En ese momento Baily me lleva a mi nueva realidad una en dónde puedo estar feliz y tranquilo.
— Tus deseos han sido cumplidos— dice Baily.
— Espera—
— Sí— responde.
— Gracias mi cuadrupedo favorito— digo.
— Sí en algún momento no estás de acuerdo con esta línea de tiempo, me puedes buscar en el lugar de siempre. Recuerda que cada vez que duermas estarás avanzando más adelante en el tiempo, así que ten cuidado y también no tienes los recuerdos en está línea de tiempo así que puede que todo te parezca confuso— dice Baily.
Él da vuelta en la esquina y yo subo a mi apartamento en dónde primero que nada veo que todo está oscuro.
— Amor— digo.
No me acostumbro a tener esposa aún, bueno quizás porque simplemente no sabía si en algún momento me iba a casar.
— Oh que delicioso— dice la voz de mi esposa.
Entró al cierto y lo veo acostada con otro tipo haciendo el delicioso.
— Me lleva la verga— digo enojado.
— Espera amor, puedo explicarlo— dice.
— Además de que veo que le estas masajeando el pito a otro tipo quieres que crea que accidentalmente me estás siendo infiel— digo.
— Sí es lo que parece— dice.
— Los dos se largan de aquí y agradezcan que no te agarro a putazos, te hablo a ti hombre hijo de perra — digo.
En ese momento los dejo solo por unos minutos, no sé si para que terminen lo que estaban haciendo o para que se vistan. Los veo a ambos salir por la puerta y conociéndome no tengo en mi gaveta una botella de licor así que lo mejor es que me duerma. Como cosa rara no parece afectar, bueno en eso tenía razón Baily así que lo mejor es para mí.
Suena el teléfono.
— Hola — digo algo dormido.
— Maldita sea dónde estás— dice la voz.
— ¿quién habla? —
— Soy tu amigo y tu asistente de redacción. En la editorial están preocupados porque no llegas y además espera con ansias el nuevo título que estás por escribir— dice.
— En un momento llegó— digo.
En ese momento me doy un buen baño y me tomo una taza de café que me levanta los ánimos. El departamento está cambiado como sí alguien no quisiera que tuviera esto. Cuando abro la puerta veo a un sujeto con traje.
— Puedo ayudarte— digo.
— Soy el abogado de su esposa, buena ex- esposa. Solo le recuerdo que tenemos una junta para discutir los términos del divorcio — dice el sujeto.
— Gracias, llegaré lo más antes posible— digo.
En cuanto puedo subo mi auto y me dirijo al trabajo, muchas cosas han cambiado y creo que Baily tenía razón, porque no sé cuánto tiempo haya avanzado en el futuro.
— Buenos días— digo al llegar a la oficina.
— Señor, me gusta que esté tan animado aunque se lo lleve la fregada— dice mi asistente.
— Disculpa, ¿Cuál es tu nombre?— digo.
— Alan— dice.
— Alan, puedes explicarme porque me está llevando la fregada— digo.
— Para empezar no me siento cómodo con esto, pero tendré que decírmelo aunque usted ya lo sabe y es que le pidieron el divorcio y cae en alcoholismo— dice.
— No soy alcohólico— respondí.
— La negación es la primera fase— dice Alan.
— ¿Qué pasó con Jazz?— digo.
— Ella se casó con el reportero ¿Cuál era su nombre?— dice Alan.
— Angel— digo.
— Sí, él mismo. Agradable sujeto y lo mejor es que ahora dirige las noticias — dice Alan.
— Me alegro por ellos— digo.
— ¿Quiere repasar su agenda?— dice Alan.
— Sí—
— En ese caso necesita mostrarle un adelanto de su nueva obra. Proyecto Elite— dice Alan.
En ese momento me muestra un cuadro con la portada y abajo de él la persona quien lo firma.
— ¿Quién lo diseñó?— digo.
— Su nombre es Gerson Castillo— dice Alan.
— Alan, haz lo siguiente y quiero que contactes al creador de la portada y lo traigas aquí dile que quiero hacer un trato justo con él— digo.
— Con gusto y tiene que ir a su reunión— dice.
En ese momento me dirijo a la sala de reuniones para presentarles mi nueva obra.
— Buenos días— digo.
— Para ser alguien que no esté en su mejor momento estás inspirado— dice uno de los hombres de la reunión.
— Ya saben porqué estamos aquí— digo.
— Hablarnos de proyecto elite— dice una dama.