Valerie.
Después de precensiar ese momento con Sebastián y Thomas.
Me quedé mirando fijamente hacia el cielo estrellado.
-Hey Valerie, ¿Estás bien?_dice Thomas mirándome.
-Si estoy bien, pero creo que me voy a quedar_digo moviendo mis labios.
-Oh claro que no, no permitiré que ese idiota nos arruine el día_dice sonriente.
Sonrío ampliamente para distraerlo pero lo nota y me toma de la cintura.
-No te escaparas de mi linda_dice cargandome como una princesa en peligro.
Lo miro sorprendida pero sedo; recargo mi cabeza en su pecho sintiendo su aroma delicioso.
Me sube a su motocicleta y me coloca un casco negro.
Arranca y nos vamos directo al orizonte pudiendo sentir la brisa en todo mi cuerpo.
No paramos hasta llegar a una zona donde había una cerca con candado.
-¿Eso está cerrado? ¿Que hacemos aquí?_digo curiosa.
El solo me mira y saca un pequeño pasador.
Lo miro con una expresión de intriga.
-Pero, ¿que haces? Hay reglas_digo tocando su hombro.
-Oh vamos, si sigues todas las reglas extrañarás toda la diversión_dice con una sonrisa
Yo no suelo ser mucho de reglas pero me preocupa que alguien nos vea.
Thomas logra abrir el candado y nos metemos a ese lugar...
Es mi lugar favorito la playa, el mar estaba tranquilo la luna iluminaba ampliamente, la brisa era ligera me encanta estar ahí.
Thomas empareja la reja y parándose a lado mío susurra -Es hermoso, no lo crees tan calmado que me brinda paz.
Le regaló una sonrisa perfecta y el me la devuelve. Sin pensarlo salgo corriendo hacia la arena, me quitó los tacones y corro por toda la playa como una niña pequeña.
Thomas al verme hacer eso me lanza una mirada divertida y corre hacia mi.
Yo no quiero que me alcanze haci que aceleró el paso.
Pero me alcanza me carga de inmediato y se dirige a una parte del mar algo profunda.
Yo por miedo me pegó a el esperando el impacto.
Así fue se lanzó al mar conmigo me siento totalmente mojada mi ropa se pega a mi cuerpo.
Cuando ya estamos en el mar me suelta, comienzo a mover mis brazos para flotar, mientras se acerca a mi.
-Luna brillante ¿Me permites abrazarte?_dice sonriendo.
Me encanta que me diga así me siento especial y única le regaló una sonrisa en señal de que lo haga y se acerca más a mi sintiendo sus brazos rosar mi espalda y pasa... Quiero que ese momento sea eterno me siento tan bien que me aferró más y más a el. Creo que me estoy enamorado...
Thomas.
Valerie por fin está en mis brazos, desee con todas mis fuerzas este momento y al fin estoy haciéndolo.
No quiero despegarme de ella pero la falta de aire de ella hace que lo haga ¿Tan fuerte la abraze?
Nos separamos y nos quedamos mirándonos fijamente nuestras miradas se conectan y mis ojos brillan.
-Sabes, eres lo más increíble que me ha pasado en la vida, eres tan tierna, amable y transparente_digo mirándola con un sentimiento intenso.
Nunca había sentido eso dentro de mi corazón con ninguna chica, parece que ella fue echa para mí.
-Tu también eres eso para mí y mucho más_dice moviendo sus labios.
Parece que le encantaría decírmelo hablando pero no puede intenta hablar pero de ella solo salen unos cuantos ruidos.
Pongo mi dedo en sus labios diciendo que no se forse a hablar.
Ella vuelve a callar, veo como tiembla parece que tiene frío o diablos debí pensar las cosas antes de hacerlas; pero me deje llevar por el impulso.
Tomo su mano dirijiendola para salir del mar.
Al salir le puse mi chaqueta y nos dirijimos afuera pero algo andaba mal...
Estaba oliendo un olor petulante, mi padre me había dicho que los hombres lobo teníamos los sentidos muy desarrollados.
Acerque más a mi a Valerie y ella no se negó.
Me diriji a mi motocicleta y efectivamente alguien nos esperaba. Maldición.
Eran dos hombres vestidos completamente de negro y altos.
Me hice como si no pasará nada a mi motocicleta. No quería problemas, no con mi chica conmigo.
Sentí el cuerpo nervioso y tenso de Valerie y la acerque aún más a mi.
Estaba dispuesto a arrancar la moto pero uno de los tipos se me puso enfrente.
-¿Que quieren?_finalmente solté.
-Nada solo queríamos asegurarnos como hiba el proceso de el juramento y estamos aquí para evitar que se cumpla.
¿Juramento?, Acaso se referían a la maldición.
Pero mis padres no me dijieron como romperla ¿Sería yo el que debía romperla?.
-No se a que te refieres, así que déjanos pasar_digo tenso apretando mi mandíbula.
-Esta bien esta vez nos iremos pero ten cuidado la próxima no lo haremos_dice quitándose.
Enseguida arranco la moto y me dirijo a mi casa, no quería que le hicieran daño a Valerie.
Sentí como sus manos se aflojaron de mi cuerpo, sus nervios se habían calmado.
Llegamos a mi casa y baje a Valerie con cuidado, aún seguia mojada.
Caminamos hasta la puerta y yo solo pensaba en lo que acababa de suceder.
¿Se refería a la maldición? ¿Yo soy el que la tendría que romper? ¿Ellos me lo impedirán? Fueron algunas preguntas que pasaron por mi mente.
Yo solo quería que Valerie no corriera peligro y estubiera a salvó. Mi querida luna brillante.
Valerie.
Hace un rato tuvimos un encuentro con unos hombres que daban miedo. Me aferre mucho a Thomas por qué los nervios me carcomian.
Se dirijio a su casa y en eso estuve de acuerdo estaba más cerca la suya, y quería darme una ducha caliente.
Llegamos a su casa y caminamos hacia la puerta pude darme cuenta de que Thomas estaba nervioso pero ese no era mi asunto.
El abrió la puerta, dando paso a una fina decoración y hermosos muebles vaya es tan lindo.
Entramos y al parecer no había nadie ¿Vivía solo?.
-Esta es mi 2da casa en la otra viven mis padres, pero está quedaba más cerca_dice mirando al rededor.