Capítulo 3: Un shot de tequila y un poco de limón
Todo está abarrotado de gente y los chicos pasan a nuestro lado como tornados en una tormenta de arena. La música suena tan fuerte que siento como si la cabeza me zumbara y un pitido incomodo se instalara en mi cabeza.
La mano de Chris aún se encontraba en mi cintura desde que bajamos del coche. Se sentían rastros de humo en el aire y el olor a cerveza y vodka impregnaban el lugar. La casa donde se efectuaba la fiesta era todo un desastre.
—Quédate acá un momento iré a buscar de beber —susurra en mi oído.
Asiento en respuesta.
Veo a Gigi a lo lejos así que me le acerco abrazándola por detrás captando su atención y asustándola al mismo tiempo. —Hola pequeñuela Gigi.
—¡Hey! —exclama al verme— Pensé que no vendrías, vi que te ibas con Chris y lo di por sentado.
—Pues no, me convenció de venir.
—¿Y dónde está el asno? —preguntó mencionado uno de los tantos apodos que le tiene a Chris.
Suelto una carcajada por el apodo. —Fue a buscarme algo de beber —respondo— aunque mejor lo busco yo seguro me traerá ron con vodka y lo odio.
—Vale, ve.
Me mezclo entre la marejada de gente en el centro de la casa -la sala- que está más que abarrotada de personas bailando y casi follando en los sofás que se encontraba en el lugar.
"Estas fiestas nunca terminan bien".
Al entrar a la cocina me encuentro a Chris hablando con una chica así que simplemente me escondo para ver de quien se trata. Jenny está pegada a la encimera y Chris muy seca de ella.
—Carajo ya déjala, estoy harta de esto.
—No decías lo mismo esta mañana mientras te follaba sobre el capo de mi auto —dice con sarcasmos rodeando su cintura y pegándose más a ella.
—Gea es una idiota —suelta una carcajada—. Se está perdono un manjar de dioses por no follar contigo.
—Tal vez.
Vuelvo a la sala y busco a Gigi encontrándola con un vaso de plástico rojo y un trozo de limón en su mano. Le arranco de la mano el vaso y la rodaja de limón. mordiéndola luego y tomando de un solo sorbo todo el tequila que contenía este dejando a Gigi estupefacta sin moverse y viéndome fijamente.
Decidida hacer la locura más grande de mi vida vuelvo a la cocina y me los encuentro besándose.
—Si querías venir para follarte s la anfitriona no debiste traerme —digo con sarcasmo recostada en la puerta.
Ambos se separan abruptamente haciendo que tiren una de las botellas en la encimera detrás de ellos.
»—No te atrevas a decime "Gea no es lo que parece" —hablo imitando su voz— porque es todo lo que parece. Ahora si Chris es la última que te perdono —expresó dando un paso atrás —, ¡Y pueden irse a la misma mierda si desean!
Salgo con la cabeza en algo dando largos pasos, pero con los ojos llenos de lágrimas que me niego a derramar por el idiota que catalogó como mi novio. ¡Carajo!
Salgo de la casa a paso rápido buscando salir de la marejada de personas. Al salir a la calle me deshago de mis tacones tomándolos en mis manos junto a mi bolso para poder caminar lo más rápido posible. Sin siquiera pensarlo las lágrimas suavemente saltan de mis ojos y recorren mis mejillas hasta mi barbilla donde las limpio con rabia y melancolía.
Siempre había perdonado a Chris por algunos "deslices que había tenido", siempre me pedía perdón y llegaba a mi casa con una gran bolsa de dulces para mí.
Suelto una risa amarga mientras camino pensando en todo lo que me ha hecho ese idiota y yo sin enterarme de nada.
Me detengo abruptamente cuando siento un jeep pararse a mi lado con los cristales abajo. Mi sorpresa es aún mayor cuando veo a Romeo bajarse y caminar hacia mí con decidida premura dejándome sorprendida en mi lugar.
—Hola —saluda posicionándose frente a mí.
—Hola —respondo en un hilo de voz.
—No sé qué te pasó, pero permíteme llevarte a casa —expresa tendiéndome su mano —. Sé que no me conoces, pero no hay nada que temer mi hermana se encuentra en el jeep y envíale a alguien tu localización en vivo.
—Supongo que no tengo de otra teniendo en cuenta la circunst...
—¡Romeo! —grita una chica bajando el cristal de la parte de atrás interrumpiéndome —Carajo quieres darte prisa —termina.
—Ya voy Danna —responde sin voltear —, ¿entonces?
—Aceptó. Solo deja llamo a mi mejor amiga.
Llamo a Gigi con la expectante mirada de Romeo sobre mí.
—Gea ¿dónde estás? Chris te está buscando como loco.
—Ese idiota que ni me busque —respondo con suavidad —, lo encontré en la cocina con Jenny Valley.
—Ha por ello lo del vaso de tequila —dice cayendo en cuenta —. Chica, ¿por qué no me dijiste? Me habría ido contigo sin pensarlo dos veces.
—Ya lo sé, pero solo no quería molestar además estabas con un chico.
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Editado: 08.09.2022