Rompiendo la maldición

Capitulo 7

Thomas.

Después de gritar de emoción, me diriji a mi casa con el fin de hablar con mis padres.

Aceleré para llegar más rápido mientras recordaba ese beso tan cálido...

Llego a mi casa y me encuentro con mi padre en su oficina.

-Hola papá_digo dejando mi casco aún lado.

-Hola hijo, ¿Porque tan sonriente?_responde.

-Luego te digo pero te quería hablar de algo_digo recordando a los tipos de la noche anterior.

-Adelante, toma asiento_indica.

Me siento y estoy algo nervioso tengo miedo de sus respuestas.

-Pues, anoche salí con una chica y unos tipos se pararon frente mío. Dijieron que hiban a impedir que el juramento se cumpliera_digo en tono preocupado.

-¿Juramento?, Lo más seguro es que sea la maldición.

-Pero... ¿Eso que tiene que ver conmigo?.

-Te lo pensaba decir luego pero tengo que hacerlo ahora...

-¿Que sucede?.

-La maldición que te dije trajo consigo muchas consecuencias, una de ellas es que somos hombres lobo. Otra es que al maldecir el principal objetivo es que jamás se rompiera, por ello hay hombres que esperaron siglos para que pudieran hacer su trabajo impedir que la maldición se rompiera.

-Se que somos sus decendientes pero, ¿Que tengo yo que ver en ésto?.

-Es muy fácil si están tras de ti es porque tú tienes que romperla.

-¿Que? Pero ¿Cómo haré eso?, Ni siquiera se cual es la maldición.

-Ni yo lo se; solamente te digo que si aquellos tipos se aparecieron en frente de ti es porque serás el principal objetivo y tal vez buscan a la o el descendiente del maldecido y terminar con su vida.

Por mi mente corrían muchos pensamientos como ¿Que tengo que ver en una maldición? ¿Porque precisamente yo la tengo que romper? Y ¿Quien es la descendiente del maldecido.

Esas y muchas más preguntas cruzaban por mi mente.

No entendía ni un carajo de esto pero espero que no incumba a mi luna brillante.

Espero con ansias verla de nuevo aunque sea en la escuela.

No voy a dejar que ella se involucre en mis acciones o decisiones que pasen en algún otro momento.

La protegeré cueste lo que cueste.

Valerie.

Después de terminar de ver la serie decidí salir un rato a tomar aire.

Me coloque una sudadera ya que hacía frío.

Baje lo más rápido que pude para no tener otra molesta conversación con Sebastián.

Salgo de mi casa y me dirijo al parque.

Caminé para admirar un poco más el atardecer.

Me senté en un columpio recordando mi niñez.

Pero algo no estaba bien, me sentía observada por más que miraba a todos lados no encontraba nada.

Me columpie soltando una ligera risa de una niña pequeña.

Pero pare veía a unos hombres, los mismos de anoche caminaban hacia mi.

Quise correr al otro lado pero estaba rodeada. No sabía que hacer.

Los tipos me tomaron y no podia gritar por más que quisiera, sentí un golpe en mi cabeza y todo se volvió oscuro.

Desperté con un dolor de cabeza insoportable tenía la vista borrosa.

Cuando mi vista volvió a la normalidad pude apreciar un cuarto con un edor horrible.

Tenía paredes y suelo negros sin ninguna ventana.

Quise levantarme pero estaba atada.

Deseé no haber salido de la casa en ese momento.

Escucho pasos al parecer alguien se acerca espero que no me hagan daño aunque lo dudo.

Entra un tipo de la edad de mi padre repugnante con ojos completamente negros dientes amarillos una nariz chueca y muy alto.

-Hola querida_dice el tipo.

-Oh lo olvide tienes la cinta_dice retirándola fuertemente.

-Ups me olvidé que no puedes hablar_dice riéndose.

Ese comentario hace que mi furia suba a lo máximo 

-Todavia crees que alguien vendrá a salvarte.

-Pues déjame decirte que no_dice acercándose a mi.

Siento su aliento repugnante.

-Sabes si no fueras decendiente del maldecido te dejaría en paz.

¿De que diablos habla?.

-Dejame contarte una historia, hace mucho tiempo vivía una doncella hermosa con mucho dinero que se enamoró perdidamente de un hombre que solo quería dinero; al descubrirlo le lanzó una maldición de que alguien de sus decendientes cargaría con ella. ¿Sabes que maldición es?_dice caminando alrededor mío 

-La maldición dice que esa persona no podría hablar jamás, y se rompería con un amor verdadero como en los cuentos de hadas cariño...

Ante esas palabras me quedé en shock.

No sabía si creerle o no pero algo me decía que no mentía.

-Yo estoy aquí para impedir que se rompa, pero ese idiota hará lo que sea por defenderte. Hablando del rey de Roma_dice mirando la ventana.

Oigo unos aullidos y gruñidos como si perros estuvieran peleando.

El tipo sale a toda prisa de la habitación y lo último que escucho es un grito de dolor.

¿Que estará pasando?.

Thomas.

Estoy en mi cama recostado tratando de entender lo que mi papá me dijo cuando empiezo a oler el aroma de Valerie.

Pero con uno repugnante eso significa que está en peligro.

Mis ojos se vuelven completamente amarillos y escucho de nuevo esa voz dentro de mi. -Esta en peligro.

Sin pensarlo corro hacia mi motocicleta y aceleró lo maximo que puedo para llegar a dónde proviene el olor.

En mi cabeza pasan muchos pensamientos negativos, solo espero que esté bien.

Llegó a un lugar abandonado y veo a dos tipos gigantes no los puedo vencer yo solo 

De nuevo esa voz en mi cabeza.

-Conviertete, solo dame la orden.

Al parecer la única opción que queda es convertirme en lobo.

-Hazlo_susurro.

Escucho como mis huesos truenan y al parecer ya no tengo el control me avalanso hacia los tipos haciéndolos gritar de dolor y me percato que el aroma repugnante se acerca.

Le muerdo el brazo y el dispara pasandome a rozar pero le ganó y suelta un fuerte grito.

De nuevo me convierto en humano me coloco una prenda en la parte de abajo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.