Rompiendo Paradigmas

17: Entrevistas.

 

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Leslie Belmont. 

Miré el reloj; 02:23 a.m. Faltaban pocas horas para la graduación, pero no podía evitar sentirme triste. Era consciente que traté de verle el lado positivo a que mi familia no viniera, pero me dolía. No lo tomaba personal porque entendía la situación, solamente eran otros de esos episodios de melancolía que me llegaban de vez en cuando durante las madrugadas. Sabía que no tenía mucho que regresé a verlos, pero me di cuenta de que no tenía lugar. Tan acostumbrada a mi país que a veces sentía que no encajaba aquí, pero al irme allá tampoco me sentía como en casa. Era como si cada parte de mí se quedase en ambos lugares. Aquí era donde la frase “no eres ni de aquí ni de allá” cobró sentido. Era raro, pero cualquier inmigrante podía entender mi situación. 

A pesar de eso, me sentía agradecida porque siempre tenía un lugar a donde llegar. Y he aquí la paradoja de mi melancolía. Extrañaba a mi familia, la comida, los paisajes, mis amigos… en fin, muchas cosas. Aun así, me sentía orgullosa de todo lo que había logrado en estos años, además de que poco a poco me iba estableciendo más y dentro de poco, quizá, podría traer a mi familia conmigo.   

 

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Fernando Belmont. 

Comprendí que le estaba dando todo el apoyo a Jonathan, pero no le estaba enseñando todo lo que eso conllevaba. Sí, era ver toda la parte operativa, pero también la administrativa y era aquí donde entraba yo para apoyarlo. Durante mis años en la universidad él había sido mi apoyo, pero no me di cuenta hasta ahora que debía involucrarse más con la parte administrativa porque en ese tiempo él me pasaba todos los pendientes y/o problemáticas que no podía resolver para que yo me encargara de eso. Es por ello que me lo llevé conmigo a la oficina para que comenzáramos a reestructurar un nuevo programa de reclutamiento y capacitación mientras que Miguel se encargaba de atender a los clientes. 

Durante todos estos días, ambos entrevistamos a diversas personas más que nada para que se diera una idea de cómo eran los procesos y él pudiera aplicarlos sin mi. A la par, comencé a realizar nuevos manuales de procedimientos solamente que esta vez, no eran para la parte operativa, más bien eran para la administrativa. En pocas palabras, eran para él; que no tuviera inconvenientes en solicitar mi ayuda porque todo estaría dentro de dichos manuales. Logrando esto, la única comunicación profesional entre ambos sería para notificar de cualquier situación para que ambos estemos enterados. 

Una vez que llegué a casa me di cuenta de que todos estaban reunidos para la ceremonia de graduación de Leslie. Todo el proceso era el mismo que acá solamente que no entendía mucho de lo que decían. Canadá al ser un país multicultural, todos manejaban diferentes acentos por lo que habría que poner muchísima atención para entenderlo, más que nada porque en algunos lugares de Europa se cambiaban las palabras al manejar un inglés británico. 

Horas más tarde, llegó el momento de Leslie. A la distancia, gritamos y aplaudimos eufóricos por su gran logro. Ella sonreía mientras recibía su diploma y regresaba a su lugar. 

—Desearía estar ahora con ella. —mencionó Amelia. 

—Todos, hija. —comentó mamá—Pero las cosas están difíciles. No es lo mismo que ella sola venga a que todos nosotros estemos allá. 

Amelia se quedó callada. 

—Deberíamos ir a sorprenderla—comenté y todos me miraron.

—¿Cómo?

—¿Qué les parece si ahorramos para irla a ver en Navidad? 

 

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Leslie Belmont. 

Aquella noche, me encerré en mi habitación para hablar con mi familia. No tenía miedo de que me escucharan, pero requería de cierta privacidad. Todos no dejaban de felicitarme por otro logro, y yo no podía estar más agradecida por ello. Después de varias horas terminamos la llamada para finalmente ir a dormir. 

Gracias al apoyo y la información de Seo-hyeon, me acerqué a las oficinas para la certificación. Entregué mis documentos y me registré para el curso intensivo que duraría tres meses. Por ello, agradecía todavía no haber renunciado a la cafetería. Aunque detestaba el ambiente, era el sustento que tenía para seguir manteniéndome. Sin embargo, me mencionaron que con el título podría buscar un trabajo en una oficina.




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