—Qué dijo?
—Nada —respondió rápidamente Clare poniendose de pie —Lo he retrasado demasiado, tal vez.....usted..... no lo culparé si escapa— soltó una risa falsa.
—A que rumores se refiere? — Damian no hacia ningún movimiento para retirarse.
—Mr. Thompson escogí mal mis palabras por favor no le de importancia.
—Creí que empezabamos a entendernos mejor — un nuevo silencio se instaló entre ambos —Me sorprende su falta de honestidad, fue por su intachable reputación que mi abuelo arreglo este matrimonio.
—Mr. Thompson....
—Debe ser un terrible secreto por que sus mejillas se enrojecieron.
Se toco las mejillas involuntariamente.
—Mi...madre— comenzó —Contrajo nupcias con mi padre muy joven, era una mujer soñadora y aventurera, lastimosamente papá tenía en ese entonces un carácter muy difícil— tomo una pausa —Al igual que cualquier miembro de la sociedad mi padre deseaba un varón como hijo mayor; yo nací primero, supongo que eso lo enfureció aún mas, luego de algunos años nacio Anthony; mi hermano; mi madre enfermó luego del difícil parto y murió.
—Lo siento.
—Empezaron a surgir rumores de mal gusto, decían que mamá escapó con otro hombre o era tanta su infelicidad que se entregó de buena voluntad a la muerte.
—Y que pasó con su hermano?
—Anthony tuvo una pelea con papá hace algunos años, se fue para recorrer el mundo, o eso me dijo, no he recibido noticias de él desde entonces.
Vió como Damian se puso de pie, se acercó y le dijo con voz calmada y tranquila.
— Gracias por confiar en mí, sere su esposo y considero que es importante que tengamos una buena relación.
Mientras hablaba, muy dentro de sí misma se decía que debía desconfiar de sus palabras, pero su tono de voz, acompañado de su aroma y la convicción de sus palabras; casi podía imaginar su vida al lado de un hombre que la apreciaba, y no solo estaba obligado a casarse con ella.
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Habían pasado algunos días, Damian no había vuelto a ver a Clare, por suerte para él su abuelo no había comentado nada al respecto.
Regresaba de visitar el hogar de Marcus, por el momento era la única diversión de la cuál disponía por el momento.
No iba a mentir, se sentía terriblemente aburrido y su actividad favorita; por el momento, era hacer los cálculos de las propiedades de su familia.
Mientras más pensaba en alguna solución para escapar de su matrimonio arreglado, encontraba más razones que lo hacían sentir culpable; y Marcus no estaba siendo de mucha ayuda, estaba ocupado en su idilio con una dama, así que no contaba con su apoyo por el momento.
Miró el cielo, las nubes comenzaban a oscurecer el cielo, apresuró sus pasos para evitar mojarse; estaba pasando el parque que quedaba cerca de su hogar, este lucia vacio
Vió a una dama acercarse, no podía ver su rostro por que lucia ligeramente agachada; algo en su actitud le parecio familiar, solo unos pasos los alejaban, entonces lo noto; era Clare; creyó que se detendría cuando se cruzaran pero pasó de largo.
—Miss Feartinthon?! —Clare se detuvo y volteó para verlo.
—Mr. Thompson! yo....no lo vi.. —dijo con nerviosismo.
—Que extraño! Yo la reconocí desde el primer instante que la vi caminando.
Clare miró hacia otro lado, incómoda por su frase.
—Dónde está su carruaje?
—Bueno.....yo....fui a comprar algunas cintas y......papá uso el carruaje, así que solicité uno, pero debí demorar demasido porque cuando regrese a la calle donde debería estar, este había desaparecido.
Había muchas inconsistencias en su historia sin olvidar sus palabras sueltas, nada le gustaría más que desenmasacararla; pero eso no serviría de nada, era mucho mas inteligente fingir que creía en ella y ganarse su confianza.
—Lamento decir esto, pero eso es mala suerte.
—Si, yo también pensé eso.
—Acompañeme, se quedara en mi residencia mientras la lluvia pasa.
—Oh no, gracias creo que puedo conseguir un carruaje por aquí cerca.
—Esto va más alla de la amabilidad, es mi prometida y me sentiría como un patán si no la resguardo como es debido.
—De acuerdo.
Caminaron con un poco más de prisa ya que pequeñas gotas empezaban a caer.
Ya dentro del enorme salón de la residencia de la familia Thompson, Damian le pidió que tomara asiento.
Por vez primera se tomó unos segundos para mirarla detenidamente; tenía el cabello castaño atado en un moño, su rostro era un poco redondo y sus labios delgados, tenía un pequeño bolso en su regazo que abrazaba como si llevara un tesoro ahí.
Siempre había creído que se casaria con una mujer un poco más alegre, alguien que tuviera un trato cálido con sus hijos, pero no sabía si Clare cumpliría con eso; no parecía mala persona, solo que conocía muy bien como debe comportarse una dama y eso la hacía rígida.
Sería cierto que no tenía ninguna amistad?
—Lady Bread no volvió a invitarla a una reunión?
—No, tal vez me invite a alguna reunión más adelante.
Una respuesta educada.
—Su padre sabía que usted salió?
—Oh! No, no en realidad, pero no se preocupe, papá confia mucho en mí y sabe que yo no tendría un comportamiento inapropiado.
—Vaya..... me preguntó como logró tal confianza.
—Papá fue muy estricto con nuestra educación —pudo ver en su rostro que no deseaba que su padre fuera visto como un ogro, sonrió con afecto.
—Aunque Anthony fue siempre muy travieso en nuestra niñez, su actitud lograba sacar una sonrisa a cualquiera.
—Mi abuelo también fue muy estricto en mi educación, admito que fuí un dolor de cabeza.
—Y cree que ha dejado de ser un dolor de cabeza para él?
Damian reconoció que intentaba ser graciosa.
—La verdad que no, pero siempre he creido que si puedo hacer algo y tengo la oportunidad de hacerlo, no puedo solo ser un espectador.
—Creo que si yo fuera usted pensaría de la misma forma.