Rojo

Capítulo n°25: Tercera Parte: "El trato que todos quieren".

En el valle secreto en una de las cumbres más alta del planeta Marte y al pie del volcán "Espiral", (bautizado así por su forma en círculos interminables) Critonita esperaba pacientemente por su cómplice.

El crujir de las ramas secas quemadas por el fuego la puso en alerta. El terreno cubierto de negro, incinerado por la lava del volcán que se mantenía en calma por esos días causaba estupor al ver tanta vegetación sin vida.

Y se preguntaba si su alma se vería así o más oscura que la tierra que pisaba por aquella ocasión.

Una capa naranja se movía hacia su ubicación sonriendo de lado pensó que había logrado su cometido. Arcano, uno de los guardias más fieles de la reina traicionaba a su planeta ¿Qué quería a cambio de decirle donde se encontraba la esfera roja? Lo estaba por descubrir en ese mismo instante.

Su rostro cubierto por quemaduras lo escondía detrás de un manto atado en su cabeza y solo se veía sus ojos colorados. Se detuvo frente a ella cruzando sus manos por delante sin quitarse su capa que la arrastraba al caminar.

-Princesa de la oscuridad – dijo con voz ronca - ¿Qué la trae por aquí?

-Sabes perfectamente cuál es el motivo de mi visita – mascullo impaciente - ¿Estás dispuesto a colaborar Arcano?

- ¿Por qué traicionaría a mi pueblo y reina? – cuestiono caminando en círculos, pero no intimidaba a la oscura – Corre mucho riesgo al presentarte aquí sin protección ni aliados.

-No necesito protección puedo defenderme sola – objeto sin inmutarse – He venido a ofrecerte un trato que te aseguro alucinarás cuando lo escuches.

-Si pretendes obtener la esfera estás hablando con la persona equivocada.

-Yo creo que eres la correcta – sonrió malvadamente – El rey Criptón cofia plenamente en mí y usare esa confianza para obtener las esferas para entregárselas a la persona correcta.

- ¿Qué pasara con él? Su furia azotara todo el planeta – hizo una pausa – sin embargo, tengo curiosidad por saber el motivo de tu rencor a él porque es tu padre.

-Eso no justifica sus acciones despiadadas – hablo con tanto odio que sorprendió a Arcano que observaba un murciélago revoletear sobre sus cabezas – Tranquilo es mi compañero de aventuras.

-Nada me daría más gusto que ver a ese tirano arrodillarse para pedir perdón – vocifero dejándose llevar por la ira - ¿Qué quieres de mí?

-El camino libre específicamente el de la esfera. Sé que hay varios y son falsos para distraer a los enemigos.

-Vaya estas bien informada – Critonita se voltea para mirarlo directamente a los ojos – Te ayudare, aunque eso implique perder mi vida por traición.

-Sera un sacrificio para derrotar al que horroriza al universo completo.

-Te enviare un mensaje cuando todo esté listo – se apresuró a retirarse, pero se detuvo para darle una última indicación – Al pie de la tercera escalera del palacio, te espero y no llegues tarde.

La chica de la oscuridad asintió desapareciendo bajo una bola de humo, Arcano regreso junto a su reina para disponer todo tal cual lo pidió, sin embargo, teme que sea una trampa.

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Muchos de los habitantes de la capital ya habían abandonado sus hogares para buscar refugio en zonas aledañas. El centro del ataque es la plaza principal "Granizo Rojizo".

Ellos saben que deben eliminar a sus contrincantes para avanzar al palacio. Critonita se vuelve invisible gracias a la mezcla de polvos salvando a niños atrapados en medio de la niebla gris.

-Vamos te ayudare – y le tiende la mano a una hibrida azul que tiembla ante su presencia - ¡Ven no tengas miedo!

Sujeta su mano y la guía hasta el puerto donde su familia mantenía la esperanza de encontrarla, una sonrisa genuina fue su mejo agradecimiento.

Su escudo se volvió a caer frente a esa niña soltando lágrimas que nadie vio, pero sintió como su corazón se rompía una vez más. Flaqueaba cuando el tormentoso recuerdo de Ander la invadía.

Se tomó un momento para respirar profundo convenciéndose que el sacrificio de matar a inocentes lo valía para derrocar el reinado de Criptón.

Mientras se encaminaba por la puerta alterna del palacio muchos hogares eran destruidos por el fuego, el humo que los torturaba hasta suplicar que pare y atravesarlos con dagas venenosas para quitarlos de su camino, aunque nada tenían que ver, los hacía sentir superior a cualquier ejército que hayan enfrentado.

La reina Kaena ya estaba preparada con su armadura de fuego para defenderse, conocía que tarde o temprano les llegaría el turno, sin embargo, esa fuerza era superior a toda cosa viviente en el universo. Por algo muchos le temían.

-Mi reina – uno de los voceros hizo una reverencia – No tengo buenas noticias. Los miembros de la Junta Lunar fueron atacados, le tendieron una emboscada y murieron en el camino.

- ¡Rayos! – vocifero estrellando su espada en su cetro – Seguramente liquidaran a todos los ejércitos son más poderosos que nosotros.

-Estamos frente a un ataque nunca antes visto mi señora – Arcano apareció desde la nada – Tenemos que rezar a nuestros seres superiores para sobrevivir a semejante...destrucción.

Los ojos de la reina se empañaron sintiendo dolor por su pueblo. La ambición por un poder que caerá en manos equivocada será la desdicha de sus enemigos.

-No hay más opción que hacerle frente cueste lo que cueste.

-Para evitar que maten a todos no es mejor ¿Entregarle lo que buscan? – el hibrido naranja intentaba persuadir a su majestad para no ser tan complicado su pacto con la oscura, pero ella no desistiría de pelear hasta la muerte – También se detendría la masacre porque estamos perdiendo a muchos hombres y reconstruir tardaríamos años en hacerlo.

- ¿Qué insinúas? – inquirió ofendida con su propuesta.

-Que entregue la esfera por voluntad propia...




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