El día había sido agitado desde el principio. Me levanté temprano para el entrenamiento de rugby, pero mi mente estaba en otro lugar. Todo lo que podía pensar era en la voz del programa de radio escolar que tanto me gustaba. No podía esperar a volver a escucharla.
Durante el entrenamiento, traté de concentrarme en el juego, pero mis pensamientos seguían regresando a esa voz. ¿Quién era ella? ¿Cómo se vería? Me sentía como un tonto obsesionado, pero no podía evitarlo. Su voz era como un imán que me atraía.
Después del entrenamiento, pasé el resto del día en clase, apenas prestando atención a las lecciones. Todo lo que quería era que llegara la noche para jugar aquel partido.
Finalmente, llegó la hora del programa, camine hacia las gradas y me recosté con mis audífonos puestos, sentía el corazón latiendo con fuerza. Cerré los ojos y me dejé llevar por su voz. Era como si el mundo desapareciera a mi alrededor, dejándome solo con ella y sus historias.
Mientras escuchaba, me di cuenta de que había algo diferente en su voz esa noche. Había un tono de emoción que no había escuchado antes. Me preguntaba qué estaría pasando. ¿Habría algún evento especial en la escuela? ¿O tal vez estaba pasando algo en su vida personal?
—...Ya no puedo ocultarlo más, hoy Cállate y escucha se transformará por una noche en juegos y maniobras de nuestro querido equipo de Rugby. Nuestra quería escuela se enfrenta a nuestros siempre rivales la secundaria Oakwood.
Mi corazón se aceleró. ¿Ella estaría allí, en el campo, viendo el partido en persona? Al fin podría saber quien era ella.
—...Y esperemos salir vencedores como siempre, así que les dejo con Heroes de David Bowie.
En un salto me levante y baje las gradas en busca de los chicos. Corrí lo más rápido que en mi vida hacia corrido hasta el salón en el que debíamos tener clases y yo obviamente me las estaba saltando.
—Señor Vale.
—Hola señorita Lano —respondí exhausto desde la puerta— ¿Pueden Oscar, Jhon y Blass salir?.
—¿Usted cree que estamos en jardín de niños?.
—No... pero el director los busca, nos busca a los 4 entonces...
—Vayan.
Los chicos se levantaron y salieron de la habitación. Una vez cerrada la puerta les dije que corrieran.
—Mierda.
—¿Qué fue eso?.
—Ella estará allí.
—¿Qué mierda hablas Ly? ¿Nos sacaste de clases por la chica de la voz?.
—Si.
—Dios estas loco— comento Blass con sus manos en sus rodillas— Jamás creeré algo de lo que digas.
—No lo entienden, estará allí en el juego.
—¿Como sabes?.
—Lo dijo en su programa.
—Bien, la buscaremos.
Los chicos me golpearon por haberlos sacados de clase pero me lo agradecieron a la vez. Nos quedamos en las gradas hasta que llego el entrenamiento y finalmente el partido.
El partido resultó ser intenso y reñido, pero al final, logramos ganar. La emoción y la euforia se apoderaron de nuestro equipo mientras celebrábamos nuestra victoria. Pero en medio de la celebración, algo captó mi atención.
No había nadie en la torre relatando el juego, pero su voz sonaba por todos los parlantes que nos acompañaban esta noche. Si ella no estaba aquí, ¿Dónde si?.
Corrí en dirección a la escuela, donde fui a la sala de audiovisuales donde lo que me encontré fue algo que jamás pensé ver.
Jhon y Seraphine se estaban besando. Quede tan sumergido en su beso que mi casco se soltó de mi mano provocando un estruendo en la habitación, ambos se voltearon y el rostro de Seraphine padecía una expresión triste y cansada.
—Lo...lo... lo siento.
—Vete de aquí idiota— dijo riendo Jhon.
Pero mis pies no se movían, estaban anclados al piso. Era una sensación demasiado rara y extraña la que estaba padeciendo ahora mismo mi cuerpo. Solo quería huir de allí, y por primera vez corrí al baño a vomitar.
El resto de la noche de "celebración" fue algo difícil de tratar, incluso la fiesta que se estaba desplegando ante mi me parecía aburrida y tediosa.
—¡Hey! ¿supiste lo de Jhon?.
—¿Que?.
—Beso a Wen. Jhon dice que después de eso no quiso estar con ella.
—¿Qué?.
—¿Hermano si me estas escuchando?.
—Si, lo siento.
—Jamás le tuve fé a Jhonnatan — dijo Blass uniéndose a la conversación —Y me gustaría saber que paso realmente.
—Jamás lo sabremos. Ten bebe algo.
Oscar me entrego un vaso que parecía limpio y cuidadosamente lo bebi todo. Prontamente estaba ebrio en la sala de la casa de Cristhoper Yace, un idiota más del equipo.
—¡Mis amigos! ¡Vivan los mosqueteros!.
—Estas ebrio hermano jajaja.
—Hey Jhon, ¿Por que besaste a Wen?— dije sin pelos en la lengua. El alcohol producía demasiada confianza en mi.
—Solo quería darme el placer— rio.
—¿Que?.
—Es una idiota, siempre lo haz dicho.
—Tu... yu noo puedes —hable ebrio. Si apenas podia pronunciar bien las palabras o estar de pie — ya callte.
—Lysander estas ebrio, basta.
—Basta tu blad
—Ven, vamos por aire.
Blass tomo mi brazo y lo paso por su hombro llevándome con el al valcon. El aire golpeó fuertemente mi rostro y fue demasiado real.
—¿Qué sucede contigo?.
—Nada, solo estoy frustrado.
—La chica ya aparecerá Lysander, tienes que tener fé, llevas 3 años asi, ¿Qué es otro más?.
—Este año si no logro saber quien es, lo perdere por siempre.
—Quizás es menor que nosotros, ¿No te haz puesto a pensar eso?.
Mierda.
—Mierfa.
Blass rio—¿Quieres que te lleve a casa?.
Asentí.
Mi fiel amigo tomo de mi y bajamos las escaleras encontrándonos en la entrada con Seraphine y Julia. Pero la cara de Seraphine nos indicaba que estaba obligada a estar ahí.