Caroline no había querido decirle a Let a donde irían. Creía que incluso la obligaría a ella a no ir. Así que imploro porque no vistiera como un maniquí temático. Y suspiro de alivio, cuando la vio subir al auto con una camisa y pantalón negro, botas oscuras y chaqueta de mezclilla. Su cabello rojo destellaba como una fogata, y le daba la vida, que le había faltado durante toda la mañana, a su rostro.
_ ¡A divertirnos!_ vocifero Caroline arrancando el auto.
Let la miro de forma acusadora. Nada bueno había salido cada vez que Caroline decía que se iban a divertir.
_La última vez que dijiste eso, me llevaste a una fiesta nocturna en la playa y casi me ahogo.
_No tengo la culpa de que no sepas nadar bien_ se excusó Caroline.
Let prefirió dejar pasar el tema y tener fe en que terminaría la noche en una pieza.
_ ¿Qué le dijiste a tu mamá?_ pregunto Caroline.
_Le dije que iríamos a la casa de una de tus compañeras para practicar para la prueba de porrista.
Caroline sonrió. Mientras que Let brillaba con la fuerza del fuego, Caroline parecía hacerlo con la fuerza del oro.
_ ¿Entonces harás las pruebas?_ inquirió Caroline.
_Si no tengo opción.
Caroline salto emocionada en su asiento. De haber podido abrazar a su amiga lo habría hecho. Let le dio una sonrisa. Siempre le hacía feliz ver a su amiga feliz, pero en cuanto Caroline estaciono su auto, la sonrisa de Let desapareció.
Let no conocía mucho ese lugar, estaban al otro extremo de la ciudad, casi a las afueras, las calles estaban atestadas de autos modificados y habían comenzado a cerrar las calles.
Lo locales de alrededor también estaban cerrados y sus vidrieras estaban reforzadas con vigas de acero. Las cervezas iban y venían, las distintas músicas chocaban entre sí. Todos parecían tener un código de vestimenta, el cual debían evocar el estilo pandillero más desaliñado posible.
_ ¡¿Qué es esto?!_ pregunto alarmada Let. Comenzaba a tener miedo de salir del auto.
_Mira ahí esta Evan_ vocifero Caroline saliendo del auto. Let no tuvo más remedio que bajar y seguirla.
Cada par de ojos se fijaron en Caroline. Let no los podía culpar. Todos siempre se fijaban primero en la rubia, alta, de pecho y trasero grande antes que en ella. Seguramente, si no fuese pelirroja ni la mirarían.
Let no le presto mucha atención a eso. Toda su atención estaba en Evan. Desentonaba con todos alrededor, con su cabello rubio peinado y la sudadera universitaria. Por su expresión malhumorada Let supo que ir a ese lugar no había sido idea suya.
_ ¿Qué hacemos aquí?_ refunfuño Evan a Caroline.
Él estaba tan molesto, que Let podía ver sus puños cerrados dentro de los bolsillos de su sudadera.
_Cálmate, solo me quiero divertir un rato, sino te gusta te puedes ir.
Let frunció el ceño, jamás había visto a Caroline tratarlo así. Incluso Evan dejo el enojo de lado para mostrarse consternado.
_ ¿Pasa algo?_ le pregunto Evan.
Caroline no alcanzo a responder cuando alguien a pareció a un lado de Evan. Let miro primero la cabellera negra y ondulante, y por un segundo creyó que era Joana, pero cuando se fijó en su figura masculina, y en sus ojos oscuros que brillaban divertidos, reconoció a Patrick.
Él, a diferencia de todos, vestía de forma simple, pantalones oscuros y camisa negra. Justo en ese momento Let estaba segura que Patrick podía pasar por el mellizo de Joana.
_Barbie llego a la fiesta. Admito que no espere que vinieras… y trajiste amigos_ dijo Patrick mirando fijamente a Caroline.
Let hizo una nota mental para preguntarle luego por aquel chico.
De pronto los ojos de Patrick se fijaron en ella, y Let cruzo los brazos sobre su pecho sintiéndose expuesta de pronto. Patrick miraba como si pudiera ver debajo de la ropa.
_Lindo cabello.
Let simplemente asintió sin estar muy segura de cómo responder.
_Ya nos vamos_ espeto de pronto Evan cuadrando sus hombros.
Él era mucho más ancho que Patrick, pero Patrick parecía ser el tipo de chico que estaba mejor preparado para enfrentarse a una pelea.
_ ¿Por qué tan rápido? La carrera ya va a empezar_ vocifero Patrick mirando a Evan de los pies a la cabeza.
No había esperado que Caroline trajera a su novio, incluso parecía un poco arrepentida, pero Patrick no podía culparla de buscar sentirse segura en medio de tantos motores.
_ ¿Te gustaría acompañarme?_ le pregunto a Caroline.
_ ¡No quiere!
Evan rodeo la cintura de su novia y justo en ese momento Caroline entendió por qué lo había traído.
Allí, de pie, sintiendo el calor de su cuerpo a su lado, oliendo su perfume de almendras no sintió ni un rastro de miedo. Se sintió la mujer más normal del mundo, y Caroline no quería sentirse normal.
_En otro momento Patrick_ respondió Caroline y Patrick solo asintió dirigiendo su atención otra vez hacia Let.
_ ¿Y tú quieres?_ le pregunto a Let _O tienes perro que te ladre.
Let estuvo a punto de responder. Pero algo el ambiente cambio. No la escucho acercarse, ni tampoco su voz, pero noto que la postura despreocupada de Patrick se tornaba rígida de pronto, incluso las personas que hablan alrededor habían bajado la voz. Pero Let no la vio hasta que estuvo al lado de ella.