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Para:Yellowcatprincess@gmail.com
De: blue35@gmail.com
 

"Querida Yellow:

La verdad, aun no se que decir, siento que tengo tanto que comentar pero a la vez nada que expresar, es una sensación rara la que me envuelve en estos momentos. Espero que pronto podamos saber nuestras identidades o al menos tener una conversación más profunda.

Se despide Blue."
 

"Enviado" no podía creer que le había escrito a la persona con la que quise todos estos años, ahora era más que la chica de la radio, ahora tenia aun que sea un apodo "Yellow".
 

—Oye imbécil.
 

Levante mi vista de la computadora y Seraphine se encontraba ante mis ojos con su cabello todo alborotado y sus labios en línea recta.
 

—Debemos hacer un trabajo juntos, el maestro publico los equipos y tu apellido sale junto al mio.
 

—¿Qué?.
 

—¿Eres tonto o te haces?.
 

—No trabajaré contigo.
 

—No pienso tener mala calificación por tú culpa Sander.
 

—Eres la única persona que conozco que me llama así.
 

—Ohh que lindo— dijo sarcásticamente— Muévete.
 

Rodee mis ojos y cerré mi lapton, para comenzar a caminar detrás de ella. Ahora que lo pienso no recuerdo el día que comencé a odiar a Seraphine, quizás era su nombre, su personalidad o silueta. Era alguien que siempre buscaba destacar y llamar la atención con sus opiniones diversas y diferentes, pero en lo que a mi me consta solo quería alimentar su enorme ego. Y tarde o temprano rompería su ego.
 

Al llegar al salón note aquel papel amarillo que destacaba en la entrada, mi apellido y el de Seraphine exactamente estaban juntos, esto sería definitivamente un desafío horroroso y del cual no querían ser parte.
 

—Quizás haya una forma de no trabajar juntos...
 

—Genial, convence tu al profesor ahora, ya lo intente demasiado.
 

Voltee a ver quien estaba cruzando aquel umbral de la puerta de la habitación y el profesor parecía desplegar sus alas ante nosotros como todo un Dios.
 

—¡Maestro! que lindo es verlo, es un agrado siempre venir a sus clases.
 

—Vale no hay cambios.
 

—Maestro déjeme darle un masaje.
 

—Ya lo dije. ¿Por que se odian tanto?, quizás tengan mas en común de lo que piensan.
 

Ambos nos mirábamos sabiendo la respuesta esa oración. La verdad no creía tener cosas en común con ella, aunque siendo sinceros jamás me di la tarea de conocerla, solo un día supe que la odiaba y jamás cambio. Hubo un tiempo en que solo la empujaba a penas me la encontraba y la molestaba por su cabello rubio rizado.  Pero eso cambio cuando llegas al penúltimo año, en ese tiempo ella llego muy cambiada, su cabello estaba liso todos los dias, usaba maquillaje y ropa mas ajustada, si cuerpo había cambiado y parecía que todos estaban enamorados de ella y de Julia. Lo que todos rumoreaban en ese entonces era que tuvo un novio que arruino por completo su vida y su padre dejo a su madre por la madre de ese novio que tenia. Lo que si pensamos es algo totalmente loco y fuera de lo real, o eso me gustaba pensar. 
 

Mi teléfono vibro mostrándome una notificación de gmail, unas abejas zumbaron mi estomago.

Para:Yellowcatprincess@gmail.com
De: blue35@gmail.com

Querido blue:
 

 Hacer esto me recuerda a uno de los libros mas bonitos que he leído, "love, Simon". Donde dos adolescentes se enamoran por correos que se escriben, quizás de esta manera podamos abrirnos el uno con el otro y llegar al punto de saber quienes somos. Cuéntame de ti, algo que ya se es que vamos a la misma escuela y vivimos en la misma ciudad, ¿Qué mas puedo saber?, cuéntamelo todo.
 

Con amor Yellow."
 

"Con amor"
 

"amor"
 

Cuatro letras que alborotaron todo en mi. Amor, una palabra que expresa demasiado, pero a su vez quizás este alejada de mi realidad, la verdad solo quiero que sea una buena experiencia y poder contarle a nuestros hijos de esto. Mierda.
 

—¿Estas bien?.
 

—¿Mmmh?—mire a Seraphine a los ojos y note la forma abrupta en la que miraba mi teléfono. Era un idiota.
 

—¿Siempre tienes cara de idiota?.
 

—¿Y tu de narcisista?.
 

—No me conoces.
 

—Lo mismo puedo decir— dije ladeando mi cabeza— Vamos a trabajar.
 

Seraphine volteo su cuerpo en un giro y yo la seguí hasta su pupitre, donde comenzamos hablar sobre aquel trabajo que poseíamos. Constaba en crear una obra en donde escogeríamos a 4 o 2 compañeros de los que no fueron seleccionados como escritores, el tema era libre, podía ser la obra mas absurda y de todos modos el maestro lo calificaría. Y se me ocurrían ideas impresionantemente absurdas.