Let ocultaba sus manos dentro de su chaqueta de cuero negro. El frío del cine le había calado hasta los huesos y ni siquiera había rastro de la sombra de Joana.
Caroline solo había invitado al cine a unas pocas del equipo de porristas, y como capitana que era las había mandado a comprar todo. Mientras que la pelirroja miraba sus converse negras. Había tratado vestirse de negro sin parecer que iba a un funeral.
_ ¿Podrías al menos intentar divertirte, así Joana no venga?_ vocifero Caroline.
_Sabes que si ella no viene no haré las pruebas de porristas_ aventuro Let.
_Deja de decir cosas feas que para eso no te invite.
En ese momento otras dos chicas se acercaron a Caroline. Let reconoció el rostro de una de ellas, era ligeramente más baja que Caroline y tenía un cabestrillo. Let aún recordaba la presentación en la que se cayó y se disloco el hombro. Y vagamente comenzó a preguntarse si todo el asunto con Joana valía tanto la pena como para arriesgarse a romperse algo.
Luego miro a la chica a su lado, era mucho más baja y delgada, no traía ese brillo de labios rosa que parecía tener todas las porristas, y solo por eso supo que no era del equipo.
_Let te presento a Diana, es prima de Jess no va a la escuela_ dijo Caroline prácticamente empujando a Diana para que se acercara a Let.
Diana se veía tan baja al lado de Caroline que cuando la tuvo de frente Let no se sorprendió de ser más baja que ella, ya estaba acostumbrada a que el mundo entero fuese alto. Diana tenía cabello castaño suelto, en suaves ondas que le llegaba a los hombros, vestía una camiseta floreada y unos pantalones blancos, lucía tan delicada que el tatuaje de calavera rompía con la imagen de forma atroz.
Let sabía exactamente lo que quería hacer Caroline. En el fondo ambas sabían que Joana no iría y Diana podría ser un lindo consuelo.
_ ¡Hola!_ dijo Diana _Tu amiga es un poco intensa.
Let sonrió.
_ ¿Un poco? Yo diría que bastante.
Ambas escucharon al equipo de porristas volver apenas logrando sostener todo lo que habían comprado. Parecían medio ahogarse entre cotufas y dulces.
_ ¿Cuáles son tus favoritas?_ le pregunto Diana.
_Me gustan las cubiertas con caramelo_ respondió Let.
_Porque no me sorprende.
Let casi brinco de la impresión cuando escucho la voz de Joana a su espalda.
Joana camino hasta colocarse a su lado. Estaba vestida con en su usual ropa negra.
Let estaba lo suficientemente cerca de ella para notar el moretón que subía por el costado de su cuello. Joana tomo una de las cotufas recubiertas de caramelo y se las entregó a Let antes de cubrir sus morenotes con su cabello.
Let tomo el envase y vio las costras de sangre seca de los nudillos de Joana. Si alguien más lo había notado nadie dijo nada. Joana era tan hermética que aniquilaba la curiosidad.
Aun así Let sintió el impulso de preguntar, pero al notar que hasta Diana medio retrocedía intuyo que era mejor no meterse tanto.
_Admito Joana, que pensé que no llegarías, pero mejor tarde que nunca_ vocifero Caroline.
Joana le sonrió. Y Let miro el cuero de su chaqueta, Joana ni siquiera parecía haber notado que se había vestido de negro.
_Scarlet me pidió que viniera. Invite a Derek si no te molesta. Lo deje estacionando el auto.
Cada una de las cabezas de las porristas comenzaron a negar casi desenfrenadas, ninguna se lamentaba de tener a Derek Clare cerca.
_Bien creo que hay que comprar un boleto extra_ vocifero Caroline.
Una de las chicas, se apresuró a entregarle la bolsa de dulces a Diana, y casi troto a la taquilla para comprar la entrada de Derek.
_Eso no fue para nada sutil_ murmuro Diana.
Joana la miro. Ella procuraba conocer el rostro de la mayor cantidad de estudiantes, y podía reconocer una camisa de marca cuando la veía, pocas personas en la escuela podían darse ese lujo.
_No estudias con nosotros_ aseguro Joana.
Diana la miro con atención por primera vez desde que llego. Era ligeramente más alta que ella y su cabello negro enmarcaba un rostro intimidantemente hermoso.
_No… no, estudio en Altos Campos.
Joana la miro con más atención. Era una chica delicada, aunque su tatuaje de calavera era un débil intento de romper con esa delicadeza. Parecía el tipo de chica en el que nadie sospecharía, pero la descarto rápido, seguramente era la que acusaba a los tramposos en los exámenes y Joana necesitaba a alguien que se atreviera a hacer trampa.
Let se llevó un bocado grande de cotufas y el dulce caramelo le ayudo a pasar la amargura de la garganta, al ver que Joana le prestaba más atención a Diana que a ella.
Antes de que cualquier conversación pudiera extenderse la compañera de equipo de Caroline repartió los boletos que tenía. Let noto la gran intención de su amiga de darle el asiento entre Joana y Diana. Pero al paso que iba Let estaba segura que terminaría en medio entre una conversación entre ellas dos.
Derek apareció pocos minutos después. Con una sonrisa reluciente, y los nudillos tan lastimados como los de Joana, y una vez más nadie quiso preguntar demasiado.
Las porristas comenzaron con una actitud de indiferencia, mientras en susurros discutían quien se sentaría al lado de Derek.