de más y apuñaló a su esposa.
Realmente había sido aterrador ya que las súplicas de la mujer habían llegado a oídos de todos y sin contar que se podían escuchar cosas cayendo y quebrándose. Eran las nueve de la noche, la mayoría de los residentes de ambos edificios ya estaban descansando, yo había logrado que mi bebe se quedase dormido pero en cuanto inició todo se había despertado mientras lloraba,asustado.
—Ya mi amor,no llores.—seguía arrullandolo y le di un beso en su pequeña cabeza en un intento por parar su llanto. Pero mi pequeño no dejaba de hacerlo, estábamos afuera del departamento al igual que todos los residentes de ambos edificios ya que los hombres uniformados de negro y de placas nos pidieron salir de la comodidad de los departamentos para poder testificar lo sucedido,la mujer que había sido apuñalada había sido llevada en la ambulancia con dirección al hospital para ser atendida de mejor manera y en cuanto el hombre,había sido detenido por los oficiales y ahora estaba dentro de uno de los autos policiales,esposado y rezongando.
Ciertamente estos lares no eran de los mejores, este barrio es catalogado como uno de los más peligrosos y con él que más delincuencia cuenta. Los crímenes eran constantes aquí por lo que a los lugareños que llevan años viviendo aquí no se les hace extraño ver a los policiales rondar por aquí y mucho menos ver a las ambulancias por las noches.
Muchos me advirtieron que vivir aquí no era la mejor opción para una muchacha como yo con un bebé de tan solo doce meses de vida,pero mi situación económica es deplorable y es para lo único que me alcanzaba.
Paso alrededor de una hora y media,en la cual los policiales nos interrogaron a todos y luego de eso,cada quien pudo volver a sus aposentos. Abrí la puerta del apartamento en el que he estado viviendo con mi pequeño hijo desde hace unos nueve meses, teniendo cuidado de no hacer mucho ruido al cerrar la puerta para que mi Yeonjun no se volviese a despertar, y camine de puntillas hacia mi habitación,al abrir la puerta de la misma, me introduje en la misma y con mucha delicadeza acosté a mi bebé sobre la cama,colocando una almohada en su costado izquierdo. Yeonjun suele moverse mucho cuando duerme y temo que de tanto moverse se caiga de la cama y eso es lo que menos quiero.
Solte un suspiro leve y sonreí ante la tierna vista que tenia de mi pequeño. Sus ojos rasgados se mostraban en una línea al estar cerrados, sus pequeños y gruesos labios estaban entreabiertos y sus manos tan pequeñas estaban hechas puños mientras que su pecho subía y bajaba de una manera rítmica y tranquila,deposite un beso sobre su frente a la par que me acostaba a su lado.
Yeonjun no se parecía mucho a mi.
Poseía pocos rasgos de mi pero eso no importaba realmente, lo llevé nueve meses dentro de mi vientre y lo traje al mundo a pesar de las dificultades que se me presentaron en el proceso.
Recuerdo que justo en el momento en el que lo tuve en brazos después de tanto tiempo, supe que él sería la luz de mi vida,que lo amaría más que cualquier cosa en el mundo y que lo cuidaría con todo mi ser y mi alma.
Seguramente se parece a su padre,aunque este no sepa de la existencia del bebé, y probablemente jamás lo sepa. Se que en el futuro Yeonjun querrá saber quién es su padre y que yo no sabré qué decirle al respecto ya que no recuerdo el nombre del mismo y en mi mente solo hay pequeños fragmentos de su persona que no serán de gran ayuda para la ocasión, no hay un día en que no piense en ello, deseando que mi hijo no me odiase por no saber nada de su padre y por no haber buscado contactarme con él.
Tome mi celular y mire la hora.
9:30pm.
Quería dormir,pero, no pude hacerlo al recordar que mi hermano aun no regresaba. Seguramente está despilfarrando el dinero en alcohol o en ese bar de strippers, a pesar de ser un idiota por gastar el dinero que podríamos ahorrar para la renta y la comida es mi hermano y no podía evitar preocuparme por él cuando andaba a altas horas de la noche en la calle sabiendo que las probabilidades que lo lastimaran para robarle e incluso matarlo eran muy altas. Me levanté con mucho cuidado de no despertar a mi Yeontto y coloque otra almohada para reemplazar mi presencia en la cama,tome mi celular y salí de la habitación dejando la puerta entreabierta.
Fui a la pequeña sala del departamento,apunto de marca el numero telefonico de mi hermano. Mi sorpresa fue grande cuando el sonido de la puerta al ser abierta me interrumpió,dándome un buen susto.
Frunci el ceño al verlo cerrar la puerta detrás de sí.
—¿Se puede saber en dónde estabas? —JiMin me miró con una sonrisa en su rostro,se acerco a mi y deposito un beso sobre mi frente,ignorando la molestia y preocupación de mis palabras. No hedía a alcohol y tampoco olía a perfume de mujer, eso es muy extraño.—estaba muy preocupaba por ti,idiota.