Capítulo 25

Clare estaba comiendo una rebanada de pastel que ella había preparado; el sabor dulce calmaba un poco la tristeza que iba y venía.

Damian se había ido hace muchos días.

Muchas veces había mirado por la puerta esperando su regreso.

Por eso cuando el mayordomo le entregó una carta dirigida hacia ella, se emocionó creyendo que era de Damian.

—Gracias— respondió cuando se la entregaron.

Miró el sobre un poco extrañada, no era de Damian, de hecho no decía de quien era. La abrió y comenzó a leerla.

Lady Thompson:

Soy una persona que siempre ha creido que es alguien dispuesto a ayudar y me siento en la obligación de decirle que su esposo; Lord Thompson, se encuentra muy enfermo.

Creo que se enfrentó a un duelo? O fue acompañante de un duelo?  Algo así, no me quedé a escuchar el final de las habladurias porque mi pequeño perro corrio detrás de un gato y tuve que ir detrás de el.

En fin, no debería estar al lado de su esposo? No es una crítica, como dije antes intento ayudar. 
Atte: Un amigo.

Al terminar de leerla, muy asustada corrió a su habitación y empezó a guardar todas sus cosas, pidió al personal de servicio que le preparará un carruaje para regresar a Londres.

Dentro del carruaje volvió a leer la carta.

Quién podría ser este misterioso amigo que le escribía? Cómo estaría Damian? Estaría muy delicado? Habría sufrido alguna herida? Oh! Y ella empezaba a pensar que Damian no regresaría nunca.

Estuvo muy impaciente todo el camino.

El carruaje había llegado a la residencia de Damian muy tarde, debían ser las 6:00 pasando el medio día.

Clare no esperó a que alguien le abriera la puerta, ella misma la abrió y  saltó para bajar completamente.

Con pasos rápidos se dirigió hacía la puerta, el Mayordomo Alfred la saludó, ella un poco apresurada le devolvió el gesto de cortesía y preguntó.

—Damian esta en su habitación?

—No mi lady, Lord Thompson está en su estudio.

En su estudio? Pero si estaba enfermo? 
Qué hacía ahí en lugar de irse a descansar?

—Gracias — Y se dirigió directamente hacía allí.

Vió la puerta del estudio de Damian; estaba muy nerviosa, escuchaba su corazón latir en su pecho, levantó su brazo, dió una respiración profunda y tocó la puerta.

Del otro lado se escuchó un "Adelante".

Abrió la puerta esperando encontrar a Damian un poco pálido, o acostado en el sillón largo de su estudio con el brazo sobre sus ojos, pero lo vió sentado detrás de su escritorio mirando algunas hojas.

Levantó la vista y la vió.

—Clare?!

Se puso de pie, y camino hasta ella.

—Que haces aquí?

—Yo....yo...— no lograba formular palabras.

—Estas bien? Tienes el cabello desordenado, toco uno de sus mechones poniendoselo detrás de su oreja. —Pasó algo?

Su esposo se encontraba perfectamente 
bien, no estaba enfermo o herido.

—Por que..... por que no regresaste? —le preguntó lo que más ansiaba saber.

Damian desvió la mirada.

—Tenía asuntos importantes aquí.

—No estas enfermo?

—Enfermo?

—Si, me enviaron una carta diciendome que estabas terriblemente enfermo y que necesitabas cuidados especiales.

Damian mostraba más y más extrañeza 
mientras decía esas palabras, Clare empezó a sonrojarse porque el rostro de su esposo evidenciaba que dudaba de sus palabras.

—Tienes esa carta?

—Si— le entregó la carta.

Damian la tomó y empezó a leerla, 
mientras él leía, Clare recordó las palabras de la carta, comenzó a darse cuenta de que algunas cosas sonaban muy extrañas, como que enfermo y duelo no tenían relación, fue muy precipitado de su parte salir inmediatamente de la casa de campo sin ponerse a analizar toda el panorama.

Habría estado tan desesperada de verlo nuevamente? al parecer si, y él no parecía estar sintiendo lo mismo.

De pronto sintió que había destapado sus sentimientos y la vergüenza ocupó el lugar de la preocupación.

—Tal vez cometí un error, debería....

—No, esta es la letra de Marcus... por que demonios haría una broma de este........

Damian dejó de hablar para mirar hacía el vacio con expresión de asombro, se dió cuenta en ese momento de que muy probablemente Marcus había intentado "ayudarlo".

—Damian?  

Él la miró.

—Fui muy ingenua, no me puse a pensar en que esta era una broma o algo así.....

—No, yo..... yo..... necesito hablar contigo ... es algo muy importante —La tomó de los hombros para que no se fuera—No estoy enfermo o herido como sugiere esta carta, iré un momento a pedirle una explicación y regresaré a hablar contigo; y le dió un beso en la mejilla.

Clare se tocó el lugar del beso, y el hermoso toque de Damian en su piel produjo las sensaciones que tanto había extrañado.

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—Mr. Snow?  

—Mmmm.......?—respondió Marcus que estaba leyendo en su biblioteca para distraerse un poco.

—Lord Thompson ha venido a verlo.

—Bien, que pase.

Luego de unos segundos, Damian hizo acto de presencia sosteniendo la carta en lo alto.

—Puedes explicarme que siginifica esto?

—Clare ya llegó!?

—Por que le enviaste algo como esto?

—Tranquilo, solo te di un empujón.

—No te entiendo.

—Te conozco Damian, admitir lo que sientes por ella iba a tomarte tiempo, mientras tanto ella estaría sola, y tú aquí sin resolver este asunto.

—Eso no es así.

—Recuerdas lo de Teresa? La apreciabas mucho y creo que ella también, pero al igual que tú tenía una preferencia por su orgullo, eso los separó, pero Clare no es así, mira como ella se apresuró a regresar a Londres, le importas mucho, no dejes que su cariño 
por tí se marchite.

—No soy orgulloso.

—Por supuesto que lo eres, Hay!! que cabeza dura! Esa mujer te ama Damian, no le importa que hayas intentado arruinarla, te quiere, y la razón? Eso lo sabes tú.