Roma

15. Se declara la guerra

Se repetía la historia con Danthario. La diferencia que su madre estaba en el medio. No podía dejar de pensar que las cosas se jodieron demasiado desde sus impulsos por vengarse de su padre poniendo a otras personas entre sus planes sin querer.

Tenía fuerzas suficientes para romper las cadenas que la ataban a la cama. Tiró los brazos con fuerza, de dos intentos rompió la primera partiendo un trozo de la madera. Y la segunda le costó más, al tercer tirón se partió por la mitad, se liberó. Se levantó. Se sentía un poco mareada. Se sostuvo de la pared. Esperó unos cinco minutos para recuperarse. Giró. Se dirigió a la puerta de metal.

—Cabrones...

Tiró la puerta de tres patadas. Hundió el metal. Sintió una euforia y la energía de tres soldados. Nunca pasó por algo así ¡Se sintio increíble!

Se paró en medio del pasillo en penumbras. Esperó que alguien apareciera tras escuchar los ruidos tras derribar la puerta. A los segundos, vio a un hombre. De estatura baja, era delgado. Debía ser un adolescente que se iniciaba en esto ¡Demonios! No pensaba matarlo. Voló hacia él, abriendo su boca para morderlo y beber un poco de su sangre. El muchacho no era tan fuerte, intento defenderse con un cuchillo pero la fuerza de Roma hizo que se rindiera.

—No me mates...

—No lo haré —dijo ella, lo levantó del suelo y lo agarró detras del cuello—Llevame a la salida. No hagas nada o te parto el cuello.

—Todavia, hay sol.

—Solo mostrame el camino. —ordeno Roma.

El joven obedeció. Avanzaron por el pasillo, saliendo de las celdas de prisioneros donde algunos estaban encerrados y gritaban que fueron liberados. Roma no le dio importancia. El chico se llamaba Kevin. Estaba nervioso. Había empezado a dudar hacia donde se dirigían poniendo a Roma de mal humor, golpeándolo en la nuca. Ella no estaba bromeando.

—No seas idiota. No te conviene que un vampiro te mate —le dijo empujándolo contra la pared. —Piensa bien hacia donde vamos.

—Eres hermosa pero me das mucho miedo. Eres como un ángel caído.

—¿Qué?

—Es verdad.

—¡Cállate!

—¡Roma!—escucho el grito de su padre y una puñalada en el estómago por parte del chico.

Roma miró al muchacho, le dio un fuerte puñetazo haciendo que se desmaye. Danthario se acercó a paso rápido, tomando el cabello de su hija y la arrojó contra el suelo. Le puso un pie encima impidiendo que se mueva. Se miraron.

—Calmate. Estás cometiendo errores que no podremos resolver. —dijo él.—Todo lo que hice fue por una razón.

—Pesimas decisiones que me dieron una mísera vida de esclava, padre, ¿A qué juegas?

—Roma, esa pregunta quiero hacerte yo a ti, ¿Qué esperas de todo esto? ¿Vengarte de mí?—dijo él alzando una ceja gruesa, se inclino —Tendras que hacer más que esto. Una guerra es un juego para mí !La muerte es mí diversión!

—Asi será, entonces ¡Te vengaré, mal nacido!

Danthario sonrió maliciosamente. La tomó del cuello, retiró su pie del pecho de su hija y la levantó del suelo. La soltó. La suspendió en el aire con telekinesis. Luego la empujó con sus poderes por todo el pasillo a gran velocidad, llevándose puesto luces, antorchas y otros objetos que la lastimaron. Chocó contra la pared con fuerza. Cayó al piso. El poder desapareció y su padre también.

Abrió los ojos, parpadeando. El impacto que recibió su cuerpo la dejó débil. Sus ojos se cerraron involuntariamente.

—Roma...¿Me escuchas? ¿Qué pasó?

Oía a Amelia cerca de ella. Le sujetó de la cabeza tratando de despertarla. Había pasado unos veinte minutos. Roma abrió los ojos y reaccionó. Empujó a su madre. Se puso de pie con rapidez. Sus heridas sanaron. Miró a Amelia.

—Lo siento, madre. Esto está recién empezando.

—¿De qué hablas?—dijo poniéndose de pie.

—Habra una guerra en el mundo oculto.

—¿Qué?

—Tengo que irme. Lo siento.

—Pero, Roma...

La vampira caminó rápidamente hacia la salida. Siguió todo recto por el pasillo, cuando vio a Kevin, sentado, temblando de miedo. Lo miró y rodeo los ojos ¡Maldito mentiroso! No le dio importancia. Salió de los calabozos de una vez, encontrándose con la noche.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.