Rojo & Negro

38 - Irritación

Salimos del bar horas después del amanecer. Las chicas y yo nos habíamos cambiado a ropa deportiva antes de salir. Sentía los ojos irritados a causa de la cegadora y repentina luz del sol. Cuando crucé por la puerta que daba al exterior, vislumbré a Axel esperándome apoyado en una de las paredes. Tenía el mismo aspecto cansado que el resto de nosotros; durante la noche lo había visto en dos cortas ocasiones sirviendo cervezas en el bar o cobrando las bebidas. Tomando en cuenta que el local estaba lleno, casi por completo, tuvo que haber tenido una noche ajetreada.
En mi caso, había participado como acompañante en cuatro servicios privados junto a Baby Blue y BomBom, entre esos estuvo una despedida de soltero en la que no pude aguantar la risa en más de una ocasión, con los padrinos del novio y sus intentos de bailar con nosotras. El resto de las chicas tuvieron su cuota de shows por su cuenta.
Pedimos un taxi y nos despedimos esperando vernos nuevamente en la noche. Axel y yo nos arrastramos en la parte trasera del taxi mientras le indicábamos la dirección. Durante todo el trayecto no emitimos palabra alguna, apoyé mi cabeza en su hombro derecho, mientras mi amigo apoyaba la suya en el respaldo y respiraba profundamente durante todo el trayecto. 
***
Abrí la puerta del apartamento y encontré a Megan revoloteando por la cocina con una taza de café. Era obvio que se acababa de despertar por el aspecto que tenía.
- Ya llegaron mis bailarines favoritos - dijo dejando la taza a un lado - ¿Cómo les fue?

- Fue fabuloso - le respondí con una sonrisa cansada mientras soltaba el bolso a un lado.

- Me gustó bastante el ambiente y tuve buenas propinas - aceptó Axel robando la taza que su hermana tenía anteriormente entre las manos - además que llegaron a mí más de un par de números de teléfono. Fue divertido. Bailaré los miércoles en las noches "Solo para damas".

- Eso no lo sabía - comenté mirando a Axel asombrada.

- Lyz lo mencionó luego de que te dejáramos para cambiarte - me encogí de hombros en aceptación.

- Tomaré un baño y me iré a dormir. Estoy muy cansada. Un minuto más de pie y me quedaré dormida en cualquier esquina disponible.

- Apoyo la moción - masculló Axel a la vez que soltaba un bostezo con obvio cansancio.

- Está bien, les dejaré comida preparada antes de irme. Me llamaron unas amigas para que saliera con ellas a algún lugar. Espero estar de regreso antes de que se vayan.

- Sí, sí... no te preocupes por nosotros estaremos durmiendo durante todo ese tiempo. Nos vemos hermanita - se despidieron mientras me encaminaba por el pasillo.

Luego de acicalarme y pelear contra el sueño que me embargaba, me adentré a la habitación y me acomodé dentro la cama para disponerme a dormir. Hasta que recordé que no había hablado con mi hermana o mi madre durante los últimos dos días, estaba segura de que no había malas noticias de su parte ya que si fuera lo contrario, me llamarían en seguida. Le envié un mensaje rápido a Hailee asegurándole que la llamaría más tarde sin explicarle mucho al respecto. No estaba segura si era conveniente contarle sobre mi nuevo oficio, por lo que tendría que inventarle una razón de por qué no estaba durmiendo durante la noche.

Mientras escribía el mensaje saludándola, recibí uno de parte de Tyler. Lo que me había sorprendido en gran medida, aunque en secreto me preguntaba cuándo sería nuestro próximo encuentro. Le escribí rápidamente preguntándole cuándo sería su siguiente día libre, si me organizaba bien podría encontrarme con él después del trabajo. Decidí dejar para más tarde lo de contestar mensajes y dedicarme a recuperar horas de sueño.

***

- Entonces, dime... ¿Cuál es tu opinión del show de anoche? - le pregunté a Axel entusiasmada. Terminábamos de comer luego de nuestra larga siesta. Tomé un baño luego de arreglar el conjunto que usaría hoy, mientras mi amigo planchaba su uniforme. Megan aún no había llegado por lo que nos adelantamos a comer solos.
- Fue bastante bueno - inclinó la cabeza pensativo - es obvio que tienen mucha experiencia bailando. Lo que me sorprendió, fue verte a ti tan segura. No parecías nada nerviosa, si no fuera porque te vi horas antes corriendo en círculos, juraría que tienes años trabajando en eso.

- Estaba nerviosa, segundos antes me temblaban las manos - acepté desconcertada - pero luego simplemente sentí como si ese fuera mi lugar, y me dejé llevar. Creo que podría acostumbrarme a esto. Además que, me divertí demasiado durante los privados.

- Ya era hora de que lo aceptaras... - comentó con suficiencia mientras se cruzaba de brazos.

- ¿Aceptar qué?

- Que eres parte de esto... - me miró con intensidad antes de continuar - Tienes un talento natural que no está hecho para estar encerrado entre las cuatro paredes de una academia de baile. Y aunque no es un forma del todo convencional... me llena de placer verte bailar y que el resto vea lo que yo he visto durante tanto tiempo esa pasión que brota de tus poros y la forma en que te dejas llevar cuando bailas. No estaría sorprendido si más de un cliente cae perdidamente enamorado.

- Eres el mejor amigo del mundo ¿lo sabías? - le dije mientras sentía el rostro caliente.

- Si lo sé y por eso me amas - contestó con una sonrisa satisfecha - Y porque soy el mejor amigo del mundo, debo decirte que deberías hacerle un bailecito de esos a tu jefe. A ver si el corazón se le salta un par de latidos o lo incentiva a darte un aumento.

- Axel. No.

- ¿Por qué?

- Porque es mi jefe, el que me dio el préstamo y además nuestra relación es meramente profesional - recalqué específicamente la última parte para que se le metiera en la cabeza, sin duda.

- ¿Y eso que tiene que ver? Si tú misma has dicho que tienes un pequeño orgasmo cada vez que pasa por tu línea visual...

- Yo no he dicho eso - interrumpí agitada.




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