El día había transcurrido con una tranquilidad inusual en la escuela. Las clases habían sido como un murmullo constante de voces que se desvanecían en el aire, y las horas pasaban sin prisa ni pausa. Después de las clases, me dirigí a mi casillero y saqué los libros que necesitaba para hacer la tarea. Mientras caminaba por los pasillos, escuchaba el eco de risas y conversaciones de mis compañeros, pero mi mente estaba en otro lugar.
Después de dejar los libros en mi mochila, me dirigí al patio trasero de la escuela, donde se encontraban las gradas. El sol se estaba poniendo en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y rosados. Me senté y saqué mi libreta, dejando que mis pensamientos se deslizaran por la página en blanco.
Más tarde, esa noche, me invitaron a una fiesta en casa de uno de mis amigos. Aunque al principio dudé en ir, finalmente acepté, pensando que sería una buena manera de desconectar y divertirme un poco. Cuando llegué, la música resonaba en el aire y las luces parpadeaban en colores brillantes.
Me abrí paso entre la multitud y me dirigí hacia la mesa de bebidas, buscando algo para refrescarme. Mientras me servía un vaso de refresco, vi a Seraphine en el otro lado de la habitación, discutiendo acaloradamente con un chico que reconocí. Jhon, estaba ahi parado frente a ella.
Me acerqué sigilosamente, tratando de no llamar la atención. Parecían estar discutiendo sobre algo importante, pero no podía escuchar lo que decían debido al ruido de la fiesta. De repente, Jhon levantó la voz, haciendo que Seraphine se tensara aún más.
Cuando estaba casi cercano a la puerta Jhon la cerro cruzando miradas conmigo. Me quede cerca de allí, bebiendo mi bebida, llego a pasar mas de 1 hora y aun no veía que ninguno de los dos saliera. Blass y Oscar se sentaron junto a mi, sin entender bien que hacia, solo en silencio nos quedamos hasta que la puerta de aquella habitación se abrió y Seraphine salió casi corriendo.
—¿Qué fue eso?— pregunto Blass a Jhon una vez que se acerco a nosotros.
—La gatita al fin se dejo dominar.
Sentí una punzada en el estomago.
—Los vi pelear—dije serio—¿Eso es normal?.
—Solo peleábamos porque me vio besar a Sasha.
Algo dentro de mi no podía confiar en sus palabras. Algo en mi decía que las cosas no andaban bien, a diferencia de mis amigos no le celebre nada a Jhonnatan. Camine hacia la cocina donde deje mi vaso y me largue de la fiesta.
Mi teléfono vibro en mi bolsillo y antes de dar un paso mas y lo revise.
Para: blue35@gmail.com
De: Yellowcatprincess@gmail.com
"Querido Blue:
Me gustaría que nos conociéramos en persona, pero tengo miedo de que te decepciones de quien puedo ser, cuéntame, ¿Ya tienes con quien ir al baile?. Si la respuesta es no, me gustaría que fuéramos juntos, quizás ese día pueda ser la gran revelación, llevare un vestido color verde esmeralda, espero ser la única vestida con ese color. En otro tema, creo que la radio volverá en 1 semana
Con amor Yellow".
Mi corazón revoleteo de felicidad al ver el mensaje. Camine feliz a casa, mientras escuchaba a Olivia Rodrigo, su melodía me envolvía y me hacia bailar en mitad de la noche con las luces apagadas.
Al llegar a casa note que la noche caía lentamente sobre la ciudad, envolviéndola en un manto de oscuridad. Mientras me preparaba para dormir, no podía sacar a Seraphine de mi mente. Su imagen se había instalado en mis pensamientos, como un susurro constante en mi subconsciente.
Me acosté en la cama y cerré los ojos, dejando que el sueño me envolviera. Y entonces, como si mi mente estuviera ansiosa por encontrarla, apareció Seraphine en mis sueños.
Nos encontrábamos en un lugar extraño y desconocido, un jardín lleno de flores de colores vibrantes y árboles altos que se mecían suavemente con la brisa. Seraphine estaba frente a mí, con su cabello oscuro cayendo en ondas sobre sus hombros y sus ojos brillando como dos estrellas en la noche.
Me acerqué a ella, sintiendo una extraña sensación de familiaridad y calidez. Nos quedamos mirando el uno al otro durante lo que pareció una eternidad, sin decir una palabra. Y entonces, sin previo aviso, Seraphine extendió la mano hacia mí.
"Ven conmigo", dijo con voz suave pero firme. "Hay algo que quiero mostrarte".
Tomé su mano y juntos comenzamos a caminar por el jardín, dejando que el aroma de las flores y el susurro de las hojas nos acompañaran en nuestro camino. Finalmente, llegamos a un claro en el centro del jardín, donde un árbol enorme se alzaba majestuoso hacia el cielo estrellado.
Seraphine se detuvo frente al árbol y lo miró con una expresión de reverencia en su rostro. "Este árbol es especial", dijo. "Es el árbol de los deseos. Dicen que si pides un deseo aquí, se hará realidad".
Me quedé mirando el árbol, sintiendo una mezcla de asombro y emoción. Seraphine me miró y sonrió, como si supiera lo que estaba pensando.
"¿Qué deseas, Lysander?", preguntó, con los ojos brillando con una luz mágica.
Cerré los ojos por un momento, dejando que mis pensamientos se aclararan. Y entonces, sin dudarlo, hice mi deseo en silencio.