Romántico por Obligación

Capítulo 16

Clare no podía dormir.

Observaba el techo sin lograr conciliar el sueño; Damian le había dicho que llegaría para la cena, pero no se presentó, acababa de meterse en su nuevo lecho, cuando escuchó sus pasos ingresando a la habitación del lado.

Lo tarde que volvió no era la principal razón por la que no pudiera descansar, era una más entre todas las que no dejaban de molestar su mente, su nueva vida, su nuevo hogar, y el bienestar de su padre.

Y a veces cuando solía desvelarse en su antiguo hogar por algún otro motivo;  pensaba en Anthony, donde estaría? estaría bien? a veces lo extrañaba muchísimo.

Decidiendo que era inútil seguir intentando, se sentó, apoyó su espalda en la cabecera y la noción de que un vaso de agua la ayudaría, llegó animándola a buscar tal objeto.

Tomó su bata, y se aventuró hacía el piso de abajo.

Cuando llegó; todo estaba en oscuridad.

Pensó, intentando recordar donde estaba la cocina; caminó unos pasos, la luz de la luna la ayudaba a distinguir algunas cosas.

"aquí estaba un sillón, aquí una pequeña mesa"

Al parecer no era tan buena imaginando la forma de los objetos.

Dió un pisada equivocada resbalando en el suelo.

Para evitar un traspié, dió otro paso más y estuvo a punto de hacer caer una mesa; la sostuvo con ambas manos mientras esta se balanceaba.

"esto fue mala idea" se dijo mentalmente.

Si no regresaba a su habitación haría algo de lo que arrepentiría.

Caminó otros pasos y no vió la alfombra que hizo que finalmente resbalara dejándola con la única opción de  sostenerse del mantel de alguna mesa; aparentemente este tenía un jarrón o algo, porque un estruendo llenó el silencio de la habitación.

                    —--------------------------

Damian despertó, por el sonido de algo rompiéndose; inmediatamente se puso de pie y fue al piso de abajo; de donde creía que fue el origen del ruido.

Bajó las escaleras de dos en dos.

Oscuridad; eso era todo lo que podía ver, de pronto alguien se acercó diciendo:

—Mi lord! Mi lord!— La ama de llaves gritaba mientras llevaba una vela encendida, el mayordomo estaba detrás de ella —Hay alguien en la mansión!

—Eso parece.

Y otra vez unos ruidos.

—Eso viene de la cocina!  

—Baja la voz —le pidió en un susurro el mayordomo a su esposa; la ama de llaves.

—Si es un ladrón, harás que huya.

Los tres se encaminaron hacia la cocina.

En el camino pudieron ver un jarrón roto.

—Es un ladrón —afirmó la ama de llaves.

Continuaron y antes de que Damian pudiera ingresar a la cocina la ama de llaves lo detuvo.

—Mi lord! Que hace? —le dijo en un susurro.

—Ingresar y descubrir que está haciendo todo ese escándalo.

—Usted es demasiado importante! Alfred debe ingresar!

—Yo?— Respondió Alfred en un poco más alto.

—Si algo le pasa a Mr. Thompson, Lord 
Thompson nos matara.

Alfred iba a responder, pero Damian los silenció.

—Yo ingresaré y dudo mucho que algo me pase.. no sean pesimistas.

Damian irguió un poco su postura, fingiendo no tener miedo; pasó el umbral de la puerta y contrario a su pensamientos desbordados de imaginación no encontró nada fuera de lo usual; dió un paso, nada, dio otro paso, nada; entonces lo vió, un trozo de tela blanca que sobresalía al lado de unos costales de harina, dió otro paso más y unos cabellos se mostraron, era la cabeza de alguien que se había escondido detrás de los costales y no se estaba agachando lo suficiente para no ser vista.

Clare; la reconoció.

Debería caminar y gritarle que demonios estaba haciendo! estuvo muy cerca de hacerlo, dió otro paso más para darle el sermón de su vida; pero un pensamiento lo detuvo, normalmente Clare no solía llamar la atención de esta manera y que se estuviera escondiendo, demostraba que se avergonzaba de ello, así que decidió actuar como si no la hubiera visto.

—Tranquilicense! —Gritó muy fuerte —Solo era un gato que buscaba algo de comida!.

Se dirigió hacia la puerta donde Alfred y su esposa intentaron entrar.

—No es nada— les dijo, tapando el paso.

—Pero es necesario que revise si no se comio algo Mi lord.

—Tal vez lo hizo, pero eso será mañana, lo vi huír y no se por donde.

La ama de llaves intentó ingresar nuevamente por la derecha, pero Damian le tapó el paso, lo intentó por la izquierda y se repitió la acción.

—No sabemos de donde viene, puede ser peligroso.

La ama de llaves no desistió.

—Tal vez cazaba ratones —dijo, con esa afirmación la ama de llaves se puso detrás de Alfred en gesto de miedo.

—Ratones? En mi cocina?  

—Vayamos a dormir, mañana nos encargaremos de esto.

—Si, mi lord —Alfred tomó la mano a su esposa llevándola a su habitación.

Damian vió como desaparecían; luego regresó a su habitación, dispuesto a esperar a que Clare regresara a su lecho.

Una hora.

Bien, estaba sorprendido, seguramente su esposa se congelaba por el frío; pero tenía tanto miedo a ser vista que estaba soportando una hora sobre el piso helado.

Pensó en ir a recogerla; ojalá no se hubiera dormido al lado de los costales; repentinamente apareció su figura por el largo pasillo; caminando como si lo hiciera sobre cenizas, de puntillas, se escondió para que no lo viera.

                           ----------------

Clare ya tenía la mano sobre la manija de la puerta; la iba a jalar lentamente, pero algo le cubrió la boca.

Puso sus manos sobre lo que estaba impidiéndole gritar,  intentó que la soltara; la persona hizó que girara para que pudiera ver su rostro.

—Calmate! Soy yo!— le dijo, mientras quitaba su mano.

Soltó grandes bocanadas de aire.

—Me asustó! —Dijo con la voz entrecortada.

—Tú me asustaste primero! —La acusó 
—Que rayos hacias a estas horas en el piso de abajo.

—No podía dormir —dijo más calmada —Y pensé en conseguir un vaso de agua.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.