Rojo & Negro

21 - Noche de tragos

N/A Hola Hola Hola... ¿cómo están? Tuve que re-subir el capítulo con algunas cosas extras que me habían quedado por fuera cuando lo copie en el borrador y cuando me di cuenta ya tenia tiempo subido así que bueno, espero que mi internet colabore y poder publicar la continuación hoy mismo.

¡Qué lo disfruten! no olviden votar, comentar y compartir.
Cada vez que comparten salvan una historia de morir en el olvido.
Los quiero.
Chau

 

En vista de que Megan y yo estuvimos trabajando hasta mucho después de nuestra hora de salida, habíamos sacrificado nuestro fin de semana, Demian había decidido darnos dos días de descanso. Mi compañera y yo habíamos llegado adoloridas, casi a punto de arrastrarnos por los rincones del apartamento.

Cuando abrió la puerta del lugar que llamábamos hogar, me dirigí al sofá más cercano para deshacerme de las trampas mortales, es decir mis zapatos de tacón. Estaba segura de que por la mañana tendríamos dolorosas ampollas. Mi amiga copió mis movimientos con gesto cansado, agregando el hecho de que deshizo todo su uniforme quedándose en ropa interior a mi lado.

Hice ademán de levantarme para buscar un vaso de jugo, o algún otro líquido que consiguiera en la nevera, cuando recordé la conversación que habíamos evitado temprano.

- Es hora de que sueltes la sopa, Megan.

- ¿De qué estás hablando? – me miró desconcertada. Por el gesto que se filtraba en su semblante, estaba cerca de huir a su habitación y simplemente acostarse a dormir.

- ¿Qué está pasando contigo y nuestro jefe buenorro, Dominic? – pregunté susurrante esperando un secreto jugoso.

- ¡Jesús! Otra vez con eso. No dejarás el tema quieto ¿verdad? - se apretó la nariz en negativa. Aunque se notaba que le hacía gracia mi insistencia. No podía culparme después de como los había visto este fin de semana. – Ok. Voy a contarte, pero que ni siquiera pase por tu mente el contarle esto a otra persona.

- Lo prometo – dije acomodándome en mi lugar con gesto burlón - Aunque si quieres, podemos hacer juramento de meñique. Para hacer más seria la promesa.

- No seas tonta. – soltó mientras comenzaba a soltar su cabello y jugaba con los rizos sueltos – Meses antes de trabajar en la recepción, tenía trabajo en un salón de belleza de lujo. Mis compañeros y los clientes eran bastante geniales, aunque no ganaba tanto dinero como me hubiese gustado.

>> Bueno en esos últimos meses, habíamos planificado irnos a un bar o a un lugar para bailar como forma de celebración por todos los cumpleaños que habían pasado. Uno de los chicos, conocía a un amigo de un amigo, que trabajaba de seguridad en una de las discos más codiciadas de Nueva Orleans y este nos dejó ingresar ese día. El lugar era una especie de salón hedonista. Bastante sorprendente, las luces, la música, valía la pena todo el dinero que íbamos a gastar en ese lugar. Pero la razón por la que ese lugar es tan buscado, es porque presentan bailarinas exóticas, haciendo todos los malabares que tú conoces perfectamente.

Megan hizo una pausa para soltar un suspiro que podía pasar como un gesto resignado. Pero de ella salían oleadas y oleadas de vergüenza contenida, lo que me hizo prestar especial atención a lo que diría a continuación.

- Esa noche bebí demasiado. Me estaba divirtiendo y además que tenía un conductor designado quién me traería a casa. Había estado bailando durante horas y riendo con mis amigos, en un momento dado se me acerca este tipo de la nada, alto de mirada depredadora y oliendo a pecado. Comenzamos a bailar juntos, me olvidé de lo que tenía y de quién tenía alrededor. Plenamente consciente de él frente a mí bailando muy cerca, casi abarcándome cada vez que tomaba una respiración.

>> En el momento siguiente, estábamos besándonos. O comiéndonos vivos, dentro de mi bruma alcohólica estaba sorprendida. No lo conocía de nada, pero ahí estábamos robándonos el aire el uno al otro. Recuerdo que me llevó a un área VIP dónde estuvimos hablando, aún tenía a mis amigos a la vista que si hubiese querido salir huyendo estaba cubierta. Después de eso, todo se vuelve confuso, supongo que seguí bebiendo y lo próximo que recuerdo es que estaba en una zona privada siendo follada por él, contra una pared.

- Pero... ¿qué? ¡Mierda, Megan! – la miré y la miré, entre sorprendida y pasmada – En todo esto, ¿cómo descubriste quién era él? ¿Te dijo en algún momento su nombre?

- No. – esta vez soltó una risita de satisfacción – No intercambiamos números, ni nombres. Simplemente nos separamos y más tarde estaba en casa recuperándome de una resaca mortal. Eso sí, estaba deliciosamente adolorida en todos los lugares correctos.

- Estas loca, mujer – dije aun con los ojos abiertos de par en par.

- Luego de todo aquello, un par de meses después. Vi un anuncio en el que estaban solicitando personal para el hotel en el área de recepción. Así que dije ¿Por qué no? Me entrevistó el mismísimo dueño, como a todos.  Cuando estuvo satisfecho conmigo, me dijo que tenía el trabajo y que uno de los encargados me guiaría para comenzar lo antes posible. Cuando lo hace llamar ¡era él! ¡El tipo que me había follado en la discoteca! Quería morir allí por la vergüenza que sentía. El me miró en reconocimiento, pero se mantuvo profesional todo el tiempo. Y aunque, nunca ha hecho algún comentario sobre eso. Noto la forma en que me mira cada vez que nos cruzamos, es obvio que recuerda todo con claridad.

- Espera un minuto... ¿me estás diciendo que en todo este tiempo que llevas trabajando en el hotel, no se han atrevido a acercarse y tener LA conversación? – la miré sorprendida.

- Exactamente – reafirmó con gesto cansado.

- ¿Si sabes que cabe la posibilidad de que todo esto explote entre ustedes inevitablemente? – preferí advertirle ya que tenía la seguridad de que alguno de los hermanos de Dominic, sospechaban de que algo pasaba entre ellos dos. Pero escogían pasarlo por alto para evitar inmiscuirse en la vida del mayor.




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